lunes, 7 de abril de 2008

PARA POLOLOS Y NOVIOS RESPONSABLES

NOS ENCONTRAMOS
SOÑAMOS, POLOLEAMOS Y NOS EMBARCAMOS PARA UNIRNOS SUPONIENDO QUE ESO ES AMOR QUERIDO POR DIOS AMOR
Presentación

Me alegra mucho su interés por prepararse bien para ser felices juntos, pero descubro una nube gigante que opaca la belleza de su amor. Esta nube es el hedonismo, la búsqueda del placer por el placer. El Creador nos regaló el placer como un medio hermoso y bueno, como un puente para elevarnos; pero no es el placer el que debemos tratar de alcanzar, no es una meta.

Un día, caminando por la calle Valparaíso en Viña del Mar, se me acercó una joven amiga que me saludó con cariño y respeto. Con vergüenza, me dijo: “Pepe, me echaste a perder la noche ayer. Estaba en lo mejor en un motel y encendí el televisor. En las palabras al cierre, apareciste tú invitándome a dejar esa mala vida que me alejaba del verdadero amor. Me enojé, apagué la tele, me cubrí con la sábana y se acabó todo”.
Con cariño a cada pareja que desea salir denla rutina, y amar hasta el infinito

“Taller de autoayuda para que jóvenes parejas salgan de dudas y atinen en su relación”

Para saber el objetivo de cualquier relación de pareja hay que preguntarse qué se persigue con la relación, cuál es la meta. La guitarra sirve para producir hermosas melodías, pero si la uso para golpearte, estoy actuando inmoralmente. Saca tú la conclusión.

Un bistec a lo pobre tiene un rico sabor; pero para descubrir la ética de ese plato, me pregunto: ¿Para qué sirve realmente? Y la respuesta es obvia: “Para crecer, para alimentarme”, como diría un niño. El placer que puede producir la relación de pareja es para hacer crecer el amor verdadero estable, para siempre, trascendente. Y no solamente para una noche en un motel.

Con cariño y mucha esperanza les entrego este material para reflexionar y comunicarse en pareja. Un bistec a lo pobre tiene un rico sabor; pero para descubrir la ética de ese plato, me pregunto: ¿Para qué sirve realmente? Y la respuesta es obvia: “Para crecer, para alimentarme”, como diría un niño. El placer que puede producir la relación de pareja es para hacer crecer el amor verdadero estable, para siempre, trascendente. Y no solamente para una noche en un motel.

Con cariño y mucha esperanza les entrego este material para reflexionar y comunicarse en pareja.

Prólogo

Este pequeño trabajo tiene como objetivo preparar lo mejor posible a los jóvenes, para no caer en las trampas del hedonismo, que tantos millones de jóvenes están padeciendo en esta “vida loca”. Es un aporte al joven del siglo 21, donde la moda es “globalizar las ciencias”, por lo que podemos llamarlo “un estudio de ÉTICA, SICOLOGÍA y FILOSOFÍA para los jóvenes que ardientemente desean subir por la escalera nupcial del amor trascendente”.

La ética sugiere usar la razón para recto uso de todo. El para qué de mis actos.

La sicología, en sentido amplio, es la capacidad que yo tengo para enfrentar los problemas y vencerlos.

La filosofía es la capacidad de buscar el sentido de las cosas, el porqué de los sucesos de mi vida.

La teología, también en sentido amplio, es la búsqueda del último y primer objetivo de mi vida en el más acá y en el más allá de la eternidad.

“Lo que Dios unió no lo separe el hombre Mc 10).” Pero, (¿cuándo realmente une el DIOS AMOR?
SÓLO CUANDO AMBOS SON MADUROS ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICAMENTE.

Esta autoayuda se inspira en el hermoso libro del Padre Gustavo Ferraris Del Conte, “Se casan creyendo que...”. Algunas frases han sido tomadas literalmente y se marcan con asteriscos y comillas (“*”), porque son relevantes.

John Gray, en su libro “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus” escribió también parte de lo que viene a continuación, aunque aquí ha sido adaptado. Cuento con su beneplácito para incluir sus palabras.

He conocido más en profundidad a la persona mujer, me he maravillado de lo Dios Amor, le regaló a todas ellas en María, la madre de todos. En el libro de Patricia Pólit ser y Eugenia WEINSTEIN. Gracias.

Agradezco además a mis hijos del alma: Carlos Saldaño y Aurora Flores, al igual que a tantos otros que colaboraron con la edición de este manual de autoayuda. Gracias también a todos mis hijos que me han confiado sus vivencias, sin las que habría sido imposible escribir este librito.

Con todo el cariño de una vida dedicada a ustedes, los jóvenes.

José Forbes Figueroa, S.D.B.


Con cariño para ti que deseas ser feliz.

En un mundo lleno de egoísmo es difícil ser feliz, sin embargo, tú, querido joven, a pesar de todo crees todavía en esta felicidad y aspiras a ser feliz, crees en el amor, te comprometes con la ilusión de lograr la felicidad.

Los mayores que nos hemos casado, muchas veces hemos experimentado la desilusión del desamor, y nos preguntamos si casarse para ser feliz es una ilusión más, o un engaño de la naturaleza. Al ver a los jóvenes fascinados con la aventura entusiasta de amarse, surge un tácito reconocimiento de nuestro fracaso por no haber sabido amar, o la alegría de saber que tomamos el camino correcto.

A este interrogante quiere responder este trabajo del Padre Pepe: ayudarte a enfrentar el problema del amor humano, sin ilusiones falsas, ni realismos pesimistas, sino con el buen criterio del sentido común. Toda obra que vale la pena exige esfuerzo, lucha, superación, voluntad de alcanzar la meta. En este caso la meta es proponerte a aprender a amar, a tomar en serio el misterio del amor entre dos personas diferentes, pero complementarias. Este camino lo emprenden juntos un varón y una mujer que sienten atractivo mutuo y deciden “amarse”, es decir, deciden jugarse la vida el uno por el otro. La fuerza del amor está en la decisión y no sólo en el atractivo, que es súper importante, pero no suficiente. El atractivo es como el aire, indispensable para vivir, necesario, pero no suficiente, nadie puede vivir de puro aire. Las personas varones y mujeres, ignoran u olvidan estas verdades, y el Padre Pepe se encarga de recordárselas. Este es el sentido y la oportunidad de este libro.

Padre Gustavo Ferraris Del Conte


MODO DE UTILIZAR ESTA“AUTOAYUDA”


La pregunta es el puente de plata que nos une a los demás: a nuestra pareja, a nuestro PADRE DIOS, a nuestros seres queridos. A veces, se parece a un aguijón de oro cuando los niños nos clavan con sus preguntas, tal como hacen los sabios para descubrir los secretos de la verdad que encierra la naturaleza.

Para las parejas es un modo muy propio para salir de las sombras de los celos. La pregunta más típica (“¿me amas de verdad?”) se responde realmente con miradas, sonrisas, gestos, rostros.

Sócrates nos dejó sus preguntas “MAYÉUTICAS” que nos ayudan a descubrir tesoros de las cosas obvias para crecer de Ser a Ser.

Cada pareja es un milagro del amor. Las parejas son co-creadoras, únicas y originales, superiores a cualquier otra creación humana. Son una síntesis histórica y genética real de dos personas fecundas en la presencia divina. Cada persona es el resultado de un amor triple hecho carne: la más fuerte de las hermosas semillas de un Papá que penetró en la más hermosa perla de una Mamá, todo esto bajo la mirada amorosa del Creador. Así nace cada uno, hermoso, co-creador y triunfador, para seguir creciendo en todo sentido al unirse a una pareja y mejorar juntos el mundo. “Mi esencia es pura y hermosa por eso digo que Dios no hace basura”.

Quiero sugerir un método para utilizar este libro y obtener el mayor provecho. A continuación expongo aspectos que deben tomarse en cuenta para realizar este trabajo. He aquí tres principios para conversar en cada tema.

1. Cada uno comparte hasta el final sin ser interrumpido, salvo eventualmente con preguntas de comprensión. Pero se dejan para el final las aclaraciones o discusiones con tono, tino, tacto, ternura y tolerancia.

2. Cada uno escucha al otro y trata de acercarse a lo que el otro vive, más allá de las palabras, con miradas de reconciliación.

3. Durante esta escucha, estoy en guardia respecto a lo que yo estoy pensando y sintiendo.

Después de cada capítulo, encontrarás temas que tienen como objetivo ayudarte para que descubras cuán diferentes son las personas hombre y mujer, respectivamente. Te sugiero compartas tus sentires, después de releerlos. El ideal, para que el intercambio sea más vivo, es que des un testimonio breve y corto.

«Una pareja es madura psicológicamente cuando es capaz de decir todo lo que piensa y siente, siempre en primera persona sin usar el “tú”, solo con mensajes en primera persona (Yo estoy triste, solo, etc.)».

Los quiero mucho

NOS PUSIMOS DE NOVIOS
SUPONIENDO QUE ÉSE ERA EL VERDADERO AMOR



ENFOQUE

Cuando era más joven soñé ser ingeniero, estudié al máximo y hasta fui al “preu”. Pasaron los años con buenos y malos momentos y lleno de gozo recibí “con distinción” mi diploma de ingeniero civil, estaba súper feliz. Después encontré trabajo, y también encontré una hermosa niña que llenó mi vida. Me creí que sabía todo. Pero había un algo, que me hacía sentirme vacío.

Un día me encontré con Pepe que me hizo esta pregunta “¿para qué vives tú realmente?”. Después de escuchar mis respuestas, me volvió a preguntar “¿y para qué todo eso?”. Desde ese momento descubrí que mis labios estaban secos, que todo pasa, que un título es sólo un gran peldaño en la vida, y empecé a cuestionar mi trascendencia. Empecé a estudiar sicología.

Han pasado los años y no he parado de subir nuevos peldaños. Mi meta no era sólo ser ingeniero. Y lo más hermoso es que encontré esa meta de mi vida, que me llena de alegría. Me he dado cuenta de que amar es ser persona plena, el amor me perfecciona, me capacita para tocar las cumbres en el desarrollo de mi propia personalidad. Así cumplo el proyecto divino de “ser perfecto como Mi Padre Dios lo es”.

El “tirar”, “andar” o “pololear” sin buscar el Amor Espiritual, son simplemente senderos hacia una meta indefinida, vacía; es una fuerza y una energía que no vitaliza, que no me compromete a dar. Me he dado cuenta de que no puedo hacerlo solo, necesito de mi pareja, con la vista puesta al infinito, que me estimula a respetar, a creer, a servir, incluso a estar dispuesto a dar la vida. Esto tiene que ver con la sexualidad trascendente, que no es solamente genital, pues mi cuerpo también permite expresar la profundidad del ser, de mi Esencia.

Conocí una pareja de médicos, y tuve la dicha de ser su testigo y les pregunté, después de 6 años cómo estaban, cuántos hijos tenían. Ella, llena de medallas, sortijas y cadenas de oro, me contó que habían visitado medio mundo, y él me respondió: “Ella no quiere tener hijos y yo no puedo seguir así; esta vida no me proyecta a nada”.

Proyectarse al infinito es tener ideales altos y trascendentes que me proyecten más allá de lo humano, los hijos me hacen vivir plenamente la vida a todo pulmón, con metas espirituales estimulantes, el triunfo del amor sobre el odio, de la verdad sobre la mentira, de la belleza sobre la fealdad, de la justicia sobre la injusticia.

OTRO TESTIMONIO

Hace un tiempo atrás uno de mis más grandes sueños fue terminar mi carrera y junto con ello encontrar una pareja con quien sentirme bien, amada, entendida y aceptaba.

En alguna medida sabía muy bien lo que esperaba de él; tenía que ser un hombre que fuese inteligente, amoroso, un hombre con quien pudiese formar una familia y ser “feliz”. Desde que comenzamos a conocernos, él me parecía un hombre fascinante. Así, luego de conocernos un poco más, de mostrar todos nuestros lados brillantes y hermosos enganchamos y comenzamos a pololear. Al principio todo fue super lindo, era como si una luz nueva y desconocida para mí alumbrara hasta las cosas más “chiquititas”. Él para mí lo era todo, me hacia reír, disfrutábamos muchas cosas juntos, salíamos a bailar, al cine, conversábamos horas, las cuentas de teléfono cada vez se hacían más largas; de verdad comencé a proyectarme con él. Estaba convencida de que había alcanzado mis sueños. Además estaba terminando mi carrera, de manera que me sentía totalmente realizada.

Al terminar mi carrera, sólo él ocupaba mi tiempo, y comencé a darme cuenta de que yo como persona tenía necesidades y de que en mi vida se estaba creando un gran vacío. Al poco tiempo comencé a sentir que mi felicidad dependía en parte de él y que yo en este tiempo me había olvidado un poco de mí misma. Me empecé a sentir celosa de todo aquello que él pudiese hacer sin mí.

Me di cuenta de que me había despreocupado de mis sentimientos y me había empeñado en triunfar en el desafío de tener una pareja sin importar el costo personal. Había olvidado mis propios sueños. Cuando descubrí todo esto, me sentí un poco inútil, vacía y hasta un poco tonta, había centrado mi vida en una meta que ya había alcanzado y ahora no sabía qué hacer.

Después vino un tiempo de empezar a escucharme, a ser consecuente con lo que sentía. En todo momento él estuvo a mi lado, escuchándome, acompañándome. Sentí la libertad para seguir soñando y haciendo proyectos, aunque estos sueños me alejaran de él. Empecé a escuchar a mi profundidad, empecé a enrollarme con las cosas que siempre me motivaron y a trabajar por mí misma. Me re-encontré con mis amigos, mi trabajo social, volví a conectarme con mi fe profunda. Él continúa a mi lado. Comprendí que el verdadero amor no se estanca, por el contrario, nos ayuda a seguir soñando y construyendo nuevas metas. Me siento orgullosa porque soy profesional, porque tengo una conciencia social que me despierta y además quiero seguir estudiando, perfeccionándome, conociendo nuevos idiomas, quiero trabajar con la gente que lo necesita y sé que eso me hace sentirme plena. Me siento amada porque el hombre que tengo a mi lado me ha respetado, ha apoyado mis decisiones y quiere que crezcamos juntos, que nos desarrollemos y no pongamos límites para nuestros sueños.
Rosita Urbina T Q M


COMPARTAMOS EN PAREJA

• Para hacer más viva esta preparación a tu compromiso, te ruego compartir algunos buenos y malos momentos, junto con los sueños que has realizado en tu vida, así como lo ha hecho Rosita.


Preguntas profundas

• ¿Cuál es tu proyecto o meta para ustedes como pareja?

• ¿Cuáles son tus sueños frente a este compromiso con tu pareja?

• ¿Qué te ha dado Dios y tú que le has dado? Sé sincero. ¿Cuál es la meta que Dios les propone?

ELLA Y YO,
¿Somos de planetas distintos?

Soy un milagro nacido del amor de Dios. Con paternal acierto y sabiduría, el Creador ha puesto en mí grandes dones que constituyen mi Esencia y mi debilidad estructural y genética oculta tras una fuerza, a veces aparente.

Soy como un elástico que se estira y se encoge, con momentos de libertad y de enclaustramiento en un ciclo que no se interrumpe jamás. Fui creado para amar y ser amado; para propiciar la vida y la continuación de ella, para proveer, proteger, idear, solucionar siempre a los otros, después a mí mismo; también para ser feliz mientras enfrento yo solo cada desafío y para esconder que puedo sufrir mucho si fracaso, pues mi éxito, mis logros y mi eficiencia son la medida de cuánto valgo y lo que soy. Fui creado para motivarme y adquirir fuerzas cuando me siento necesitado por los demás, pues sentirme inútil es para mí una muerte lenta.

Necesito ser el héroe en la historia de los demás sin perder mi identidad ni sentirme prisionero, pero necesito constantemente encontrarme conmigo mismo. Me cuesta compartir mis sentimientos, pues tiendo a ordenarlos, clasificarlos y racionalizarlos. Siempre he sido autosuficiente y me gusta serlo; pero también quiero ser amado y admirado, y amar y admirar a otras personas, aquellas que confían y esperan por mí para agradecer a Dios el ser un hombre.

Para conversar

• ¿Aceptamos que somos distintos?
• ¿Nos respetamos en nuestra individualidad?


2.
“ANDAMOS” SIN CONOCERNOS
PROFUNDAMENTE


ENFOQUE

A las parejas les parece imposible aceptar esta afirmación: “ustedes no se conocen realmente”, pero para mí hoy es una realidad. “Cuando yo empecé a pololear creí conocerme y conocerla, pero no conocía las reacciones de ella y apenas las mías”. Conocer a una persona es saber con exactitud cómo es esa persona en realidad, su capacidad de rabia normal, conocer sus sentimientos profundos, conocer su capacidad de perdón, su armonía interior. Ser hombre o ser mujer significa ser personas distintas, pero complementarias. No me olvido de lo que dice Dios AMOR: “No es bueno que el hombre esté solo, hagámosle una compañera semejante a él...” no una esclava.

Fui a la casa de Carmen, en la calle Brasil. Al entrar me di cuenta del conflicto. Él le estaba gritando opresoramente: “Carmen, pásame los cigarros”. Él estaba mirando un video y los cigarros a dos metros.
Él no se percató de que yo estaba siendo testigo. Sonó el teléfono, y él con el mismo tono le ordenó que contestara. Lo saludé, se cortó y compartimos la situación. Le compartí una página del libro “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”.

Reconozco que mi visita fue inoportuna. Pero habría sido peor quebrar ese romance que tenía posibilidad de subsistir. Le hice leer algunas de estas páginas que tiene que ver con ellos. De todas maneras les dejé este manuscrito y los seguí acompañando.

“Yo no te entiendo para nada. Eres igual que tu madre. Ahora le encuentro toda la razón a tu padre que anda como el perro y el gato con la bruja de tu madre”. Y ella tampoco lo conocía en sus reacciones habituales machistas, pero que a Él lo lastimaban profundamente.

ERA MUY DESORDENADA. Aquí no se trata de saber quién tiene la razón, quien tiene la culpa; se trata de aceptar que la persona del otro es un misterio, un universo desconocido, con reacciones siempre imprevisibles. Ella no es un computador en el cual se aprieta “enter” y sale la respuesta.

La persona tiene su historia, su genética, su educación, su libertad, etc. Andamos sin conocernos profundamente; amar significa estar abierto a las sorpresas de todos los días, a veces desagradables, pero no por mala voluntad, sino porque no conocemos la misteriosa diferencia de sexos, de culturas y de lo vivido. Yo me pregunto ¿Dónde? ¿Qué escuela o universidad prepara a los jóvenes para emprender bien esta hermosa aventura de amarse sin caer en estas trampas del “amor”?

Ir preparados a no asustarse ante las reacciones desconcertantes de mi pareja para no hacer dramas, es una sabia actitud que nos puede liberar de heridas, traumas. Aceptemos este regalo de la naturaleza, para crecer juntos.

Compartamos en pareja

Te sugiero compartir algún testimonio de ustedes. ¡Ojo! No es para utilizarlo mal después y herirse.

Preguntas profundas

• ¿Por qué tu pareja merece el máximo de respeto?

• ¿Eres capaz de aceptar al otro tal como es? ¿Cuánto por ciento te conoces bien a ti mismo?
• ¿Me doy cuenta que me conozco profundamente? Explícalo.

“Yo soy como las olas”
(Esto es para las niñas)

Soy un milagro nacido del corazón de Dios.

Con infinita paciencia y ternura, el Creador ha puesto en mí grandes dones y una fuerza cuyo valor reside en una aparente debilidad.

Soy como una ola que sube y que baja, con los momentos de risa y de llanto, en un ciclo que no se interrumpe jamás.

Fui creada para amar y ser amada, para dar luz hijos de carne y del espíritu, para acoger, acunar, proteger, impulsar siempre a los otros con toda clase de valores, artes, etc., más que a mí misma.

Fui creada para ser feliz y plena con las cosas más simples y también para sufrir y llorar por esas mismas cosas.

Fui creada para necesitar a otras personas y sentirme también necesitada por ellas, no para que ayuden a arreglar mi vida, sino para sentirme amada y segura; no para que me den soluciones, sino para que me escuchen verdaderamente, no para que me digan lo que tengo que hacer, sino para que comprendan fielmente lo que siento.

Tampoco las necesito para que intenten cambiar mis sentimientos, aún cuando parezcan de sombra, errados, magnificados o distorsionados, sino para que solidaricen y sientan conmigo lo que siento.

Fui creada con la potencialidad de levantarme sola, pero necesito saber que el hombre a quien amo está allí conmigo, y me ama sin palabras en medio de la oscuridad, y me espera para subir conmigo en la alegría y dar gracias a Dios por ser mujer.

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Para conversar

• ¿Estoy en armonía conmigo?


3. YO POLOLEO NO SÓLO CON MI PAREJA, SINO CON TODA LA HISTORIA DE ESA PERSONA

ENFOQUE
Conocer a mi pareja es difícil, pero también lo es conocerme a mí mismo. Han pasado los años y no “me conozco plenamente”. Me siento tironeado por dentro, tengo una herencia genética complicada; he descubierto en mí muchas cosas decir de mis tatarabuelos. Esto constituye mi estructura.

de mi mamá y también de mi papá, abuelos, bisabuelos y porqué no


*“Ella es una lola simpática y muy querendona. Su pololo la quiso mucho, pero no le toleraba ninguna falla de su personalidad. Él se desesperaba porque la joven padecía de una claustrofobia incurable. Cada vez que debía usar un ascensor, ella se rehusaba y debía subir por las escaleras, lo que a él le indignaba. A él le parecía ridículo el miedo por el ascensor, y llegó a dudar de su salud mental. Tuvo miedo y quiso rechazarla y no comprometerse, pero pidieron ayuda a tiempo y se salvaron.

La explicación se la dio el psicólogo: ella tenía una nana que no toleraba sus llantos, y al verla llorar la amenazaba con encerrarla en la despensa oscura. Ella, asustada, lloraba con más angustia, hasta que la nana cumplía su amenaza. Esta nana la amenazaba además diciéndole que si le decía a su mamá la encerraría nuevamente, sepultando su angustia y impotencia frente al temor. A ella le afloraron los miedos incontrolables en los ascensores, y le recordaba todo su triste pasado, le reaparecía el miedo por el encierro, sentía morirse. Huía de los ascensores”*.

Al percatarse de la causa de mal, se le acabó el miedo a los ascensores progresivamente. El error del pololo consistía en juzgarla, condenarla, criticarla por neurosis. El miedo de la joven no era controlable por su voluntad. Era una alarma que debía ser respetada y tomada en cuenta con cariño, para descubrir qué necesidad vital estaba dañada. Juzgar, atacar, comparar, sacar la familia (“igual que tu padre o madre”), usar el tú, todas estas cosas matan el amor. Dentro de nosotros, tenemos un yo sensible donde guardamos en el disco duro nuestros buenos y malos momentos, heridas profundas. Si las conectamos con el SER (nuestra conciencia profunda) somos capaces de liberarnos de estas ataduras, heridas y ser normales.
Compartamos en pareja
• ¿Tienes algún ejemplo? Regálale a tu pareja un pequeño testimonio.(1 minuto)
Preguntas profundas
• ¿Cuáles son tus miedos o complejos heredados que pueden eclipsar el trato con tu pareja?
• ¿Tengo derecho a criticar alguna emoción de mi pareja? ¿Realmente conoces la herencia psicológica que le entregaron sus antepasados
• ¿Qué aspecto de tu historia genética puede entorpecer tu relación con tu pareja? ¿Cómo lo puedes superar?

. ¿Cuáles son las cualidades, dones personales que el tiene, por las cuales él se ama a si mismo y tu estás fascinada?
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Yo soy como los volantines...

(Varones)

El hombre y la mujer provienen de mundos distintos. Es como si el mismo Dios, que los creó a ambos, hubiese hecho a uno con su mano izquierda y a la otra con su mano derecha. El hombre y la mujer creen que las diferencias que existen entre ellos, contribuyen a distanciarlos, pues les cuesta entender que un reconocimiento
Amor tiene posibilidad de triunfar.
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Para conversar:
¿Qué aporto yo a nuestra relación? ¿Me complemento con lo que me entrega mi pareja?




“NOS FACINÁBAMOS”
SUPONIENDO QUE NOS ESTABAMOS AMANDO, PERO AHORA DESCUBRIMOS QUE RECIÉN ESTAMOS APRENDIENDO A AMAR


ENFOQUE

En el inicio de nuestro pololeo todo era primavera. Nos agradábamos mutuamente, y con muchos besitos, nos gratificábamos, sintiendo el cielo más azul, y el rojo de las flores, como los de sus labios, más carmesí. Creíamos amarnos muy bien. No habíamos descubierto que en este gran amor cada uno de nosotros amaba a su pareja porque sentíamos agrado en amarla, sacándole una ventaja a esa aventura. Cuando sentíamos esta gratificación rica, creíamos que eso era amar y quedábamos tranquilos, porque pensábamos que siempre sería así.

Hasta que tuvimos nuestros primeros roces o dificultades. ¿Cuáles fueron nuestras primeras e inevitables peleas? Ella me atacaba. Me indicaba con sus ojos llenos de rabia y con su dedo acusador, “tú fuiste”. Lleno de vergüenza te digo: era nuestro egoísmo, mío y de ella. No me había dado cuenta de lo egoísta que soy, me creía buenito. Cuando la abrazaba me buscaba a mí mismo, y no tanto de hacerla feliz a ella. El pololeo entre otras cosas es la capacidad de elegir, siendo distintos, realizar juntos una comunión de personas. Así podemos preguntarnos ¿en qué hemos crecido como personas? Para los creyentes el tercero invisible es JESÚS, el Señor. Para los no creyentes por el momento son los valores que le dan sentido a la vida.

La necesidad psicológica y espiritual vital para las personas y para las parejas del siglo XXI es lograr un amor profundo que si es verdadero no muera nunca: El AMOR ES ENTREGA SIN LÍMITES NI CONDICIONES NI SIN EXCLUCIONES Brota de mi ESENCIA, que es de origen divino. Este amor verdadero es desinteresado, es buscar la verdad y el bien verdadero para el otro, perdona siempre. No espera gratificación. No puedo ser tan patudo y esperar de ella que me corresponda automáticamente a las atenciones que le hago. Este amor no se vende ni se compra. Además muchas veces pasó al revés, las cosas que buscaba cada uno eran tan distintas que surgían los conflictos. Al comienzo prácticamente teníamos los mismos gustos, pero no preguntábamos cosas profundas. No había problemas, pero cuando tarde o temprano aparecieron algunos “gustos”, “formas” de actuar y personalidades, sensibilidades y reacciones diferentes a los mismos estímulos, aparecieron también los contrastes familiares: “mi mamá me enseñó así”, y el otro contesta: “a mí qué me importa, anda a vivir con tu madre”. Los enfoques diferentes de una misma situación, nos hacen descubrir que no es fácil, ni automático entenderse, muchas veces ella dice no, queriendo decir sí.


¿Cómo me libraré de estos tentáculos? Me di cuenta de que amar es una tarea de todos los días. Todos los días tengo que aprender a amar y a mejorar mi relación con mi pareja. Me di cuenta de que es distinto “amar a mi pareja”, que “agradarme en mi pareja”. Hoy aprendí que amar es poner nuestra unión en el centro de mis proyectos. Cuando busqué mi propia satisfacción, me perdí. Fui egoísta, lo reconozco, pero empecé a cambiar. Dejé de amarme a mí mismo aprovechándome de otro, y logré amar mejor. Fue difícil tarea. Ahí entendí lo que dijo Jesús “no hay amor más grande que dar la vida por el otro” en los pequeños y grandes momentos.

“EN EL AMOR SE GANA PERDIENDO”, lo que significa que cuando yo cedo, sé perder, renunciar a algo legítimo mío por el bien de ella, salgo ganando. Así aprendí a amar, venciendo mi natural egoísmo (mi yo cerebral fanático) para que ella viva feliz, para que también aprenda a renunciar por mí.

Mi amor partió super interesado, y fue madurando a medida que fui capaz de dejar de lado el egoísmo. No es que le falte interés, pero ahora es un interés centrado en ella. Lo importante es ella, tengo mucho interés en ella, pero es desinteresado. Es como mi mamá que luchaba para que yo comiera, lo que claramente lo hacía por mi propio bien, y no por el de ella. Me acuerdo con gratitud inmensa cuando acosado por la fiebre ella me cuidaba día y noche. Ella estaba sufriendo amando, no estaba gozando. Se estaba entregando y exponiéndose a contraer la enfermedad. Por eso, afirmo una vez más que partí sin amar verdaderamente, y sostengo que la familia y mi pololeo es la escuela del gran amor. Mi dilema fue: “aprendo a amar y acepto que no sé lo suficiente y me esfuerzo por aprender”, o sencillamente “si no aprendo y me resisto a amar, la vida me empujará al fracaso, por no saber manejar mis brotes de egoísmo y mi rechazo a los desafíos del amor de todos los días”.

La televisión, la radio y otros medios de comunicación abren las compuertas del hedonismo, de la búsqueda del placer por el placer, en las formas más degradantes que te puedas imaginar. La consabida frase “hagamos el amor” da para todo... muchas veces está llena de mentiras y muchas veces no tiene nada de amor; parece simple técnica, posiciones más o menos. DIOS ES EL AMOR y nos regaló un solo mandamiento “Ámense los unos a los otros como yo los amo”. El cambiar de parejas, usar artefactos para gozar más, NO ES AMOR. Mi meta sigue siendo amar como Él nos amó. El puro placer en mi vida siempre me dejó con gusto a poco, siempre quise más. Cuando aprendí a amar, descubrí el secreto de la felicidad, que es entregarme desinteresadamente descubriendo después que todo el universo es un regalo para mí.


El egoísmo nace en el “yo cerebral”, en cambio en mi ser profundo nace el amor verdadero, sin mancha de egoísmo. Pero lucharé para estar mutuamente en plena armonía.-

Hoy día abundan las separaciones, las nulidades, los amantes, y esa frase que dicen las parejas: “si no me resulta, me separo” sin luchar para superar el egoísmo que es la causa de todas las separaciones y fracasos en el amor. La relación de pareja no es un negocio que se lleva a cabo sólo si conviene y que cuando no funciona, se acaba. En este caso yo me convertí en un objeto de convivencia, tomo o dejo según mi gusto personal (eso es ser egoísta).

En esta escuela del amor, funciona el deseo ardiente de perfeccionar a la otra persona y a mí mismo en una creciente voluntad de amar, desarrollando el proyecto de vida que logra la felicidad. Cuando se busca entre dos, la felicidad constituye una comunión de personas que nos estimula constantemente a realizarnos, transformando los obstáculos de todos los días en peldaños para crecer, en lugar de chocar estérilmente contra ellos. Me di cuenta en mi vida de que cuando yo amaba valorizando a mi pareja, aparecía una felicidad espiritual sin límites. Así aprendí a amar: paso a paso, acentuando siempre los resultados positivos, y corrigiendo con tono, tino, tacto, y ternura. Por último, me di cuenta de que éramos aprendices, de que estábamos en el pre-kinder en el aprendizaje del amor. El último día de nuestra vida, vamos a presentar nuestro diploma de la escuela de la vida, como pasaporte indispensable para entrar a la otra vida de felicidad sin límites.

Carlos llegó corriendo a mi casa. Llegó con un pañuelo en la cara lleno de sangre, llorando, se lo quitó, y me mostró una herida de oreja a oreja. Su mamá, alcohólica, al no soportar las palabras hirientes de su hijo que rechazaba su enfermedad, y dándose cuenta que había vaciado todo el vino en el baño, tomó una copa, la rompió y le hizo esa herida. Yo lo consolé, lo llevé a la posta, y mientras esperábamos después de que le pusieron los puntos, lo invité a volver a su casa y a reconquistar a su mamá con palabras tiernas y amorosas. La mamá estaba muy arrepentida, el niño ya no tenía la cara inquisidora y furiosa con que miraba a su madre, ahora tenía una actitud amorosa y comprensiva con la que empezó a cambiar la relación con ella. Ella me llamó por teléfono, fui a su casa, le pidió perdón a Dios y a su hijo. Y él a su vez también le pidió perdón por su actitud, cerebral, brutal y egoísta que tenía para con ella. Y así se dio cuenta de que la madre era solamente una víctima, de que ella tenía una enfermedad y no solamente un vicio. El joven mostró una preocupación desinteresada por su madre, hasta que descubrió que amar a su mamá es salvarla, liberarla de esa enfermedad. Así despertó en ella el deseo de salir de esa psicodependencia letal.


Compartamos en pareja

• ¿Alguna vez te has sentido en las nubes, en una burbuja, y luego te das cuenta de que no era real? Comparte.

Preguntas profundas

• ¿Cuáles han sido las dificultades con tu pareja? ¿Cuál fue la causa de cada una de las dificultades o peleas?

• ¿Tienes disposición a escuchar lo bueno y malo que te puedan decir, siempre que no te ataquen?

• ¿Cómo se sanan las heridas del pasado?

• ¿Es señal de madurez guardarse las rabias, enojos, heridas, violaciones, por temor de irritar, desilusionar a tu pareja? Explica

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ELLOS CREEN QUE LO SABEN TODO Y ANDAN
“TRASMITIENDO”

Para el hombre es importante alcanzar sus objetivos por sí mismo; para él es muy relevante la autonomía. Por ello no pide ayuda, y si la mujer le ofrece auxilio que no ha sido pedido, él se ofende, pues piensa que no lo considera capaz.

Por su parte el hombre puede ofender profundamente a la mujer aconsejándole lo que debe hacer cuando ella le comunica sus sentimientos. Al hombre le es difícil comprender que la mujer sólo necesita ser escuchada con amor, abrazada y mimada, no que él le arregle su vida y le ponga metas.

A su vez la mujer encuentra su realización en el comunicarse y relacionarse, y una señal de gran amor es ofrecer asistencia, pues tratar de mejorar las cosas es parte de su naturaleza. Para ella es más importante manifestar sentimientos personales que alcanzar metas o éxitos.
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Para compartir

¿Tiene el hombre los mismos objetivos de la mujer?

¿Cuáles son las metas de ella?

¿Te ha servido para algo la intuición femenina?

5º. NOS COMPROMETIMOS
CONFUNDIENDO LA FASCINACIÓN
CON EL AMOR



ENFOQUE

Es lo más común esta confusión en las parejas. A mí me pasó lo mismo, me fasciné con mi pareja y creía que eso era el gran amor de las películas. Pero no era así, sólo era parte de la verdad. Yo me sentía atraído irresistiblemente por ella. Nos encontrábamos todas las tardes. Era el gran llamado al amor. Cuando nos llamábamos por teléfono no terminábamos nunca de decirnos piropos, cuánto nos queríamos, etc.
La fascinación era “pasiva”, era un estímulo que venía desde afuera, y mi reacción espontánea, venía sin mayor esfuerzo de mi parte. Dependían de su atractivo, del imán de ella.

Mi amor en cambio “es súper activo”, depende de mi capacidad de decisión, de mi voluntad y de la sabiduría profunda de amar. Yo decido jugarme por ella en los buenos y malos momentos. Para toda la vida. Yo decido buscar el bien de ella, estoy poniendo todo de mi parte para lograrlo, pero sin chantajes ni asfixia. Estoy cortando los tremendos tentáculos de mi egoísmo. Ella es el centro, no yo.

Yo me fasciné, me enamoré, fue un amor a primera vista; pero estaba inmaduro todavía. Ahora me doy cuenta de que nuestro amor fue una decisión de ambos para las buenas y malas circunstancias. Esto significó para ambos un desgaste psicológico grande, pero que a medida que ha pasado el tiempo es ya una delicia. El enamoramiento continúa como tal, pero no se puede manejar como un computador, está o no está, no depende de nosotros. Si yo pierdo esa magia, no puedo decir “me decido a enamorarme ya de esa persona y voy a pagar cualquier precio, con tal de que no me hagan más burlas de que estoy botella”.

El amor en cambio, depende de la sabiduría interior (mi SER profundo) en armonía con mi voluntad purificada para buscar el bien de mi pareja.

Pero entonces: ¿el amor es un deseo nacido de mi necesidad de no estar solo? No, aquí estamos hablando de un amor de pareja, de una persona mujer y de una persona hombre que están hechos el uno para el otro, para complementarse. Dos seres que estando enamorados deciden amarse de verdad y para siempre. Esta armonía de mi conciencia profunda y de mi voluntad, me ayuda a tomar una decisión, junto con la química, el atractivo del gustarse el uno con el otro. El enamoramiento no sostendrá el matrimonio el día de mañana. No puedo apoyarme solo en la fascinación, el enamoramiento y la química. Son condiciones necesarias, pero no suficientes. El fuego del amor verdadero es indispensable.

En nosotros partieron juntos la fascinación y los destellos del amor. Se parecen, se mezclan, pero no son lo mismo. Esto induce a engaño muchas veces y puede eclipsar el amor y matarlo.

Cuando desaparece la fascinación y la química, es una utopía querer seguir sólo con estas muletas, porque si el amor no existe, todo desaparece.

Esto sucede todos los días, la vida en común sin química es un infierno. Cuando esto falta, casi todos buscan compensaciones de todo tipo: amantes, el alcohol, las drogas. Casi todos estos problemas se pueden evitar si los jóvenes reciben buenos ejemplos de sus padres, o de personas mayores que den ejemplo de una armonía interior, además de tener en cuenta el tremendo ejemplo que Jesús nos regaló con su entrega. Y, por último, si tuviésemos la bendición de que la educación mundial fuera centrada en la persona, todo sería en armonía interior, con lo cual el SER toma el mando de las cosas, ya que es el dueño de casa del ser humano.

EL GRAN ERROR CONSISTE EN CONFUNDIR LA FASCINACIÓN CON EL VERDADERO AMOR.

Anoche me llamó de Temuco una joven desesperada, porque su marido, *“después de 6 meses de casados, no quiere tener hijos, no tiene muebles en casa y ayuda con fuertes sumas de dinero a los más pobres; ya no se hablan, no hacen ningún proyecto como pareja... su matrimonio fue sólo fascinación, no existió la DECISIÓN de amar primero a la pareja y después a los más pobres. La fascinación es indispensable, insustituible, pero su control no depende de mí, sino que depende de lo que despierta en mí la otra persona y acepto que el amor, en cambio, depende de mi decisión de jugármela por mi pareja. De ahí saco la conclusión de que el amor puede y debe ser cultivado, cuidado, estimulado y enriquecido con actitudes y gestos escritos, miradas que despiertan sensaciones creadoras, estimulantes y gratificantes que hacen crecer el enamoramiento, el atractivo de mi pareja, no solamente en el sentido “físico exterior” que con la edad se pierde lentamente (y aparecen las patas de gallo), sino aquello que permanece, el enamoramiento más profundo de la persona entera, la admiración por sus valores, intuiciones, sentimientos profundos. En este juego en que cada uno da lo mejor de sí, se concluye la hermosa síntesis entre amor y fascinación que llegan realmente a “fusionarse” (nunca confundirse) y en ese caso uno ya no sabe si ama, “porque está enamorado por la corteza exterior” o si está más enamorado que nunca porque ama de verdad, con profundidad interior, y es amado a su vez de verdad. Esto es una relación de corazón a corazón (de Ser a Ser)*”.

Para llegar a esa cumbre del amor humano –y cuántos hermosamente llegan– no se puede plantear el compromiso como puro “amor-atractivo” sino como atractivo (fascinación) + capacidad de amar, de jugármela por mi pareja + decisión de querer cuidar como sagrado ese amor, que es siempre frágil, amenazado por el egoísmo, por el tentador, expuesto siempre a una rutina y al desamor, sujeto a olas gigantes que pueden ocultar ese atractivo sensible, pero que lo ya vivido asegura que está vivo, aún invisible, e insensible, bajo las espumantes olas de la desilusión pasajera. La voluntad de amar soporta cualquier oleaje, el faro se aferra a la roca, y vuelve a iluminar el sendero en los momentos difíciles, reaparece la calma, la alegría de la reconciliación, de sentirse amados el uno por el otro, no sólo porque me agradas, sino porque eres tú, persona única, irrepetible, que ha sido creada por el ser más hermoso, eres el ser que yo decidí amar. Aparece aquí el momento más sublime del amor verdadero, sin trampas, sin máscaras, “sentirme amado porque sí, por ser yo persona, como soy, y no amado porque me porté bien, o porque te di en el gusto” (ya, levántate, vístete y ándate). Nunca el amor es tan grande y tan verdadero, como cuando es plenamente gratuito (sin otra explicación que el amor mismo mío y tuyo) “porque sí, porque te amo y no puedo no amarte, no puedo renunciar a ti, estés como estés, porque tú eres mi gran amor”*.

“Natalie me invitó a tomar once a su casa, de repente se abre la puerta de la cocina y aparece su pololo Claudio. Estaba en casa solamente la mamá y una hermana menor. Conversando supe que él entraba por la cocina, nunca por la entrada principal de la casa, y además, siempre que no estuviera el papá, que no quería saber nada de pololos. Ella tenía que programar toda la visita de su pololo para que no coincidiera con la presencia de su papá, aunque a veces él cambiaba su hora de llegada y era un desastre. Así pasaron los años de pololeo furtivo, hasta que ella quiso casarse. El joven, un excelente partido, un profesional con muchas cualidades personales, aceptó. Me llamaron justo cuando el papá estaba. Llegué yo primero, me hice amigo del papá y después de un rato llegó Claudio. Esta fue la primera vez que entró por la puerta principal. Todo resultó bien, se casaron, pasó el tiempo, tuvieron tres hijos, y la fascinación de Natalie por su esposo se le fue pasando, enamorándose después de un compañero de oficina y ahí acabó todo. Nunca hubo realmente amor. Confundió amor con fascinación. Se casó buscando la libertad, desafiando la autoridad paterna, y la atracción duró mientras el papá viviera, luego ya no había nada que sostuviera el matrimonio y todo terminó, quedando sus hijos con un puñal clavado en el corazón por mucho tiempo “

Si el amor humano se apoya solamente en el atractivo, habrá tantos amoríos cuantos atractivos aparezcan, y sabemos que los “atractivos nuevos” son siempre más poderosos que los ya conocidos. Si la verdad fuera ésta, el amor humano sería siempre terriblemente inconsistente, como lo es actualmente en miles de parejas. El resultado final sería que los matrimonios no podrían nunca ser realmente felices, porque sin esta estabilidad, no puede haber felicidad. La inseguridad es una amenaza constante al amor conyugal, la seguridad no la puede ofrecer la fascinación, la cáscara exterior. La seguridad debe estar basada sólo en el amor profundo, como el faro que vence las olas en los lugares más recónditos del mundo. “¿Quieres como tu legítima esposa a la señorita aquí presente, en los buenos y malos momentos, en la salud y la enfermedad, más allá de la muerte?”. El matrimonio está basado en un compromiso de vida, no sólo en una emoción.

Compartamos en pareja

• ¿Alguna vez estuviste fascinado... todavía? Testifica por favor.

Preguntas profundas
(Respondamos con tono, tino, tacto, ternura)

• ¿Qué diferencia notas tú entre la fascinación (enamoramiento) y la decisión de amar firmemente?

• ¿Cuáles crees tú que son algunas máscaras de tu amor, egocentrismo del amor?

• ¿Por qué muchas parejas teniéndolo todo se separan igual? ¿Tienen comunicación profunda de sentimientos íntimos, de respeto?



ÉL “SE ESCONDE” EN EL COMPUTADOR,
LA TELE, EL ESTADIO, EN LA PICHANGA.
ELLAS HABLAN, HABLAN, Y HABLAN...



Cuando la mujer está agobiada por sus problemas propios y/o ajenos, busca a alguien que la escuche. Esto le ayuda a ordenar la prioridad de un problema sobre otro. Ese es su modo de buscar solución y alivio a lo que le preocupa.

Equivocadamente el hombre, cuando una mujer le pide que la escuche, piensa que necesita que le dé soluciones, y así en vez de escucharla y acogerla entrega soluciones según sus puntos de vista. Por otro lado, cuando algo abruma al hombre, su instinto es encerrarse dentro de sí mismo hasta encontrar la solución por sí solo. Si el problema rebasa su esfuerzo, sólo entonces pedirá ayuda a quien considere competente en ese caso particular, pero esto sucede rara vez.

La mujer encuentra alivio en el hecho de hablar; lo más curioso es que la solución de su soledad o insatisfacción en sus relaciones está precisamente en decirle todos sus sentimientos frente a cada paso que él da para bien o para mal. Eso es madurez con contarle a sus amigas no se soluciona su insatisfacción, mientras el hombre encuentra alivio retirándose a su cueva para enfrentar su problema solo.
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PARA COMPARTIR
• ¿Nos contamos nuestros problemas? ¿Buscamos solución o alivio el uno en el otro? ¿qué busco?




6º. NOS COMPROMETIMOS…
PENSANDO QUE COMO FUE
TAN FÁCIL POLOLEAR,
SERÍA MUY FÁCIL AMAR.

ENFOQUE

Al descubrir en mi vida lo difícil y arduo que resultó amar de verdad, sin trampas, el resultado fue maravilloso, estoy feliz. Ninguna cosa fácil es maravillosa, casi nunca. Y ninguna cosa maravillosa es tan fácil, nada está al alcance de la mano. Todo lo grande y valioso exige un tremendo esfuerzo de todos los días y de toda la vida. Esto no es como una película, lo que realmente vale, cuesta conseguirlo. La gran ilusión de los pololos es creer que el amor seguirá fluyendo tan espontáneamente y feliz como en esos momentos. Pensamos que querernos –sentir el amor ardiente que nos une–seguirá siendo así hasta el final de los tiempos.

A muchas parejas les sucede así, pero no normalmente porque “deba ser así”, sino porque así sucede en la convivencia diaria. Las familias se muestran en la vida real tal como son, con limitaciones, con deformaciones culturales y temperamentales. Me di cuenta de que no existe el mal carácter: sólo existe mi carácter mal cuidado, o mal educado, con defectos genéticos o adquiridos. Al principio no se notaban y no molestaban tanto, pero con la rutina llegaron a exasperarme. Me di cuenta de que cada uno tiraba para su lado. Y aparecieron las defensas del yo cerebral que se siente amenazado, pasado a llevar, no tomado en cuenta como antes, y aparece la tentación desgarradora de arañar, de defenderme, de encerrarme en mí mismo, de empezar a desconfiar de la personalidad de mi pareja, de temer abrirme por una posible mala acogida. Las pequeñas incomprensiones se acumulan, y la persona amada en lugar de ser un estímulo como antes, aparece como una potencial amenaza, como posible rival, y las heridas se acumulan. La incomprensión siempre es dolorosa, y surge la pregunta: ¿Me equivoqué de pareja? ¿Habré elegido bien? ¿Pa qué me metí en esta cuestión? (“Mi papá me lo dijo, todos me lo dijeron”).

Este fue el momento más delicado de mi crisis existencial, que, según mi experiencia, ninguna pareja por estupenda que sea podrá evitar, es un obstáculo en el camino de la vida que a la mayoría de las parejas les sucede.

El amor adolescente es inmaduro, me caso con el personaje (lo que yo imagino que es la otra persona). En cambio en el amor adulto, el amor maduro, me comprometo con la persona, con lo que la otra persona es realmente.

No es que yo me haya equivocado con respecto a la realidad del otro, la verdad es que los dos hemos entrado en el juego sin darnos cuenta: cada uno de nosotros sin proponérnoslo, pero de hecho estimulados mutuamente, hemos jugado al “personaje”, es decir, hemos dado lo mejor de nosotros, nos hemos esforzado en presentar al otro nuestra mejor cara, en parte para conquistarlo y en parte porque el estímulo del otro era tan fuerte que no costaba nada dar lo mejor de sí. En cambio ya casados y asegurada la conquista, empieza la normalidad, la rutina, y cada uno de nosotros nos mostramos como somos, es decir, como fuimos siempre, en casa, en el trabajo, en todas nuestras relaciones y la ilusión ficticia de que todo era color de rosa se va al suelo, asoma la desconcertante realidad de que soy como soy. Y la realidad no responde a las expectativas de ninguno de los dos, y es desilusionaste para ambos. La pregunta es: ¿eres capaz de amarme realmente como soy? Cuando te casaste conmigo, ¿pensabas amarme “sólo si” y “en cuanto” te agradara? ¿O estuviste dispuesto a amarme de verdad, siempre, por mi bien, por ser yo esa única persona, cuando te complazco y también cuando no soy capaz o no me resulta complacerte?

Me pregunto profundamente: ¿quién me paga para seguir aquí en la casa? ¿Quién me manda a meterme con esta? Me dan ganas de mandarme a cambiar, y dejar todo. Para esto no valía la pena casarme.

Es precisamente en este momento que debo tomar las grandes decisiones de mi vida, tomar en serio el compromiso asumido, de amar de verdad a mi pareja, de jugarme el todo por el todo por ella, amarla como es, de enfrentar la crisis con humildad y veracidad, sacarme el tronco que tengo en el ojo, y después fijarme en la pestaña en el ojo de mi pareja, tratando de tocar a fondo la realidad, aprendiendo con calma a distinguir lo que es fundamental de lo que es secundario en la vida de pareja. Un incendio bien administrado, puede dar buenos dividendos, dice un viejo refrán.

Toda crisis puede ser transformada en un desafío para crecer a fondo, para revisar seriamente y con profundidad la propia vida y la mutua relación de pareja, siempre que esté firme en la roca de mi ser la convicción inquebrantable de que el compromiso de amarse está fuera de toda discusión, que no hay “dudas de fondo” sobre el amor mutuo (porque no hay motivos serios para ponerlo en duda). La situación dolorosa del momento no se debe desconocer, al contrario, debemos darle la importancia que tiene, tratando de descubrir la raíz del problema, sobre todo para hacer aflorar los sentimientos heridos míos y de mi pareja con delicadeza, sin enjuiciar ni culpar, esforzándome por ponerme en el lugar del otro, por comprender lo que sucede dentro de él, sin disculparme, sino aceptando humildemente los hechos, que se dieron así, haya o no habido intención de herirnos. Que haya habido buena voluntad o no, no cambia nada el dolor sufrido por la otra persona.

Lo que importa en ese momento para superar la crisis no es demostrar que no hubo intención de herir porque sería contraproducente, ya que es como desconocer la inteligencia del otro, y esto agravaría la situación. Si realmente tengo el deseo de salvar lo salvable, asumo el dolor de la otra persona sin dar explicaciones, sino sencillamente compartiendo su sufrimiento aquí y ahora, entrando en sintonía con su dolor manifestando mutuamente nuestros sentimientos de dolor.

Así se produce maravillosamente la comprensión que nos libera de las tensiones y aparece la comunión entre personas, cada uno de nosotros se siente de nuevo amado por el otro, y la crisis pasa a ser beneficiosa, aparece el sol después de la tormenta, y las olas se deshacen, porque hemos descubierto en el ímpetu de las olas que nos amamos de verdad, porque nos interesamos de verdad en lo que el otro siente.

“Ella es profesora, y él arquitecto. Ella me llamó por teléfono para que le ayudara con su hija de 15 años. Acepté después de conversar un poco y me di cuenta de un tremendo problema de falta de amor en la pareja motivado por la falta de perdón y porque él no reconocía ni expresaba sus sentimientos. A mi pregunta de si le había servido conversar, ella respondió: “Sí, estamos mejor, pero hay algo grande que no le puedo perdonar todavía”. Él la miró extrañado y ella siguió: “No te puedo perdonar que hace 15 años cuando nació nuestra segunda hija, tú me hayas dejado sola en el hospital”. Él respondió: “Pero ¿cómo? ¡Por favor! Eso ya lo hemos hablado. Ya te pedí perdón y te prometí que nunca más lo volvería a hacer. Me sentiría incapaz ahora de hacerlo, me parece absurdo pensar que es más importante el partido de fútbol que el nacimiento de mi hija”. Me miró consternado como diciendo: “¿qué más puedo hacer?” y de cierta manera insinuándome que el problema era de ella y de su incapacidad para superar esa situación y perdonar. Le pregunté a ella: “¿Cómo te llegó su respuesta?” Y me dijo “No me llega” “¿Te das cuenta de que su dolor persiste aquí y ahora? Ella está sufriendo; es un dolor vivo y presente, no un recuerdo. Haz algo ahora aquí, por ella”. Él me miró perplejo, la miró a ella con la cara dolorida y muy confundido exclamó: “No sé realmente qué hacer, la veo sufrir y me duele. Soy capaz de hacer cualquier cosa para aliviarla, pero no sé qué.” Le pregunté a la señora: “¿Cómo te llega lo que acaba de decirte?” Y ella respondió “Ahora sí que me llegó”.

Los “mensajes YO” son llegadores, en cambio los “mensajes tú” no llegan, no tocan el ser, no cambian nada. En la primera respuesta él sólo se había disculpado, él había tratado de demostrar, con razones y no con sentimientos profundos, que todo había sido ya resuelto con su propósito de buena voluntad y de arrepentimiento válidos y sinceros, pero que no tocaban el problema de fondo. Ella había sufrido por causa de él, y él con todas sus explicaciones no había reconocido los sufrimientos de ella. Al menos no había podido expresarlo. Cuando al fin lo hizo, su impotencia para aliviar la carga y el dolor disminuyó; apareció la comunión de personas, estaba hablando de ser a ser, en el mismo lenguaje de los sentimientos, y la comprensión profunda alivió la tensión.

Para resolver cualquier crisis, especialmente las conyugales, emocionales, de incomprensión de lo que le pasó por dentro a cada persona, es indispensable haber hecho ejercicio de comunicación, de expresar sentimientos profundos, para hablar siempre en los temas de amor y de amistad. La frecuencia FM versus la frecuencia AM son incompatibles.

Me he dado cuenta de que todas las personas mujeres necesitan solamente ser amadas, y no tanto ser razonadas. Ellas esperan siempre una acogida afectiva y no una cerebral. Cuando hablamos de comprensión en este trabajo hablamos de una comunicación afectuosa, emocional, al mismo nivel de la intimidad y no solamente cerebral, de las ideas y las razones. La educación que nos ha dado esta sociedad nos ha enseñado a usar el hemisferio cerebral de la razón más que el del amor. Nosotros los hombres frente a estos problemas, chocamos con las expectativas de la mujer, que espera ante todo una acogida afectiva, tierna, delicada: esto es comprensión.

Cuando fui capellán, les pedía a los oficiales, especialmente al comandante, que hicieran un rito especial al llegar a su casa: dejar sus insignias, sus llaves y sombrero en el perchero para olvidarse del trabajo. Luego les explicaba: “en tu casa, en tu hogar no rige esa eficiencia, sino otro tipo de eficiencia”. Así se empiezan a tallar las relaciones amorosas para que cada uno se sienta amado y comprendido en su intimidad. En la casa no hay subordinados ni empleados.


Compartamos en pareja

• ¿Puedes dar un testimonio de lo que te ha costado aprender en este sendero nuevo para ti?

Preguntas profundas

• Si cada uno tira para su lado, ¿cómo evitas un futuro rompimiento?

• Si atacas, enjuicias, condenas, sacas la familia y el pasado de tu pareja, ¿cómo puedes decirlo todo sin romper la alianza divina?

• ¿Cómo superas o piensas superar las crisis con tu pareja?
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NO SOY ESCLAVA DE NADIE,
SOY PERSONA COMO TÚ

A medida que madura, la mujer se cansa de sólo dar para satisfacer al otro y comienza a sentirse insatisfecha. Este es el momento de darse cuenta de que amar no es olvidarse por completo de sí misma, y de tomar conciencia de que necesita un espacio propio y de que es digna de recibir amor. Así descubre la autoestima.

Y para el hombre, madurar es pasar del estado en donde él es el centro y por lo tanto necesita y desea ser amado, a un estado en donde descubre que no le basta y aprende la satisfacción de servir, respetar a los demás y de amar. Así descubre otra forma de ser necesario.

Los hombres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten necesarios. En cambio, las mujeres se motivan y adquieren fuerza cuando se sienten queridas, escuchadas.

Para conversar

+ ¿He reconocido que mi pareja es sagrada?
+ ¿Por qué es sagrada?
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EL SECRETO ES RESPETAR Y AMAR LOS SENTIMIENTOSDE MI PAREJA

ENFOQUE

A los 40 años aprendí por fin a descubrir qué son los sentimientos, que no eran un tabú. Descubrí que no son buenos, ni malos, que son la llave que me permite abrir mi corazón y el de los demás; que me orientan para tomar decisiones en pro de valores y para evitar actitudes negativas, para crecer y ser realmente libre. Durante todos estos años que viví a oscuras me sentía muy lejano al Padre misericordioso y de los sacramentos apenas percibía algo. Que los sentimientos son el lenguaje sagrado de las Personas. Que no es cosa de las mujeres. Estaba ciego espiritualmente. Jesús los uso normalmente,”Mi alma esta triste hasta la muerte.”

Una cosa es entender a la otra persona (con mi yo cerebral) y otra muy distinta es “comprenderla” (asumirla con mi Ser profundo). Todos sabemos lo que es entender y captar con claridad lo que la otra persona nos dice: es mirar desde afuera la realidad de la otra persona cerebralmente. En cambio, comprender es mirar “desde dentro” de la otra persona (un Internet de corazón a corazón) y tratar de ver la realidad como la ve mi pareja. No se trata de darle la razón o de pensar y sentir como ella. Eso sería falso o sería perder mi propia personalidad. Se trata en cambio de descubrir e identificar las razones que tiene mi pareja para reaccionar de esa manera. Es tratar de ver como ve ella, sin juzgar si ve bien o si ve mal. Sólo se trata de ver por un momento con los ojos de mi pareja para poder “comprenderla por dentro” con raport, que es la habilidad de crear un estado de armonía, afinidad, confianza interpersonal. Esa persona puede estar totalmente equivocada, ve erróneamente las cosas porque su perspectiva es errada y, desde esa suposición, puedo ponerme en su lugar para comprender su reacción. Por ejemplo, si una persona tiene un defecto en la vista (es daltónica) y el rojo lo ve verde y el verde lo ve rojo, convencida dice que el tomate está verde cuando está rojo, podemos “comprender” su sinceridad y su error y podemos ayudarla sin herir ni descalificar. Es la única manera de evitar un papelón familiar.

En este ejemplo tratamos sólo un asunto físico, fácil de comprender. Pero cuando la percepción no es tan clara, porque los sentimientos se entrecruzan (sentimientos encontrados) y nos confunden, el comprender es más difícil y habrá que ejercitarse más para comprendemos. Pero los resultados valen la pena, pues son tan maravillosos que abren el horizonte al amor sin límites, a la felicidad de sentirse comprendidos en lo que somos, respetando nuestras intimidades.

Muchas veces me ha pasado que me pongo rabioso cuando alguien me ha expresado algún “sentimiento de sombra” o “encontrado”, sin darme cuenta de que el sentimiento no ofende a nadie, no ataca, no hiere: sólo manifiesta lo que al otro le está pasando.

En toda relación de personas se debe aceptar esta verdad fundamental:
“LOS SENTIMIENTOS SON SAGRADOS”, no se pueden juzgar como malos, buenos, válidos o inválidos, deseables o indeseables. Son así, tal cual, reales y concretos porque son reacciones espontáneas ante un estímulo y no se decide tenerlos o no tenerlos. Hablamos aquí de “sentimientos” como re-acciones espontáneas e incontrolables “íntimas”, que no dependen de mi voluntad. Como los rayos del sol, son simplemente rayos que brotan de esta estrella.

Otra cosa es una reacción voluntaria y deliberada de la cual cada persona debe responder. Sentir frío, sentir náuseas, sentir asco, sentir pena, sentir rabia, susto, preocupación, ternura y simpatía, son reacciones espontáneas e incontrolables y no depende de mí tenerlas o no, sentirlas o no. Surgen de mi propia naturaleza.

Si yo expreso esa rabia con un gesto ofensivo, con una mirada matadora, eso demuestra que no respeto los sentimientos tal como son. Al juzgarlos “malos”, “tontos” o “rechazables”, hiero a mi ser amado con descalificaciones y el resultado es que mi pareja se siente incomprendida, herida en su intimidad y profundidad, porque los sentimientos expresan aspectos íntimos de la personalidad, lo más inviolable.

PISOTEAR UN SENTIMIENTO AUTÉNTICO ES PISOTEAR A LA PERSONA EN SU IDENTIDAD MÁS PROFUNDA.

Otra cosa es la expresión de un sentimiento, mezclado con actitudes de rabia o de rechazo. Una persona que llora, sin duda es porque sufre, pero junto a la pena verdadera y profunda puede expresar las palabras con el tono inadecuado y además reflejar rechazo en la mirada. En ese caso, la pena auténticamente expresada no despierta comprensión, sino que capta el rechazo de los demás, los que responden fácilmente con su propio rechazo y la situación empeora.

Después de muchas peleas e infidelidades, Francisco Javier, desesperado, me preguntó qué podía hacer. Después que me reconoció su mal comportamiento y ante la inevitable separación, vi la posibilidad de darle una mano a esta pareja, de la cual yo fui testigo matrimonial. Entre otras cosas le hice ver que sólo la verdad llena de amor podía superar esta crisis. “Por favor perdóname”. Ella le respondió “No te creo”. Pero él estaba realmente arrepentido y quería empezar de nuevo. Ella lo recibió y todo cambió después de que ambos se pidieron perdón desde el fondo de sus corazones y sobre todo aprendieron a decirse las cosas desde el fondo de su ser expresando sus sentires.

¿Cómo fue esto? Le pedí a ella que contara todas sus penas y problemas... él sólo escuchaba en silencio respetuoso. Después le toco a él. Ella lo miraba profundamente en silencio. Él lloró intensamente, reconoció todo. Ser hombre, ser mujer es ser persona sagrada porque fuimos hechos a imagen del Creador que es infinitamente sagrada. Si somos tales necesitamos respetarnos en nuestros propios sentimientos.

La dificultad más grande que he descubierto en mi persona es no saber ponerme en el lugar del otro. La palabra de Jesús es taxativa: “no juzgues a tu pareja y ella no te juzgará. Como la trates te tratará a ti. Como la midas te medirá a ti”. Hipócrita, sácate primero la pestaña de tu ojo. ¡Cuidado! Es súper importante que, cuando mi pareja hable, yo no la interrumpa y le permita desahogarse a fondo, expresando con toda claridad sus nervios, lágrimas, emociones, los sentimientos de lo que le ha pasado profundamente. La idea es aprender a expresarse sin juzgar, sin acusarse directa e indirectamente, lo que provoca reacciones de odio. Te sugiero memorizar la lista de los sentimientos más comunes para expresarte mejor con tu pareja, están en el Apéndice.

Cuando no hay un tercero que escuche con amor el compartir de sus sentimientos, pueden intentarlo solos, pero preparándose, haciendo un buen rayado de cancha, y comprometiéndose a decir lo que se siente y a no interrumpir al otro para rectificar afirmaciones. No bastan estas técnicas sin espiritualidad (oración) “Jesús, bendice a mi pareja”.

La frase típica: “Fuiste muy duro con mi madre, no eres quién para ofenderla”, es un enjuiciamiento y obviamente una reacción de defensa. La comunicación se hace imposible ya que hemos peleado. El secreto está en aceptar los sentimientos, y lo que sucede íntimamente en nuestras personas es sagrado, no se puede tocar, no se puede juzgar, no se puede condenar ni tampoco cambiar. Los sentimientos sólo se pueden acoger, respetar y aceptar. Sobre todo, acoger, considerar los sentimientos como válidos y dignos de respeto. En un segundo tiempo se podrán dar explicaciones e intenciones. “Me sentí muy ofendida por lo que le dijiste a mi mamá”.

Yo me he equivocado mil veces y he dejado la grande con la mejor intención.

“Tuve la dicha y la desgracia de ir a una casa para realizar la ceremonia de la bendición de anillos de una joven pareja. La ceremonia salió hermosa, con la participación de los presentes. Después del brindis la mamá empezó a desahogarse expresando sus sentimientos profundos por ese hijo que tanto amaba y que se le iba. Algunas lágrimas y sollozos aparecieron, y apareció el bendito esposo que textualmente le dijo: “Ahí está la llorona” (con sonrisa burlesca). Pasó esto a pesar de que al inicio de la ceremonia expliqué con lujo de detalles lo que es entender y comprender a las personas, hablar cerebralmente y con el corazón. Me dio tanta rabia que, con la mejor disposición, me dirigí a él y le dije: “Amigo, en este tipo de cosas, lo que importa son los sentimientos, nunca se pueden descalificar como acaba de pasar en este momento”. Le pregunté a ella: “¿Qué sintió usted con el juicio de sus sentimientos?” Ella respondió: “Muy herida, sentí pena, dolor, pero no se asuste padre, esto ha sucedido durante 25 años de matrimonio”. Le pregunté a él: “¿Cómo te llegó al corazón lo que acaba de decir tu señora esposa?” Se quedó callado, bajó la cabeza y después de un gran silencio respondió, mirándola a ella: “Perdóname, me ha dolido mucho el daño que te he hecho. Nadie nunca me enseñó cómo se manejan los sentimientos”, y mirando a su hijo hecho novio, lo abrazó y le dijo: “Nunca cometas el mismo error de tu padre”. Se abrazaron y siguió la fiesta.

Hoy en día, muchas parejas al acumular heridas de este tipo durante 30 años o más, terminan separándose. Ojalá a ti no te pase.



Compartamos en pareja

+ ¿Qué diferencia hay en tu trato con ella cuando usas los sentimientos? TESTIFICA

+ ¿Se puede sentir el crecimiento espiritual en las relaciones intimas sin expresar los sentimientos, por qué?

Preguntas profundas

• ¿Qué significa hablar en FM y en AM? (“FM” = Mensajes Yo; “AM” = Mensajes Tú). Es una licencia personal

•¿Qué sientes cuando ella te dice “ya no doy más, te odio, esta casa es un infierno”? ¿Qué está diciendo con esto? ¿Le contestas en FM o en AM?

•“Pisotear los sentimientos de mi pareja es pisotearla en lo más profundo de su ser.” ¿Qué tiene de verdad esto? Puedes estar diciendo la verdad más grande del mundo, pero la forma en que lo dices puede herir profundamente.

Nota: Hablar en FM significa expresarse con sentimientos sin atacar. Hablar en AM significa comunicarse con pensamientos atacando, usando el“tú” Descalificador.

Nosotras no hablamos al pie de la letra

(Aprende a leer entre líneas)
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Los hombres y las mujeres usan el mismo lenguaje, pero le dan un significado diferente. A fin de expresar sus sentimientos, las mujeres se toman licencias poéticas y usan superlativos, metáforas y generalizaciones. Los hombres se confunden con esto, pues toman las palabras en su sentido literal, pues están acostumbrados a transmitir sólo hechos e informaciones. Ellas te dicen “No”queriendo decir SÍ: SI queriendo decir no. En primer momento, pero si demuestras que eres perseverante e insiste vas crecer.

Cuando los hombres y mujeres están a punto de discutir por un malentendido en la lectura de las palabras, es importante volver sobre lo escuchado para pensarlo o traducirlo. El hombre debe traducir lo que oye literalmente de la mujer, que tiende a pensar en voz alta pues ello le permite utilizar mejor su intuición, para transformarlo en lo que ella está sintiendo. Y la mujer debe aprender que el hombre antes de hablar o contestar necesita “masticar” en el silencio de su mente buscando la palabra o la respuesta más correcta y útil para expresarla después. Este proceso puede durar desde minutos, hasta días, hecho que desconcierta y hiere a la mujer si no lo comprende.
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COMPARTIR

•¿Somos capaces de reconocer los verdaderos mensajes?
Como novios suponíamos
Que “amándonos” nos bastábamos
A nosotros mismos

ENFOQUE

Y así fue como nos encerramos en nosotros mismos y luego apareció nuestra burbuja. Nuestros horizontes se encogieron, perdiendo importantes puntos de referencia para crecer como personas. El proceso de mantenernos en crecimiento es lo más importante en esta vida, de lo contrario es vivir en constante esclavitud y dependencia.

Nosotros creíamos que el compromiso de vivir juntos como pareja consistía en “pasarlo bien, hedonísticamente”, en ir de acuerdo en todo, en no pelear, en entendernos y gozar juntos de la vida. Todo nos parecía muy bien, pero con el tiempo apareció la insatisfacción. Toda persona normal, que está de paso en esta vida, tiene hambre de infinito, siempre quiere más. Por eso la pareja necesita que alguien ajeno a ellos los evalúe como comunión de personas. Estamos hechos para ideales altos. Ninguna “situación”, por placentera que sea, dejará lleno tu corazón. Nuestras aspiraciones, como las tuyas, son infinitas. Si aprendemos como pareja a vivir intensamente el día a día sin mirar el pasado, ni el futuro que no existe, lo podemos pasar bien como los pajaritos, que no
Tienen preocupaciones sobre el mañana y que vuelan felices.

La realidad es que somos seres humanos, no dioses; somos imperfectos, en desarrollo, no terminados Dios amor tiene la imagen tuya original, sin contaminación alguna por eso nos ama sin límites, no tiene el pecado original con una infinita capacidad de crecer; somos partícipes de la creación, hechos a “imagen y semejanza de Dios Creador”. Comprender todo esto, nos da la fuerza para solucionar todos los problemas y crecer hasta el infinito. Al tener conciencia de nuestras debilidades, evitamos cometer errores. El secreto del éxito en el amor está en una excelente comprensión y expresión de los sentimientos propios y ajenos, lo que implica que no se producen secretos ni misterios que nos impiden crecer como pareja. Así cada uno crece como persona mujer o persona hombre, sin competir egoístamente. Todos los anhelos vitales de cada uno se pueden lograr de “a poco”, y así se descubren nuevos valores, vocaciones, que aumentan el amor de pareja. Si sabemos amar y sentimos amor verdadero no frenamos ni ignoramos las aspiraciones y sentimientos profundos del otro. Amar sin máscaras es jugarse respetuosamente por la plenitud de mi pareja, desde el fondo de mi ser.

Para lograrlo no podemos encerrarnos en nosotros mismos. Tenemos el derecho de abrirnos a otras parejas, tener amigos que están creciendo junto a los hijos y como personas, que es el objetivo de la vida. Los encuentros de parejas responsables (E.P.R.) y otras comunidades de jóvenes parejas ayudan a este propósito. Aquí se produce una excelente retroalimentación, el amor verdadero crece siempre, y más aun si se abre a los demás.

El amor sano de las parejas es un camino, y no una meta. De aquí sacamos como conclusión que cada día tengo que empezar, cada día dar los pasos correctos para no quedar atrás.

Compartamos en pareja

• ¿Les sucedió a ustedes que se encerraron en una burbuja? Por favor, dale tu testimonio a tu pareja.
Preguntas profundas

Para dar sentido real a este tema los invito a hacerse mutuamente estas preguntas estando bien dispuestos los dos a abrirse y a comunicarse con detenimiento:

• ¿Es tu pareja responsable de tus insatisfacciones personales?

• ¿Sientes que adaptarse a la pareja es amarla profundamente, con vicios y todo?

• ¿Sientes que en tu relación frenas a tu pareja o la dejas ser más?

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YO SOY COMO EL SOL, ME ESCONDO PARA VOLVER CON MÁS BRILLO...

Cuando un hombre ama, necesita periódicamente alejarse para luego volver a acercarse, pues en cierta medida él se pierde cuando se contacta con su pareja: necesita alejarse para restablecer contacto con su propio yo y sentirse autónomo. Para la mujer es difícil entender esto, pues ella se aleja por otros motivos, generalmente porque se siente herida y teme que la hieran de nuevo.

El hombre se aleja para satisfacer su necesidad de amor e intimidad y regresa al punto en que se encontraba antes de alejarse. Esto puede ser muy frustrante para la mujer si ella no aprende que este es un ciclo continuo y normal en el hombre; que no debe preocuparse o ser presa del pánico y ayudarle a comprender que su regreso la alegra, pero necesita tiempo para adaptarse e intimar otra vez. No puede como él, restablecer contacto de inmediato.

Para conversar

• ¿Cuál de los dos se aleja del otro? ¿Por qué?

•¿Nos sirve alejarnos a veces? ¿Para qué?



9. NOS COMPROMETIMOS
CREYENDO QUE, PORQUEAMÁBAMOS SENTÍAMOS LAS MISMAS COSAS. DESCUBRIMOS QUE NO ES ASÍ, SOBRE TODO EN EL ÁREA DE LAS RELACIONES SEXUALES

ENFOQUE

Cuando nos enamoramos, el deseo de besarnos, de fusionarnos en un solo abrazo era mutuo y simultáneo, y también normal. Desde entonces pensábamos que lo que le pasaba a uno, también le pasaba al otro y que recibíamos el estímulo por igual, pero en realidad no fue así.

Al aparecer el compromiso, al cambiar las circunstancias, surgen reacciones más profundas y auténticas que estaban ocultas y dormidas en nuestro pololeo. No es que cambiemos tanto después de comprometernos, somos las mismas personas pero en nuevas circunstancias. En particular nos dimos cuenta de lo diferentes que somos en el ámbito sexual.

Yo como un varón normal, para realizar mi unión sexual con mi pareja a quien amo con madurez, necesito tener la excitación física, la erección de mi miembro viril, de otra manera soy “impotente”. Mi excitación llega principalmente por la vista, palabras tiernas, música suave y el cuerpo de ella con encajes negros u otros. Sé que fui hecho por DIOS AMOR. Ella es magnética, me atrae con una tremenda fuerza. Dios la diseñó dé manera que excita espontáneamente mi deseo sexual entre muchas otras realizaciones. Lo “afrodisíaco en ellos es la vista, en ellas el oído.

Yo como mujer, para tener una linda relación de amor necesito mucho más que la mera penetración. Es cierto que en cuanto a posibilidad física nunca soy impotente como el varón; incluso puedo ser violada y soportar el acto sexual con violencia, sin que se despierte en mí ninguna sensación placentera, sino sólo el rechazo impotente y doloroso. Para el varón, la humillación más grande y destructora es la impotencia sexual, la incapacidad de excitarse; para mí es la violación física, sicológica y espiritual, cuando no se toma en cuenta lo que yo siento.

Yo como varón doy más importancia a la excitación sexual que al romanticismo, belleza, pureza, cariños. Aunque no olvido mi gran capacidad y necesidad de expresar afecto y ternura en la relación sexual. He comprendido mi deber de acogerla, sabiendo que nuestros ritmos son distintos.

Yo como mujer, en cambio, tengo la capacidad y necesidad de sentirme amada en cada palabra con tono, tino, tacto, ternura, piropos salidos del verdadero amor y sin apuros, lentamente excitada para realizar la relación en plenitud. Para mí gozo comienza antes y después de la penetración. Mi sexualidad es trascendente, está abierta a la creatividad, al arte, a la poesía. Me preparo, busco ser cada vez más bella para él, hago deportes, arreglo nuestro lugar de encuentro. Danzo al Dios Amor.

Una buena relación íntima de pareja no es sólo técnica, sino un delicado y mutuo trabajo de adaptación física y sobre todo emocional; está plagada de caricias empapadas de amor, en libertad, con delicadeza y entrega espiritual; brota la donación al otro de todo mi ser; en una palabra, la comunión de dos personas de corazón a corazón (de ser a ser) que son dos “libertades” que se regalan su sexualidad trascendente para lograr el “éxtasis” que comienza, antes, durante y después de las caricias. Es una de las cumbres de la oración de los Tres, y para llegar a ella es indispensable darse un tiempo suficiente para expresar todos los sentimientos frente a los buenos y malos momentos del día. Así la noche puede ser plena, en comunión no sólo de los cuerpos, sino de seres que se aman.

Vamos a tratar este tema en particular de una manera un poco más impersonal.

La unión sexual varón–mujer puede llegar a ser la más maravillosa experiencia humana, como también la más desilusionante de las frustraciones. Si dos esposos se sienten ambos felices en la relación íntima, es porque lograron la plena comunión física, sicológica y espiritual, antes, durante y sobre todo después. Si, en cambio, no logran esa comunión, la relación sólo hace más evidente e insoportable la soledad. “Ya, levántate, vístete y ándate...”

En mis correrías por este mundo, allá muy lejos, llegué al casino. Me senté detrás de un biombo, me quedé dormido, venía muy cansado. De repente llegaron varias señoras, esposas de mis colegas. Se pusieron a conversar acerca de los buenos y malos momentos vividos con sus respectivos esposos. De todo lo que escuché me llamó la atención que varias sostenían que ellas no se atrevían a pedirle la relación, otras prácticamente aceptaban la relación casi todos los días y a las últimas les costaba mucho atinar. Lo vital aquí no es sólo entrega de sexo sino el amor profundo que hace magnífica la entrega corporal y ninguno de los cónyuges queda vacío.

Muchas veces al “compartir” dificultades con alguna de mis hijas espirituales, al preguntarle si se negaba a su esposo, la respuesta fue esquiva. Y al consultar si ella le pedía estar con él, me confesaba que nunca lo había hecho.

“*Una pareja cumplía 7 años de matrimonio. Él quiso celebrar la fecha con todo regocijo y la invitó a comer en un restaurante de lujo. Ella aceptó feliz y gozó con todo lo que él le ofrecía para comer y beber. Él se admiró de que aceptara el aperitivo, que siempre rehusaba, que comiera dos platos, que pidiera expresamente un postre complicado de larga preparación y que finalmente prolongara la cena con café y licor, inusuales en sus hábitos. Él llegó a confundirse en su anhelo de terminar e ir a la casa a disfrutar de la intimidad y se atrevió a expresar su duda: “¿Tú quieres prolongar la reunión para evitar estar conmigo esta noche?” Ella tiernamente le contestó: “Veo, querido, qué poco conoces a tu mujer. Desde que yo acepté y gusté el aperitivo, empecé a hacer el amor contigo y me fui entregando. Para mí, todo gesto tuyo era entrega amorosa, comienzo de la relación. Todo el tiempo yo estuve haciendo el amor contigo... y tú no te diste cuenta”. Él me comentó, relatándome este episodio: “Sólo después de esa noche, después de 7 años, yo empecé a entender como funciona la sexualidad de mi mujer...”*

FREUD, nunca usó la palabra “Instinkt” para referirse a la sexualidad. Usó solo la palabra “Trieb” que quiere decir “pulsión”, o sea, un poder personal al servicio del amor, vida, arte, poesía, bien social, y de la fe. Esto es lo que yo llamo sexualidad trascendental.

Ya nos referimos a que las reacciones eróticas y la capacidad de estimularse sexualmente son muy diferentes – aunque complementarias – entre el varón y la mujer. Claramente no ven el sexo, o la sexualidad, de la misma forma. Si nosotros como pareja no vemos la trascendencia en la sexualidad, no estamos bien. El varón resulta fácilmente excitable en la contemplación del cuerpo femenino, y se entusiasma ante el deseo de conquistar y dominar, hacer suya a la mujer. Él cree, al ver a la mujer sensual, provocativa, apasionada, romántica, que ella está sintiendo los mismos impulsos que él. Pero él no sabe que sus impulsos son fuertemente genitales y los de la mujer preponderantemente emocionales. Ella quiere ante todo sentirse persona sagrada, apreciada como única, acogida en sus ganas de amar y sentirse amada, valorizada en su afectividad, en sus sentimientos de entrega y de receptividad, y sólo como último acto y apenas deseado en sí, la entrega física. La mujer tiene plena conciencia de que ella es más que su cuerpo, más de “lo que se ve y se palpa”, y tiene plena conciencia de su frustración si el varón quiere poseer su cuerpo sin entrar en relación con su sensibilidad afectiva y de ser reconocida como es, en su valor.

La madurez sexual física del varón y la mujer se manifiesta de maneras muy distintas. Ella llega a ser “mujer” con la menstruación y no experimenta ningún goce físico; al contrario, la menstruación puede ser terriblemente incómoda para muchas jóvenes. Él, por su parte, llega a ser “hombre” sexualmente cuando eyacula semen. La gran diferencia es que la eyaculación – voluntaria en la masturbación o involuntaria en la polución – le produce un intenso placer sexual: el orgasmo. En ambos casos, nos referimos a la madurez física, no a la sicológica, pues tanto el varón como la mujer son maduros – o adultos – mucho tiempo después de la llegada de su madurez física.

Aunque la mujer pueda excitarse sexualmente, nunca llega a comprender la intensidad irresistible del orgasmo masculino. Ella se asusta de las reacciones de su compañero, que muchas veces llegan a ser brutales y hasta a desembocar en la violencia, incomprensible y monstruosa para ella. Eso no es la trascendencia de la que hablamos. Culturalmente el hombre hace separación entre el acto genital y el amor. La mujer en esto es más ética que el varón, y por eso mismo no hace tal distinción. A ella le resulta monstruoso incluso imaginar pagar dinero para obtener placer carnal, engañar o violar para satisfacer una pasión incontrolada.

Una joven amiga me contaba un día que en “la micro” es muy común que los hombres manoseen a las lolas o que se pongan en posiciones estratégicas para tener un contacto físico determinado. Le pregunté si se le ocurría una manera de evitarlo... y me respondió: “Pepe, me he dado cuenta de que afearse no resulta. Esto le pasa a todas las mujeres... especialmente a las más atractivas. Yo soy muy recatada, tú sabes, no uso ropa provocativa ni maquillaje... pero es lo mismo. Son los hombres los que no respetan”.

La mujer ingenuamente desconoce esta realidad y expone sus atributos sexuales sin tomar en cuenta que despierta pulsiones fortísimas tanto en varones capaces de controlarse como en otros que no han sido educados en el dominio de sí mismos.

En el matrimonio, la relación sexual es trascendente. Todo “debería” realizarse armoniosamente, para felicidad de ambos, pero no siempre la relación funciona a satisfacción mutua. La sexualidad es un lenguaje y puede expresar tanto sentimientos nobles y vitalizantes (amor, ternura, valoración del otro), como lo contrario: la manipulación, el uso, la posesión y la instrumentalización del otro, que puede expresar el egoísmo más brutal.

El punto crítico está en que la sexualidad se puede centrar sólo en el placer o en el amor puro.

El placer, don extraordinario de la naturaleza, es intransferible, “incomunicable”, personal y exclusivo de cada persona. El placer, el orgasmo, no vence la soledad. Cada individuo logrará, si lo logra, su propio placer, pero no puede hacer sentir al otro su propio placer. La sensación de gusto que experimento al comer una fruta es intransferible. La otra persona podrá comer un pedazo de la misma fruta, y sentir su propio gusto, pero nunca el mío. Quienes piensan que basta con que ambos cónyuges logren el placer sexual al mismo tiempo, se desilusionan al ver que así no se logra la plenitud en el amor. Si no llega al éxtasis, el proceso está inconcluso.

Muchas señoras se quejan de que después de la “hermosa relación”, él se queda dormido mientras a ella no le queda otra cosa que ponerse a tejer, ver tele o jugar “solitario”. Sólo logran una satisfacción física, y las personas no se comunican de SER a SER como seres que se aman y se valorizan y que regalan lo que “son”, no una parte, no sólo su genitalidad. El varón que frecuenta prostitutas logrará placer, pero nunca alegría de vivir, y saldrá de la experiencia sexual sin amor, más triste y más solo.

Hace algún tiempo, atendí a un amigo de unos 75 años que partía de este mundo. Tenía en su casa una gran cantidad de trofeos, medallas, copas y galvanos por reconocimiento de sus dones altruistas. Le pregunté entonces: “¿De qué estás orgulloso en estos 75 años?” Y él me respondió: “De haberle sido fiel a mi mujer”. ¡PLOP! Pensé yo, y volví a preguntarle “¿Y con las veinte mujeres con que anduviste?” “Eso no fue amor,” me contestó, “fue solo pasión”.

La cumbre de la auténtica sexualidad humana es la valoración plena de mi pareja, sentir y hacer sentir cuánto valemos; hacerle sentir a mi pareja que se merece la plena donación de todo mi ser: “yo quiero ser una sola cosa contigo, porque eres buena, y mereces mi ser completo”. Esta plenitud es la comunión de dos personas y se manifiesta naturalmente en el amor, pero es mucho más trascendental que el placer físico y hace sentir la “alegría”, el “gozo” de ser lo que uno es y de ser para el otro, y el otro para uno, en una “unidad” que supera toda imaginación y que sólo los que logran amarse de verdad experimentan. Aquí se hace presente de una forma inimaginable el TERCERO INVISIBLE, que es el único que no molesta en una relación de pareja, porque nos da la certeza plena de que el otro es bueno simplemente porque es persona.

“Para llegar a una confianza total con mi pareja necesité conocerla plenamente, haberla tratado con amor y tener la certeza de que también me ama, me conoce y sabe que valgo mucho para ella. Este proceso ya lleva 15 años de matrimonio y nos amamos cada vez más. Me ha servido mucho lo que nos pidió el sacerdote que nos preparó: “les pido, por el amor de Uds. y el de sus hijos, que nunca se duerman enojados”. Hace tantos años que hemos cumplido este maravilloso propósito, que ya lo hicimos nuestro.

Muchas veces en nuestra relación me enojé por tonteras. Al llegar la noche yo, muy patudamente, pretendía darla vuelta y hasta la chantajeaba, pero ella no me creía. Así no me quedaba otra que tomar la decisión de aprender a comunicarnos con los sentimientos en primera persona o renunciar a este sueño de amarnos hasta la eternidad.

Al estudiarme me di cuenta de que tengo una historia genética, que heredé lo bueno y lo malo de todos mis antepasados. Sobre todo, mi súper sensibilidad, que explota por nada, hasta perjudicar mi relación. La sensibilidad de ella tiene que ver con lo vivido. Sufrió mucho cuando chica. Ahora estoy en alerta para captar los mensajes que ella me está enviando y saberlos traducir para comprender y actuar certeramente. Cuando nos contamos todas nuestras historias personales, se abrió el telón de la comprensión, ya no sacamos cosas del pasado. Así matamos el gusano que me envenenaba (“No te creo”).

Comprendemos ahora que la verdadera y auténtica “preparación al matrimonio” no se basa en tener nociones teóricas sobre la sexualidad, ni menos en haber experimentado ya algunas relaciones, sino en “aprender a amar”, haciendo ejercicios concretos, día a día, de comprensión, de conocimiento mutuo no sólo del aspecto físico sino principalmente de la persona en su intimidad emocional, su sensibilidad, sus temores, sus sueños secretos, sus anhelos como ser único, su originalidad irrepetible de sentimientos frente a los desafíos de la vida. La mejor preparación es aprender a comunicarse, nunca atacarse, ni juzgarse. Siempre, primero mirar si tengo un tronco en mi ojo, después mirar para el lado. A ser transparentes el uno con el otro, es aprender a caminar juntos hacia el mismo ideal, conocido y deseado, un horizonte común que estimula a alcanzarlo, aunque sabemos todos que siempre es inalcanzable. Por eso dijimos que el matrimonio no es meta, es camino.
Compartamos en pareja
• TESTIFICA el cómo y en qué te has dado cuenta de que son diferentes


Preguntas profundas

• Al iniciar la relación de pareja sentíamos los mismos gustos, ¿por qué hoy ya no sentimos lo mismo si somos las mismas personas?

• El ser persona hombre o persona mujer nos lleva a descubrir y sentir en forma distinta la relación se-xual. ¿Cómo la vemos cada uno?

• ¿En qué me doy cuenta cuando mi sexualidad es sólo genital y cuando es trascendente

10. ÉXTASIS ESPIRITUAL

+ES PLENITUD PERMANENTE Y MUY INTENSA.
+ ES SALIR DE LA RUTINA SIN CAER EN BAJEZAS
+ ES DEJAR SALIR DE MI EGOÍSMO A MI ESENCIA.
+ ES LLEGAR A DIOS.+ ES UNA PROFUNDA EXPERIENCIA ESPIRITUAL.

(Un novio feliz)

Nadie ha visto a Dios Amor, pero si nos amamos llegaremos al éxtasis: el éxtasis del amor que dura las 24 horas del día.

¿En qué consiste el éxtasis de una “pareja sana”? Consiste en todo lo sublime que se vive en una pareja madura en el amor. La relación sexual plena es algo singularmente misteriosa, armónica y sin bajezas. El éxtasis la transforma en un exquisito compartir durante todo el día, que se vive de distinta forma por distintos tipos de personas, pero donde siempre se mezcla intensamente lo humano con lo divino. Es tan hermosa la comunicación profunda antes y después de una relación sexual pura, que permite manifestar y recibir ternura y delicadeza, al mismo tiempo que vivimos sabiéndonos elegidos el uno para el otro, por Dios Amor, para ser felices en plenitud. La disponibilidad que demuestro para mi pareja, que es lo más importante para mí, va dando lugar a ese “compartir profundo, con silencios, gestos, miradas y palabras que se transforman en una oración de agradecimiento porque sé que también me ama y elige”. El éxtasis se convierte en una especie de bálsamo curativo, es hacer el amor todo el día con detalles, como despertar a mi pareja con un desayuno, prepararle una tina espumante tibia, llamarla por teléfono a su trabajo, ir a verla a su oficina. Ser una esponja cuando me cuenta las grandes o pequeñas dificultades del día, sin interrumpir. Recibirla con un rico plato de tallarines, perfumada la casa y con mil gestos de cariño a quien me acompaña en la vida.

Nuestras individualidades se transforman en “un solo ser”, (como dice la Biblia) que se dona por amor y que luego continúa esforzándose para enriquecer a la pareja, en un compartir de sentimientos profundos, llenos de ternura. Qué maravilla más grande resulta el tiempo de compartir antes, durante y después de la relación sexual. Hay riquezas inexploradas y descubrimientos maravillosos que a medida que transcurre el tiempo se llenan de más intimidad y ansiedad por conocer más del otro. El amor tiende al infinito. Nos permite llegar a niveles insospechados de confianza y ganas de desarrollarnos, de hacernos crecer mutuamente. Al estar dispuestos a entregar lo más valioso de nosotros sin pedir nada a cambio, estamos alimentando nuestra ansia de infinito. Si ustedes se aman como pareja en esta forma, van a trasuntar al DIOS INVISIBLE, “Él estará entre ustedes y Su Amor dará sus frutos en ustedes y en sus hijos” (ver 1 Juan 4, 12). No somos las cosas que hacemos, o nuestro dinero o posesiones materiales, somos las personas que nos damos y recibimos con alegría, con amor, responsabilidad y placer generoso. Nos disfrutamos al comprobar que antes de elegirnos nosotros, Él ya nos tenía elegidos (ver Génesis 2, 24-25 y Juan 15, 16-17). Esta alegría es comunicativa, nos sentimos plenos porque somos valorizados en todo nuestro ser profundo, pero es un resultado que no se improvisa, que no es casual, que no es fruto automático de un encuentro pasional, sino de un lento camino de conocimiento mutuo, de una fe sólida en creer todo lo que el otro dice sentir hacia mí. Es una confianza absoluta en la sinceridad y autenticidad del otro. Se acaban las mentiras, falsedad y engaños; mi confianza pide una entrega sin garantía, plena de gozo, gratuita, porque sí, porque “te amo” y porque te amo, te creo, y porque te creo, me fío, y porque me fío, me entrego, y tú puedes hacer de mí lo que quieras. Si nos amamos de ser a ser (de corazón a corazón), Dios Amor está presente realmente entre nosotros, lo sentimos, lo vivimos. Esto implica no dejarme estar, cada día me capacito en todas las ciencias, artes, poesía. Esto es el éxtasis Espiritual.

Para compartir

• ¿Cuál es el plan de Dios Padre frente al éxtasis?
¿Cuál es el éxtasis de los santos? Explica.
¿Se puede lograr el éxtasis espiritual después de una hermosa relación sexual, completa lenta?
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Nosotras somos como la montaña rusa

En sus relaciones, las lolas se alejan para luego volver; ellas suben y bajan en su capacidad para amarse y amar a los demás. Al bajar su autoestima, la lola se siente sola y vacía, por lo tanto, necesita que la llenen de amor. Este es un ciclo constante que desconcierta al hombre, pues espera que la mujer sea fuente de placer, alegría y cariño, como cuando empezaron a amarse; si la mujer se siente infeliz, su pareja no sabe qué hacer y su reacción es enojarse, “arreglarla” como si fuese un artefacto, o dejarla sola “hasta que se le pase”.

Es entonces cuando ella necesita más que nunca a su pareja, pero de una forma muy especial; acompañarla mientras está triste, escuchar sus sentimientos, solidarizar con ellos sin enfadarse ni sentirse frustrado, ni tampoco ofrecerle soluciones, sólo escuchar de verdad evitando el impulso de influir en ella desde la perspectiva racional masculina. Sólo con su amor, atención y apoyo, el varón ya estará haciendo por ella algo que equivale al mejor regalo.

Para conversar

• ¿Sabemos estar juntos y felices en las subidas y bajadas de la montaña rusa?



11º. NOS COMPROMETIMOS SUPONIENDO, QUE PARA AMAR BASTABA,
“DARNOS GUSTOS” Y EN CAMBIO DESCUBRIMOS QUE MUCHAS VECES
NOS FAVORECIMOS “LOS MALOS GUSTOS” QUE ECLIPSARON NUESTRA RELACIÓN


ENFOQUE

Aquí el uso de los sentimientos es de primera importancia, si no los usos, las consecuencias son desastrosas. “Yo vi un vídeo porno con ella y después quise experimentarlo. Me da vergüenza recordarlo. Me sentí sucio, cómplice de esa prostitución de ambos. Por darnos esos tipos de gustos tuvimos dos semanas muy tristes, impuros y sin ganas de nada”.

Estoy enamorado, todo me parece fácil. Darle gusto a mi pareja, complacerla en todo, es placentero y al comienzo parece maravilloso. Pero unas pequeñas desviaciones, insignificantes al principio, se me volvieron incontrolables y desastrosas a lo largo de nuestro pololeo. Es normal complacer a mi pareja, darle en el gusto y disfrutar con ello, es signo de amor verdadero siempre que todos esos gestos nos hagan crecer como personas, que me acerque al autor del Amor, a mi familia y amigos. Cuando sucede lo contrario, LUZ ROJA. Es óptimo buscar el bien del otro, dar importancia a mi pareja, pero si favorezco el egoísmo en perversidades nos estamos autodestruyendo. Las malezas, al principio camufladas de amor, lentamente crecen y me invaden, se apoderan de todo el espacio y sofocan la libertad de mi pareja, que empieza a sentirse víctima explotada; el amor se enfría, el entusiasmo de amar desaparece y empieza la resignación o francamente la rebeldía. Es demasiado tarde para reaccionar; el amor se murió. “Siembra vientos y cosecharás tempestades”. Nadie es perfecto, nadie se compromete con una persona libre de defectos y de rabias incontrolables. Aceptar esto como una situación normal no significa aprobar esas actitudes ni soportarlas. Aceptar esta realidad con buen criterio significa para mí, aceptar el desafío de la vida para rectificar las conductas erróneas, algunas conscientes y otras inconscientes o involuntarias, que son fruto de mi genética y de mi falta de experiencia. Todos estamos inclinados al bien, pero somos débiles. Chile es testigo de invitaciones totalmente inmorales, que profanan las caricias sanas previas a la relación...Me da vergüenza ajena como Algunos medios de comunicación están corrompiendo a nuestra querida juventud y parejas.

MI AMOR SIN EXIGENCIAS, NOS EMPOBRECE.
TUS EXIGENCIAS SIN AMOR ME ENFURECEN.
SÓLO TU AMOR GRATUITO Y EXIGENTE ME ENGRANDECE.
CUANDO ME PERDONAS, TU AMOR SE DIVINIZA.
NOSOTROS COMO PAREJA ESTAMOS HACIENDO NUESTRO PROYECTO DE VIDA. CON CARIÑO SE LOS PRESENTAMOS.

Jaime y Sandra

NUESTRO PROYECTO DE VIDA EN PAREJA

J y S: Lo primero fue saber lo que queríamos.
S: Apenas vi a Jaime me dije: “ESTE es mi hombre, el compañero de vida que mi Padre Dios me tenía reservado”.
J: Cuando te vi, Sandrita, lo primero que sentí fue una inmensa paz y acogida. Conocerte, me hizo renacer a la vida, a la esperanza y al amor.
S: Lo segundo, nos lleva a estar bien despiertos y atentos en todo momento para oír al Señor, hacer su voluntad y dar como pareja testimonio del infinito amor que Él tiene para con nosotros.
J: Vivirnos en una docilidad, humildad y flexibilidad para perdonarnos, crecer el amor. Cambiar y superar nuestras limitaciones para llegar a ser más libres.
S: Lo tercero, que nuestro hogar esté sustentado por la presencia permanente del Dios Amor, por la calidez, la acogida y la apertura a los hijos que puedan venir a nuestro nido.
J: Que nuestra vida en común esté iluminada por nuestra devoción del uno por el otro, gratuita y generosa, buscando siempre el bien del otro y apoyarlo en su crecimiento espiritual y personal.
Este es el texto de nuestra “ALIANZA”, que también te regalamos.
J: YO, Jaime, porque te amo, Sandra, te pido que seas mi esposa cristiana. En este momento tan hermoso, me consagro a Dios Amor en tu persona y en la de nuestros hijos.

Sandra, ¿me aceptas libremente tal como soy en los buenos y malos momentos, en la salud y enfermedad, como tu legítimo esposo cristiano?

S: Sí, mi amor. Yo, Sandra Isabel, porque te amo profundamente me consagro al Dios Amor, en tu persona y en la de nuestros hijos; en los buenos y malos momentos, en la salud y enfermedades.

¿ME ACEPTAS TAL COMO SOY HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE?

J: Sí, te acepto con todo lo que soy.

Mi verdadero amor aspira a que la persona crezca, mejore, sea más plena. Me preocupo de lograrlo cariñosamente con tono, tino, tacto, ternura. Al no tener ideales claros, proyectos de vida personal; nuestro pololeo se va haciendo rutinario y nos conformamos creyendo que todo va a mejorar si hay amor. La experiencia enseña, en cambio, que los malos hábitos se refuerzan con el tiempo, los troncos de los árboles están torcidos. Enfrentar la corrección de un defecto de mi pareja es delicado, sobre todo si se trata de una adicción al alcohol o a las drogas, que son amantes que destruyen nuestro amor. El amor sin exigencias empobrece, no nos estimula a crecer. Quien ama de verdad quiere y busca el bien de la pareja y desea que el ser amado sea el mejor en todo lo que hace (profesión) y en lo que “ES” como persona. Sin embargo, para evitar este riesgo de empobrecerse se puede caer en la trampa de ser exigente sin amor, echar en cara el defecto que molesta, criticarlo porque me hiere; esto trae consigo que mi pareja se sienta atacada, desvalorizada, una basura y que contraataque brutalmente usando la misma medida, echándome en cara todos mis defectos. Esta trampa es la peor de todas porque arruina definitivamente “el compartir profundo”. Esto explica que la mayoría de las parejas, para evitar estos conflictos estériles, luego de haberlos experimentado dolorosamente, prefiere refugiarse en dejar pasar, empobrecernos. En este caso el amor se estanca, se tranca, no crece, nunca fue.

Descubrí el amor exigente cuando, en primer lugar, me maravillé de lo que es el amor sin trampas, sin máscaras, no simplemente resentimientos, sin quejas, sin lloriqueo, no respirar por la herida, sino amor, es decir un amor desinteresado, para que mi pareja sea mejor pero no por la ventaja mía, sino desinteresadamente para el bien de ella. Si la actitud amorosa, noble, desinteresada es verdadera, es inconfundible, “llega súper bien” (siempre que no haya heridas interiores), para que la corrección tenga éxito se requiere que haya un ambiente favorable (un “Kairos” que quiere decir un momento oportuno). Nunca corrijo, cuando la herida está fresca. El formar ambiente es fundamental para tratar los temas de fondo que afectan las potencialidades del ser. Lo más importante de la corrección, no está en hacer sentir mal a mi pareja (“mira que estás mal”) sino en hacerle sentir que es buena, capaz de crecer, que cualquiera se puede equivocar, pero tengo la certeza de que tú tienes todo el valor para dejar esa dependencia y que nos permite ayudarte. El secreto está en que sienta mi amor a pesar de que ella no satisface nuestro proyecto de vida en pareja.

Aquí hay dos actitudes: una correcta y otra incorrecta. La incorrecta: cambia para que te quiera; la correcta: te quiero, te amo, te regalo lo mejor que tengo para que cambies.
En la primera se coloca la exigencia como condición del amor ofrecido (amor egoísta, interesado); en la segunda se pone el amor como don gratuito y desinteresado y la exigencia viene después como respuesta esperada por el amor correspondido. Este desafío es la purificación del amor. Actuar así es crecer ambos. Es amarse de verdad. Es aceptar la realidad sin ingenuidad y sin ofuscación; es enfrentarlo con madurez y crecer en el amor responsable.*”

Cuando he tenido la fortuna de evaluar el término de un pololeo con ambos pololos, el resultado es hermoso porque normalmente es positivo, incluyendo que uno “na´ que ver” con su ex pareja. Así, el pololeo serio pasa a ser verdaderamente la gran escuela del amor. Así, las dificultades, en lugar de ser obstáculos para darse cabezazos, se transforman en peldaños para crecer, en desafíos para ser mejores.

Comprometerse es una aventura si se aceptan todos los desafíos que siempre aparecen entre los pololos. Por eso tengo proyecto de vida en pareja, en mapuche “ÑAIRA TEI” que quiere decir “siempre más alto”. Como pareja nunca podemos decir que ya llegamos a la cumbre. No se trata de no esperar nada del otro: lo esperamos todo; de otra manera nadie podría comprometerse. Pero no nos apoyamos sobre los fundamentos de nuestras ambiciones egoístas, sino sobre los dones y valores. De ahí la importancia de comprometerse con ideales altos y claros y con expectativas bajas. Muchas parejas que he conocido con ideales muy bajos y con mínimas expectativas, con amantes terribles como la coca y el licor, fracasan. “*Ojo, no confundir ideales con sueños irrealizables. Depende de mí ser bueno, veraz, justo, honesto, amoroso, en armonía interior, fiel, paciente, no abandonar nunca la lucha para crecer juntos, el resultado no depende de mí, pero el empeño y la voluntad de luchar sí. En cambio, ser feliz y tener un buen pasar, ir de acuerdo con mi pareja, vivir en armonía, tener hijos, educarlos exitosamente, son expectativas, sueños: su resultado no depende sólo de mí. Proponerme estos ideales válidos y ser fiel a ellos constantemente en los momentos de crisis, es la carta de presentación para la eternidad, donde el amor va ser infinito.

Dios Amor me invita a amar como Él nos ama. La fe es un don regalado dice Jesús, pero todo don exige la decisión de recibirlo; aceptarlo requiere una respuesta libre, de otro modo deja de ser “regalo” y pasa a ser una imposición. Al afirmar que la fe es un “don” significa que no se posee por derecho propio, no se adquiere por herencia, se recibe como un don gratuito, pero no significa que sea un don arbitrario, caprichoso, y al lote. La escritura dice que el padre Dios desea que todos se salven insinuando que no niega a nadie ese don, en el momento oportuno. Pero al regalar un don Dios amor nunca negará el otro, la libertad, este don primordial que nos hace seres humanos, capaces de amar y rehusar el amor. El falso creyente vive de expectativas: acepta a Dios si se comporta como él desea: que no haya males ni injusticias en el mundo, que los buenos triunfen en el mundo y que los malos sean eliminados; que no haya enfermedades ni muertes “injustas” (a sus propios ojos). El verdadero creyente vive de su ideal de responder con amor a un Dios misericordioso que a veces no entiende a fondo, que lo desconcierta. Al mismo tiempo, por antecedentes históricos y de parientes creyentes (en especial los abuelos), tiene la certeza de que es bueno, que pide sólo confianza plena en su Palabra. El creyente decide creerle, porque Él es la verdad, el camino, el amor pleno.

Las parejas que se comprometen responsablemente y sueñan con ideales, valores intransables, realizaran su proyecto de vida si se lo proponen, con la ayuda de esos dones y valores recibidos, de lo contrario ninguno va a ser feliz. *”

Compartamos en pareja

• Testifica de los buenos y malos gustos de ambos.

Preguntas profundas

• ¿Complacernos es un signo de amor verdadero que nace de lo más profundo de nuestro ser?

• ¿Somos responsables de crecer? ¿Es cosa de uno solo? ¿Por qué?

• ¿Amas a Dios en tu vida? ¿Cómo lo sientes?
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AMBOS SOMOS DIFERENTES Y NECESITAMOS UN TRATO ESPECIAL

Hombres y mujeres no siempre son conscientes de sus necesidades emocionales diferentes. Creen estar dando el amor que el otro necesita al otorgarle lo que en realidad él o ella misma desea recibir. Existen necesidades primarias en ambos, que deben satisfacerse antes de darle al otro lo que requiere. Estas son:


Ella necesita siempre
Palabras llenas de cariño confianza Comprensión aceptación
Respeto, tono tino, tacto, ternura apreciación Delicadeza admiración Seguridad aprobación Valoración, piropos ánimo

El mejor método en que el hombre puede satisfacer las necesidades primarias de la mujer es la comunicación profunda de sentimientos,
DE CORAZÓN A CORAZÓN y su aceptación.

El secreto para dar fuerza a ella está en no intentar cambiarla o mejorarla.

“El amor divino los cambia”

+Los lolos necesitan confianza y “no-consejo”.

+Las lolas necesitan ser escuchadas y no aconsejadas.

+Las lolas se resisten al peligro de ser heridas reiteradamente.

+Los lolos no necesitan que nadie los “mejore”.

+Las lolas no necesitan que nadie las “arregle” ni que les tengan “lástima”.

+No dependencia del otro, sino trascender con el otro.
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Para compartir

¿Qué necesito de ti?

¿Qué necesitas de mí?


12º. PARA TODOS LOS CREYENTES EN LOS VALORES Y EN ÉL





ENFOQUE

Un pequeño niño me contó que sus abuelitos casados por el civil desde hacía 50 años deseaban recibir el sacramento matrimonial. Le pedí a este pequeño apóstol que me trajera a sus abuelitos o que me invitaran a su casa. Esa tarde estaban todos los nietos. Les pregunté a los “tatas” porqué deseaban recibir el sacramento. Su repuesta fue sencilla: “Padre, hace años sentíamos que nos faltaba la bendición de DIOS. Mi nieto nos dijo que usted en una de sus clases les pidió que trataran de invitar a los papás a arreglar su situación y de rebote nos tocó también a nosotros”.

Yo les conté que todos estos años ya estaban casados, porque el matrimonio es un proceso. Les dije que se parte con el matrimonio natural y el civil, respetados por la iglesia, y que sólo faltaba completarlo con el sacramento. Les hablé sobre la espiritualidad cristiana en el matrimonio, y les precisé que en el aspecto propiamente religioso no se debía decir “nos casamos” por “la Iglesia”, como se dice “por el civil”, sino que la realidad más profunda y verdadera era que los cristianos, si creían realmente en Cristo Resucitado, y en todo lo que Él había enseñado, se “casan con Cristo y en Cristo”, es decir, toman en serio su palabra y su promesa de que “cuando dos se unen en mi nombre, Yo estaré en medio de ustedes” (La frase exacta dice: “Cuando dos o tres se reúnen en mi nombre”, pero el sentido es más real y profundo es si se unen en mi nombre). Invitar a Jesucristo en la propia vida matrimonial es darle importancia, es tomar en cuenta lo que dice y pide en cada momento y esto claramente es: “Ámense el uno al otro como Yo los he amado a ustedes”, (si lo dijo para todos, “ámense los unos a los otros”, seguramente lo dice con más fuerza cuando dos en su nombre quieren comprometerse a amarse).*”

La relación al celebrar un matrimonio religioso católico es principalmente con Jesucristo, y no tanto con los que actúan como testigos calificados (sacerdote o diácono). Ella había dicho que no le interesaban las estructuras de la Iglesia (obispos, curas, ceremonias, templos). De repente, se incorporó e interrumpió espontáneamente: “Si es así, ahora me decido a casarme religiosamente, ante Dios. Yo me había rehusado porque no soportaba que los curas se inmiscuyeran en nuestra vida”. Había descubierto lo esencial del aspecto religioso y cristiano del sacramento.

El matrimonio sacramental es una acción sagrada agradable a Dios, perteneciente a Dios, que transfigura y transforma el gesto profundamente humano de unión entre un varón y una mujer por amor, en un gesto divinizado, santificado, dejando la unión intacta como gesto y situación humanos. Unirse en el amor mutuo adquirirá, por intervención misteriosa sacramental de Jesucristo, el carácter y la significación de “presencia de Dios Amor”, presencia actuante que al ser aceptada y vivida puede transformar la realidad ennobleciéndola y dándole un hondo sentido de trascendencia. Los esposos no se amarán sólo para este mundo que pasa, sino para siempre, para la eternidad en la que creen, por la promesa de Dios.

Es cierto que todo creyente de cualquier “denominación religiosa”, al creer en Dios y al realizar según su fe una ceremonia religiosa para su matrimonio, está proclamando una trascendencia, un algo más que “nosotros dos” – lo que sucede también a muchos no-creyentes que toman en serio su compromiso matrimonial civil e intuyen cierta trascendencia – pero el misterio cristiano es más profundo pues afirma que Dios, el gran Otro, se hace presente a través del “otro”, su representante reconocido como “ministro”. “Lo que hacéis al más pequeño de mis hermanos me lo hacéis a mí”, son palabras explícitas de Jesucristo. En esta mística o adhesión de fe, el esposo no ama solamente a su esposa como mujer a nivel terrenal visible, sino como representante, ministro visible del Otro invisible (y viceversa para ella). Desde el momento en que los dos creen en este misterio, la fe les hace ver lo invisible, todo pasa a ser sagrado, consagrado por Dios y para Dios. Dios Amor no tiene manos para acariciar, no tiene labios para besar, ni cuerpo para expresar su deseo de unión, pero están tus manos, tus labios, tu cuerpo, esposo, esposa, para hacer a Dios visible y sensible, para que te sientas amado, amada por Él a través de lo que ves y sientes, lo que tocas y constatas. La relación sexual, plena, “valorizadora” será una unión sacramental, un amor que se entrega sin medida, dándolo todo. Él lo realizó en el Sufrimiento de la Cruz, los esposos lo realizan en el gozo de la comunión amorosa, pero la entrega es la misma, a pesar de la diferencia de escenarios y de sensaciones: “todo para ti y para siempre” fue real en Jesucristo, y puede ser real en el matrimonio.

Es la interioridad lo que hace real o ficticia la entrega. No es el gesto exterior, siempre ambiguo, sino lo que cada uno es y siente después de haberse entregado a la otra persona. Tampoco se trata de una entrega por pasión, que puede dar una sensación similar, pero jamás la misma, porque en ésta viene simplemente incluido el Amor.

Una señora que estaba presente en esta explicación intervino: “Yo sabía que los esposos somos ministros del matrimonio, y no el sacerdote que bendice que es “testigo autorizado” para la validez. Me pregunto si ser ministros es válido para la celebración del matrimonio y nada más”... “No, señora, es para toda la vida matrimonial, mientras quieran que perdure la relación de esposos en Cristo”.

Para dos cristianos unidos en matrimonio su unión es siempre entre tres: el esposo, la esposa y el amor divino, Jesucristo –tercero invisible– que los une y les da su “gracia sacramental”, las energías misteriosas para vencer los obstáculos de la convivencia y darle sentido de eternidad, de lo definitivo. La experiencia enseña que cuando el tercero invisible en el matrimonio no es tomado en cuenta y es dejado a un lado, aparece infaliblemente “la otra” o “el otro” amante visible en el matrimonio. Faltando el amor, no se resiste el vacío.

La indisolubilidad y su garantía de fidelidad no son cosas dadas, ni realidades entregadas como paquete que puedan guardarse en una caja de fondo y protegerlas de los robos. Son elementos espirituales dinámicos, valores que se cultivan si existe la decisión de querer cultivarlas, apreciando su riqueza vitalizante, defendiéndolas de sus enemigos: las tentaciones de la felicidad momentánea, de la aventura que satisface la vanidad de los inmaduros y superficiales, que se ilusionan, que creen que “todo lo nuevo es mejor” y caen en la trampa de sólo trasladar el problema, quedando siempre igual de insatisfechos, porque repiten los mismos errores.

Nadie se atrevería a proponer: “pololeemos por ahora”, y menos “casémonos, pero si nos va mal, nos separamos”. Para cultivar la fidelidad y aceptar la indisolubilidad, se requiere haber descubierto su valor, como elemento fundamental del amor apreciado como un “bien” del que vale la pena disfrutar, porque es constitutivo de la felicidad de la pareja y de los hijos, y si es un bien tan indispensable, luchar para conservarlo sin desanimarse y no abandonar la lucha, incluso frente a una dificultad seria. El verdadero amor crece siempre. Un día en la celebración de los 50 años de casados les pregunté en la ceremonia (cara de palo): “Don Aníbal, ¿cuándo ha amado más a su señora esposa?”. “Ahora, Padre”. El aplauso de sus casi 200 descendientes no se hizo esperar.

La fidelidad no es una cualidad que se posee, ni sólo un ejemplo para ser imitado. Como toda “relación”, vive de estímulos internos (formación) y externos (Ho-rrespondencia y reciprocidad entre la pareja) y se alimenta con “actos de fidelidad”, la elección de querer ser fieles. La amistad se cultiva con actos, con actitudes de amistad; el amor, con actos de amor; la fe, con actos de fe; la libertad, con actos de libertad verdadera, que hace dueños de sí mismos. La virginidad espiritual consiste en ser fiel a mi pareja humana y divina, a mí y a mis valores.

No es libre quien es esclavo de un vicio, de una pasión que se mide por grados degradantes, de un hábito que lo domina, quien es víctima de una situación que no controla. La libertad es tener el coraje de amar sin medida gratuitamente a mi pareja. Mientras más cerca de Dios Amor, más libre seremos. Porque Él es la máxima libertad.

Nadie puede asegurar su fidelidad por todo su futuro, porque no lo conoce y no está todavía en sus manos, pero sí puede asegurar su decisión actual, sincera y responsable de querer comprometerse en cultivar ese valor, en continuo cambio.

Dice el Evangelio: “A cada día su afán”. Cada día las parejas (cristianas o no, pero auténticas) renuevan su decisión y alimentan su fidelidad, sin expresa manifestación tal vez cuando todo funciona bien, pero con decisiones y revisiones conscientes cuando aparecen señales de peligro.

El cristiano, en la prueba, conserva la certeza de que Dios es omnipotente, que Él primero quiere la felicidad compatible con esta tierra para los esposos, que está interesado en cumplir su promesa de “estar con la pareja hasta el fin” y que siempre ofrece su ayuda, si se pide y se acepta. Dios es el más interesado en que se lleve a buen término Su proyecto, porque el matrimonio es un sueño y un proyecto de Él y no de los hombres.

Cuando a veces me cuentan lo mal que están, y pregunto: “¿Hace cuánto tiempo que no pisan un Templo?” La respuesta más común es: “Desde que UD., nos bendijo. Hace 16 años.”

Es cierto que muchos matrimonios fracasan, a pesar de ser creyentes y cristianos los esposos. Es cierto también que si uno, o a menudo uno y otros, ha descuidado por mucho tiempo cultivar su relación con Dios, ha sido infiel a Dios, normalmente llevan esa infidelidad al matrimonio. Siempre hay posibilidad de pedir un milagro, pero sabemos que son muy raros, a lo menos los visibles.

No quiero insinuar con esto que exista la ecuación perfecta: “Buena relación con Dios = buena relación conyugal”. Hay causas de fracasos que superan toda buena voluntad y disposiciones espirituales “santas” o irreprochables (enfermedades psíquicas, inmadurez psicológica, errores sobre la identidad verdadera psicológica de la persona, presiones sociales que invalidaron el consentimiento libre), causas que la misma Iglesia reconoce como portadoras de nulidad matrimonial desde el acto fundacional del matrimonio. Nadie puede asegurar a simple vista un resultado final feliz de una relación de amor verdadero que se inicia. Pero sí se puede asegurar que en condiciones “normales” de preparación, como son una preparación seria y un cuidado responsable del amor mutuo, aprovechando todas las ayudas que están disponibles, una pareja puede tener la certeza fundada de llegar a la meta deseada. “El amor (si es verdadero) es más fuerte... y es para siempre cuando es maduro sicológicamente”.

El viento fuerte apaga una vela, pero enciende más una hoguera. Si el amor es fuerte, crece frente a las dificultades.

Para construir un edificio de 50 pisos se necesita roca firme (FE), cemento bueno no vencido (AMOR MADURO), áridos, ripio, arenas, agua dulce (comunicación PROFUNDA), fierro (HIJOS), un plano, un proyecto (UN PARA SIEMPRE). Si al edificio le falta uno de estos ingredientes, se cae el edificio. Ídem en tu pareja, si a tu pareja le falta una de estas cosas se va a pique tu relación.

Los medios y ayudas que Dios siempre ofrece a sus seguidores a través de la Iglesia – además de la oración personal y conyugal o familiar – es la Palabra sagrada, los sacramentos, el contacto con Jesucristo a través de signos visibles: la Eucaristía que es la comunión con Él, y el sacramento del perdón y de la misericordia de Dios que purifica las raíces del propio egoísmo y sana las desviaciones del orgullo, los grandes enemigos del amor. Humillarse frente a Dios es el primer paso para enmendar rumbos.

¿Qué les ha dado Dios a cada uno de ustedes? Todo, me dirás. ¿Y qué le das tú de un valor infinito como Él se merece?

La Eucaristía tiene un valor infinito para el matrimonio. En la segunda elevación le regalamos al Padre lo que a Él le fascina. A su propio Hijo vivo. La cumbre del amor es la comunión, y la comunión es la entrega sin reservas entre dos personas. La entrega sin reservas es propia de Jesucristo en la Cruz, que se realiza sacramentalmente en la comunión en la Misa. Él se entrega, “se deja comer”; en su gesto simbólico te está diciendo: “Has de mí lo que quieras”, “Estoy disponible a tu voluntad”, pero para que tú lo representes a ÉL frente a tus hijos y frente a las familias del mundo que te rodean, actuando como su ministro.

Una buena comunión exige que los dos actúen igual. Que también yo me entregue y pueda expresar como Él, “has de mí lo que quieras, estoy disponible”. Si no hay esa reciprocidad, yo cristiano trago hostias pero no comulgo verdaderamente; poseo, pero no entro en comunión.

La pertenencia no es posesión sino consagración de amor, que siempre hace crecer a la familia. María le dio todo a El, es la más grande entrega humana a Dios Amor.

Conclusión: al mejorar la comunión eucarística mejorará infaliblemente la comunión conyugal y al mejorar la comunión conyugal, mejorará indiscutiblemente la comunión con la familia. Todo se reduce a un problema de amor, de amar bien. La vida es una sola. Mejorando la capacidad de relacionarse, mejoran todas las relaciones, con Dios y con el prójimo, y el más prójimo es el más próximo, el cónyuge, que representa más que nadie a Dios. La fe ilumina el matrimonio y el matrimonio ilumina la fe. Lo más grato para un padre son sus hijos. Lo más grato para el Padre Dios es su Hijo Jesús. En la Eucaristía, la asamblea en voz alta y solemne hace este gesto (levanta la copa con el Cuerpo y la Sangre) con estas palabras “En nombre de toda la humanidad te ofrecemos lo que más apeteces, tu Hijo, bajo las apariencias de pan y vino. Por Cristo, con Él y en Él...”

Como segunda conclusión puedo afirmar que, para los cristianos, el matrimonio es y debe ser camino de armonía interior profunda, vocación para agradar a Dios. Es el gran camino del amor, para cumplir el gran mandamiento. Los cristianos casados, en su fe, pueden asegurar la felicidad en este mundo y tener la confianza inconmovible de recibir la felicidad definitiva en la otra vida. “Tú, Juan, eres simpático, pero no eres Dios..., Matilde, eres hermosa, pero no eres Dios..., pero si amas intensamente a Juan estás amando intensamente a Dios, haciéndolo presente a Él; si lo rechazas, lo estás rechazando a Él”.

Compartamos en pareja

• ¿En qué te ayuda la fe para vivir las cruces y las flores de tu relación? Testifica.

Preguntas profundas

• ¿Quién puede perpetuar este amor para siempre? ¿Cómo?

Además de mi persona, ¿qué otras presencias viven dentro de mí?
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Pensando en voz alta

La ética de la pareja es el mismo comportamiento del Creador, arquitecto de todo lo que existe, es el mismo que se vincula con su pueblo. Él establece un comportamiento, una alianza con su pueblo a través de los 10 mandamientos por medio de Moisés. El Creador propone su ley para facilitar el encuentro personal y social con el mismo Señor de la vida.

Se hace mucho más evidente en el encuentro amoroso con estas palabras: “ya no los llamarán más ciervos sino amigos del alma, hijos muy queridos...” luego no hay una posibilidad de una vida moral limpia, bella, gratificante, profunda sin el sacramento del amor donde la pareja se revela la presencia del Tercero Invisible, pero que está. “Nadie ha visto a Dios, pero si ustedes se aman en profundidad, Dios está en medio de ustedes y su amor se dilata entre ustedes (1 Juan 4, 7-21)”.

El sacramento del matrimonio es una revelación del mismo Señor. San Pablo lo dice: esposo, esposa; Cristo–Iglesia. Así como nunca Jesús fue infiel a su iglesia (su pareja), así ÉL invita a todos los esposos a ser fieles a sus respectivas parejas.

Este amor de parejas, por ser humano, siempre necesita conversión al primer fervor de la “luna de miel”, esto es ser ministro fiel del Señor el uno para el otro, así van realizando una comunión trinitaria de personas. El amor no son cosas que se dan o reciben. Mi sexualidad no es cosa para mí mismo. Si solo busco el orgasmo, me estoy cosificando, comprando y vendiendo mi sexualidad.

Si no nos sentimos persona en nuestra relación, nos sentimos vacíos, nos utilizamos mutuamente.

El otro día escuché a un joven esposo muy preocupado en busca de un segundo varón para darle en el gusto a su “dispareja” que tenía el antojo de tener relaciones con dos hombres simultáneamente. Ella está acostumbrada a ver videos mientras incursiona. Usa a su marido como objeto, lo convierte en una cosa, lo cosifica.
El verdadero amor no cosifica nunca.
Imposible mejorar nuestra nación si no hay buena comunicación de personas partiendo por una sexualidad sana, solidaria, trascendente. La ética del siglo XXI es dejar que Dios trascienda desde mi sexualidad trascendente a la Familia.


13º. NOS PUSIMOS DE NOVIOSSUPONIENDO QUE ESTÁBAMOS HECHOS EL UNO PARA EL OTRO, AUNQUE ÉRAMOS TAN DISTINTOQUE PARECÍA QUE VENÍAMOS
DE PLANETAS DIFERENTES


No se trata de oponernos,
Sino de complementarnos y ser uno en el amor.

ENFOQUE

Ambos, mi pareja y yo, somos PERSONAS, iguales en dignidad, ni más, ni menos. Fuimos creados con la tremenda capacidad de relacionarnos y con una profunda sed de ser felices. Tenemos las mismas limitaciones y tendencias degenerativas aunque no se expresan de la misma manera en uno y otro.

El ser humano completo, capaz de ser fecundo, es varón y mujer: un solo ser en el Amor, los dos para ser una pareja. Sólo en la unión son plenamente lo que son cada uno. La mujer verdaderamente femenina estimula al varón a ser varón, distinto de ella, pero para ella. El varón verdaderamente viril estimula a la mujer a ser lo que es: mujer plena distinta de él, pero para él. Son el uno para el otro. “No es bueno que el hombre (ser humano completo) esté solo. Hagámosle una compañera (no esclava), semejante a ÉL”. La persona hombre y la persona mujer han nacido en primera instancia para amar y recibir amor, que es la necesidad sicológica vital más importante. Al “encontrarse” el uno al otro, cada uno descubre su propia “limitación”, su soledad y aquí se despierta naturalmente el amor, el descubrimiento de que cada uno está hecho para el otro, para estar juntos “ser más, crecer juntos”.

Aquí brota la felicidad, el gozo de sentirse plenos, realizados y constata cada uno que sin el otro no es plenamente uno, en este sentido hablamos de complementariedad. En este sentido decimos que la mujer llega a ser mujer bajo la mirada profunda del varón y viceversa, el varón llega a ser varón bajo la mirada profunda de ella. La humanización es recíproca. Para realizar esta unificación, además de amar, es indispensable ser útiles para el otro y para la sociedad, y trascender en su capacidad de relacionarse, sus valores, sus dones, sus cualidades artísticas, sus intuiciones, su intimidad: ésta es la raíz del amor, de la capacidad congénita de amar, de descubrir que cada uno es una sola cosa con el otro, una mismidad para el otro. En cada encuentro brota espontáneo e irreprimible un mensaje de aceptación o rechazo, incluso cuando está matizado de cierta indiferencia. “Yo no soy ni mueble ni fetiche sexual de nadie”...

Para este encuentro cara a cara, de ser a ser, de corazón a corazón, para poder asumirnos realmente, es indispensable compartir nuestros sentimientos de luz y de sombra, que nos vitalizan, nos hace ser más para el otro, sin dejar de ser originales. El ser mujer y ser hombre, nos mantiene originales aunque siempre con la mirada del otro, es decir para el otro, para una buena comunión para ambos. La pareja que no toma en cuenta esta originalidad, la unión con el otro y para el otro, es egocéntrica y mata el amor.

“Nosotros como pareja estamos participando activamente de esa tremenda decisión de amarnos en las buenas y en las malas, en salud y enfermedad, en la pobreza y abundancia. Muchas veces estuvimos sin hablarnos ni mirarnos durante meses, esta relación ya no daba más... pero no nos separamos por esta hermosa decisión.

“Nos dimos cuenta que amar es mucho más que esforzarse para “pasarlo bien juntos”. En el nido era todo maravilloso, pero durante el día nos pasábamos peleando. Amar es jugarse por la plenitud del otro, hacerse corresponsales del desarrollo vocacional de la otra persona, (la primera responsabilidad mía es ser yo mismo, sin vicios ni dependencias, ser buen acompañante del camino original personal de ella, no solo en lo profesional, maternidad, paternidad, sino en la trascendencia).

“Ni yo ni pareja somos esclavos de nadie. Reconozco que yo he atropellado mil veces a mi pareja, por esto le pido perdón”.
• En esta “familia de fe” de este siglo nadie es más que nadie, ni menos que nadie.
“*¿Me llevaste el traje a la lavandería?
No soy tu empleada...

Por supuesto, si fueras empleada al menos sabrías hacer bien el aseo...”*

“Una de las máscaras que yo tengo es mi orgullo: no acepto “pelos en lomo”, por eso nos llevamos peleando. Lo peor es que por eso llega tarde y yo lo espero con todas las furias que tengo. Estamos mal”.

La idea es lograr nuestra sexualidad trascendente, que es hermosa. La sexualidad no es solamente genital, es mucho más que eso. Es trascendental, creativa, es el poder personal de la pareja, es la capacidad que tiene de ser cocreadores en todo el sentido profundo de la palabra (arte, música, poesía, desarrollo cultural digno, hijos, vida). Esta sexualidad no es un INSTINTO, sino una capacidad al servicio del amor, de la vida, es una pulsión: “Trieb” (como lo llama Freud), Hacia la plena libertad

Para unirme a mi pareja necesito desnudarme sicológica y físicamente. Para unirnos, descubrimos la transparencia de los sentimientos, lo que es cada uno por dentro, no sólo por fuera. No es mi sexualidad la que me hace inventar el amor, es el amor lo que nos rebela lo que podría ser la sexualidad plena, trascendente, la que da sentido. La sexualidad es lenguaje limpio del amor, pero todo lenguaje tiene sentido si se expresa con respeto y amor maduro, verdadero.

El vocablo “agua” no moja a nadie. La palabra “amor” tampoco hace feliz a nadie. Si la palabra “sexualidad” no lleva ni comunica lo que debe contener (amor profundo) pasa a ser la gran mentira, un espantoso engaño. ¡Cuantas lágrimas de soledad, penas después de un abrazo efímero entre las olas de una ternura, llenos de espumas vacías!

Dios providente hace llover, regala la luz, fertiliza la tierra para todos los buenos y malos. ¿Quién las aprovecha más en la naturaleza, las flores o las malezas? La diferencia está en que la maleza, como la cicuta, crece sola (egoísmo, orgullo); las flores en cambio (el amor, máximo valor) sólo crecen bajo un exquisito cuidado. Mientras mayor sea el cuidado, más preciosas y delicadas son las flores. Así es el corazón humano: los vicios y los defectos crecen solos; en cambio la virtud, valores, la fe, justicia, sentimientos y cualidades, sólo dan frutos después de un intenso cuidado y decisión.

“Mi maternidad auténticamente humana no está en mi útero sino en el desarrollo de mi buena relación de pareja. Y será mucho más plena con el nacimiento de nuestro hijo”.

Hoy nuestra sociedad pisotea la sexualidad trascendente y hemos sido testigos estos años de violaciones de todo tipo. ¿Qué nos está llevado a embrutecer a hombres y a mujeres que no respetan la niñez, actitud que ni los animales tienen?

“Cállate, idiota”. El reaccionar bruscamente, groseramente es espontáneo, brota de un ser contaminado, mal educado; pero no contestaré de la misma manera, sino que controlaré la respuesta: “¿Señor, por qué me trata así?”. Diré lo que siento con respecto a las actitudes del otro: le diré que me ha herido, que me duele en el alma, pero sin herirlo de vuelta. Esto es humano, sin contaminación de orgullo.

Hay que afirmar que no existe el mal carácter, el mal genio por naturaleza: un mal carácter es sólo el fruto que resulta de mi inmadurez enfermiza, de la mala educación durante mi desarrollo.

La persona hombre y la persona mujer estamos hechas para crecer juntas, para comunicarnos, para intercambiar nuestras riquezas personales, para realizar el misterio del amor, para darnos gratuitamente. Cada uno es feliz cuando hace feliz al otro, goza cada uno de que el otro sea más pleno. En el amor verdadero no hay envidia, no hay temor.

“Ninguno de nosotros dos es perfecto. El otro día nos dijimos todo lo que nos hacía crecer, lo que nos molestaba y lo que nos fascinaba de cada uno como persona. Después nos abrazamos, no dimos un hermoso beso y mutuamente recordamos la decisión escrita en nuestro proyecto de vida, que proclamamos en el día de nuestra consagración matrimonial. Las afirmaciones como “¿Y esa cara? ¿Qué te pasa? ¿Otra vez estás llorando?” están de más en esta pareja”.

“He logrado no atacar y dejar perplejo a mi hombre frente a sus juicios, le digo: “Te veo molesto, triste. Me interesa mucho saber en qué te sientes ofendido. Me da pena verte triste: si te he ofendido, perdóname”. Si él tiene interés en ser escuchado, es muy posible que se abra, que manifieste la causa de su malestar. Antes, muchas veces parecíamos enemigos irreconciliables. Pasamos semanas sin hablarnos. Nos dimos cuenta a tiempo de que esto era caldo de cultivo para el odio y los resentimientos. Comprendimos que cada uno de nosotros tiene una herencia genética de cuatro generaciones que alguna marca nos deja”.

Nuestras diferencias entre hombre y mujer son genéticas también (útero interior y testículos exteriores), difíciles de manejar. No basta la química, se necesita mucho cuidado, sumo cuidado, para realizar el plan de Dios responsablemente.

Compartamos en pareja

• ¿Puedes testificar sobre las ventajas y desventajas de ser tan distintos?

Preguntas profundas

• ¿Qué pasa conmigo cuando descubro que la persona con la que me comprometí en un comienzo es totalmente distinta: irresponsable, inmadura, infiel, cleptómana? ¿A qué se debe? ¿Nos conocíamos profundamente?
• Al ser de Marte y de Venus nos diferenciamos en muchas cosas, pero ambos somos seres humanos ¿en qué nos diferenciamos? Especifica.

• ¿Qué pasa con nuestra pareja cuando uno de los dos adopta un rol dominante?

• ¿Está hecho el ser humano para compartir su vida con una pareja?
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NOSOTROS (VARONES), NO SABEMOS GENERALMENTE PELEAR CON AMOR,
ELLAS A VECES SE CALLAN O FINGEN

Existen cuatro actitudes que se adoptan para evitar sufrir los daños en una discusión: pelear, huir, fingir o plegarse. Cada una de ellas ofrece un rápido beneficio que a la larga deteriora la relación.

Pelear: actitud masculina. Supone que si manifiesta ira y grita, intimidará; así es.

Huir: también actitud masculina. Aislarse y no hablar después da píe a una aparente armonía que sólo consigue desvincular los sentimientos de pasión y afecto que antes los unieron.

Fingir: actitud de tipo femenina. A fin de evitar sufrir daño, hace como que el problema no existe; fuerza una sonrisa y aparenta ser feliz y estar contenta con todo. Así, sólo consigue negar sus deseos, sentimientos y necesidades para evitar la posibilidad de conflicto. Esto crea un resentimiento que bloquea la expresión natural del amor.

Plegarse: también una actitud femenina. En lugar de discutir, cede, asume la culpa y responsabilidad por lo que disgusta a su pareja. Evita a toda costa el rechazo para así ser requerida por todos, renunciando a sí misma, creando de sí una persona deprimida porque pierde su identidad.
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Para compartir
¿En qué situaciones asumes estas actitudes?
• ¿Cuál de estas actitudes podrías tú eliminar ahora, para ser tú mismo?


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14º
Nos decidimos a ponernos de novios para siempre suponiendo que teníamos una muy buena comunicación, en cambio descubrimos que solo alcanzábamos una buena
Conversación de cerebro a cerebro y no de corazón a corazón

ENFOQUE

Aprendimos el año pasado a comunicarnos de corazón a corazón, hoy nos sentimos felices ya que estuvimos a punto de separarnos. Antes solo conversábamos cerebralmente, fríamente sin sentimientos hasta nos faltamos el respeto. Este compartir de SER a SER es profundo, es comprometedor, es verdadero, expresa sentimientos que me hacen cambiar, producen desafíos, corre riesgos. Es fácil conversar, es un arte comunicarse de ser a ser, pero este compartir siempre enriquece, cura las heridas, hace crecer el amor, la simple conversación sólo entretiene, es cerebral y nos dejaba vacíos y solos.

Para nosotros la palabra compartir es muy significativa, porque es el método practico para expresar los sentimientos iluminados por la propia sabiduría interior que se expresa con amor sin romper los platos y sale el sol. Aquí aparece el verdadero amor porque regala la propia intimidad que es la máxima riqueza de la persona, su originalidad y aumenta el sistema inmunológico de la salud física y sicológica.. Así tengo mejores defensas para evitar tanto mal que nos asecha.

Es más fácil detenernos en placer y gozar y gozar. ¿Qué me queda, que frutos da mi vida, que trascendencia? El mayor peligro de los novios es la superficialidad, ofrecer al otro la cáscara del placer y guardarme para mí por miedo la propia riqueza interior, la intimidad personal, lo que soy por dentro. Si yo me pudiera ver mi interioridad con estos ojos no podría seguir viviendo. Mi Ser profundo es bellísimo. Lo hizo DIOS amor.

Aquí entiendo por compartir en primera persona, involucrándome poner en común lo intimo de mi (sentimientos profundos) de lo que yo siento por dentro, que es siempre original, único exclusivo e irrepetible y que sólo yo mismo conozco y valorizo al máximo. Lo que sucede dentro de mí son reacciones espontáneas a cualquier cosa que me pasa, no importa si esas reacciones son causadas por algo fuera de mí (una palabra, un gesto) o dentro (un recuerdo, un pensamiento, una imaginación) la reacción espontánea a ese estímulo es lo que se produce por dentro de mí sin que yo lo quiera o no. Suceden.

Así a estas reacciones las llamamos “sentimientos” que es la voz del alma. Lo que yo siento realmente que no depende de mi voluntad. Sacamos entonces de esa verdad la primera conclusión: Los sentimientos, siendo en sí reacciones espontáneas no controlables, son algo natural ni bueno, ni malo (moralmente hablando); son y pueden ser, agradables, pueden expresar alegría o pena temor o rabia simpatía o antipatía, cercanía o rechazo (odio), ternura o asco a todos estos yo les llamo sentimientos de luz o sentimientos de sombra (como la luz de los semáforos) así como yo puedo sentir hambre o frío en lo físico siento reacciones espontáneas en lo emocional. Primera conclusión: debo reconciliarme con mis sentimientos, aceptarlos como son y reconocerlos como mensajes, avisos, que me adviertan que esta pasando algo en mi, son señales de una cierta necesidad no satisfecha (pena, rabia, temor, susto, o si es satisfecha alegría).

Esta segunda conclusión señales, mis sentimientos no pueden ser desatendidos. Están hechos para ser tomados en cuenta, para guiarme en mis decisiones. A estos sentimientos debemos darle salida, abrir la ventana, están hechos para comunicarme con los demás, para entenderlos mutuamente. Para crecer siempre y amar, no es destruir.

Si mi sentimiento surge y yo no lo expreso se encoge dentro de mí mismo y se vuelve resentimiento, y al reconcentrarse estalla de repente sin poderlo controlar (ataques de llanto, rabia, pánico o de hilaridad descontrolada).

Tomar en cuenta mis sentimientos no significa tomar en cuenta mis reacciones exteriores, mis “actitudes”. Los gestos, las actitudes, las palabras dependen de mi voluntad están bajo mi responsabilidad. Porque siento “rabia”(sentimiento) no esta dicho que tenga que gritar a todo forro, no esta dicho que tenga que golpear( actitudes); pero si siento rabia, debo darme cuenta que siento rabia y acoger este sentimiento espontáneo y “encausarlo” hacia donde quiero y decido llevarlo. El dominio de mí es válido y necesario pero lo que “hago”, no es válido ni es conveniente para lo que siento.

Al aprender a “distinguir” mis sentimientos y a “respetarlos” como reacciones naturales no juzgables como buenas y malas, sino solo como agradable o desagradables, favorables o “desfavorables” (tarea no fácil, porque no se enseña en la “U” ni colegios), aprenderé a “respetar” como sagrados estos sentimientos de las otras personas, especialmente de mi pareja. Si mi pareja me dice “me dolió lo que me dijiste” no le contestare, nunca con una disculpa o menos con una “si fue una broma”, porque la haré sufrir nuevamente, la primera porque le dolió (con razón o sin razón) “me dolió es sagrado”, y la segunda porque al darle una explicación quise justificarme quise hacerla pasar como tonta. Un sentimiento debe ser expresado, debe ser tomado en cuenta y respetado, al ser acogido como es, se tranquiliza, se desahoga me siento aliviado, porque logro la comunicación con mi pareja. En cambio al darle explicaciones aunque sean verdaderas y razonables no acogen el sentimiento de dolor de la otra y la descalifica en lugar de respetarla como válida.

“Pero si lo dije en broma” le esta diciendo a ella sin decirlo “yo no quise herirte, si tu te sientes herida es problema tuyo. Eres tu la complicada”. Estas hablando cerebralmente y no de corazón a corazón (de ser a ser). En el fondo la he juzgado y atacado nuevamente. Pero el dolor queda y la incomprensión aumenta. Ella me habló en FM y yo le conteste en AM. Así nunca vamos a crecer en el amor, estamos usando frecuencias distintas. El compartir en la comunicación de sentimientos profundos, no porque yo sienta automáticamente lo que siente el otro, sino porque lo acojo su sentimiento expresado y lo hago mío; empatizo con él, vibro con los sentimientos de mi pareja, entramos en sintonía emocional, nos comprendemos, a mí me duele que a ti te duela, nos amamos. Sin comunicación verdadera no hay amor verdadero, puede haber deseo de amar ganas, sentirme amada, pero al comunicarme mal, raquíticamente el amor no se desarrolla y muere.

Es muy distinto hablar de mi Yo “cerebral” Al TUYO, es “conversación”. Cuando expresamos ideas, relatos, prejuicios, explicaciones, entregamos a las otras personas algo que sucedió fuera de nosotros, fumamos no miramos a los ojos a la persona que esta hablando, me levanto, interrumpimos por leseras y terminamos peleados muchas veces, somos politiqueros.

Lo que comúnmente decimos: fue puro “bla-,bla”. Pudo ser muy interesante durante horas entretenidas, hay comunicación con mezcla de CEREBREO A CEREBRO es fría; el signo peso aparece a cada rato. Una pareja que sabe comunicarse las enriquece. La conversación en cambio los entretiene y escabulle la interioridad.

Ser maduro significa expresar sentimientos, rebelar la propia intimidad es siempre un “riesgo” (Las perlas no se les tiran a los chanchos), una idea, un juicio se puede expresar, si no es aceptada se puede defender, rebatir, explicar, pero no afecta la intimidad.

La revelación de mi intimidad profunda muestra la otra persona como es indefensa, desnuda; y una no-acogida, un rechazo (peor aún, un menos precio), la hace sufrir demasiado, como una traición, una puñalada en la espalda e introduce la desconfianza, el temor de quedar herida, y como persona normal, huye del sufrimiento al no sentirse acogida, saca experiencia hacia el futuro, descubre que abrirse es peligroso, hace sufrir a veces y me cierro ocultando mis sentimientos.

“No tengo nada que decirte”, “estoy súper bien” (cuando todos saben lo que pasó), es ocultarme “Llevamos 24 años de matrimonio. “Yo quería tener más hijos, mi mujer se opuso. Ahora ya se casaron los dos. Mi casa esta vacía y ese “no” a más hijos, mató el amor. PEGO CON EL PUÑO LA MESA, y dijo “si hubiera sabido que esto me iba a pasar no me habría casado”. Al año ya tenía otra pareja y al año siguiente tuvo mellizos. ¿Fracasó la comunicación?.

A veces una ruptura, una crisis grave, rompe las corazas, permite descubrir y comunicar los sentimientos, poco expresados o mal acogidos. Es lamentable llegar a tener estos terremotos, para descubrir las debilidades de nuestras parejas.

Ella la “Maquita” recibió un telefonazo, ella se puso blanca, después roja. Está en primero medio. Termina de hablar por teléfono; se enceró muda en la pieza. La mamá se dio cuenta que algo grave esta pasando. La sigue y la encuentra llorando.

¿Qué té pasa?, ¿Por qué lloras?

Nada mamá...

Cómo qué nada... estás llorando y no te pasa nada... ¿no tienes confianza en tu madre?

La niña llora más desconsolada y le da vuelta la espalda y tapándose la cara solloza más angustiada (su “pinche” andaba con su mejor amiga...)

La mamá tiene la mejor intención le hablo cerebralmente (en AM.) y no con el corazón. ( FM), pero no le sirve, porque hay amores que matan, la buena intención es necesaria, es indispensable, pero no es suficiente, el cómo se dicen las cosas, con tono, tino, tacto, ternura, en primera persona expresando sentimientos.

La niña expresaba claramente una emoción fuerte, una desilusión que la hacia sufrir. Con su actitud estaba comunicando un sentimiento, “estoy sufriendo”. La mamá no acogió el sentimiento (“estas sufriendo mi niña, te duele mucho, te puedo ayudar”) mostrándose desarmada, inofensiva, dispuesta empatizar “sin peligro de enjuiciamiento”. Aquí valía la pena acoger a la hija sin juicios si la mamá se hubiera acercado con una actitud inofensiva, abierta, desnudándose ella primero, te veo sufrir me da pena... Quisiera ayudarte, no sé como hacerlo... “Me duele no poder ayudarte, me encantaría poder aliviar tu pena”... Créeme, la niña hubiese podido abrirse y confiar su problema a la madre.

Mi sentimiento, expresa algo de mí. La idea expresa algo del otro. Un ejemplo típico de auto engaño es este: Se que estas enojado, no se puede sentir interiormente algo que esta fuera de mí (estas enojado). El sentir nunca lleva el “que”, porque con eso se transforma en un pensamiento. No es que siento sino “veo”, “se”. ¿ y que siento en mi interior al verte enojado?. Rabia, pena, miedo, preocupación.

Puedo darme cuenta de lo que pasa dentro de mí(es un sentimiento) y puedo darme cuenta de lo que té pasa a ti, pero lo que té pasa a ti es un sentimiento tuyo, lo puedo captar, intuir, comprender lo que te pasa, pero si quiero comunicarme realmente debo expresar lo que pasa dentro de mi al constatar lo que pasa dentro de ti.

Compartamos en pareja

¿Has aprendido a compartir tus sentimientos? Da testimonio de las ventajas...

Preguntas profundas

• ¿Qué diferencia hay entre conversación y comunicación profunda y qué ventajas les trae?

• ¿Qué es comunicación profunda?

• ¿Qué diferencia hay entre “siento” y “me doy cuenta?”
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Los regalos me fascinan...

La mujer suma puntos positivos por cada regalo de amor; lo especial es que para ella, todos tienen el mismo valor, sea pequeño o grande, sencillo o suntuoso, de objetos o de acciones; cada uno de ellos equivale a un punto. Y para sentirse amada, necesita muchas expresiones o regalos en la relación.

Con las cosas pequeñas, ella obtiene resultados mágicos para ambos, pues el hombre se siente más poderoso y eficaz al recibir la atención que necesita; lo importante es que ella preste atención especial a estas cosas que él hace por ella. Una sonrisa, un gracias, lo animan. Sin este ánimo, él dejará de dar porque siente que ella lo tiene por seguro.

El hombre da puntos de distinto modo: para él, hacer cosas grandes es lo importante. De este modo, creen que serán más dignos de ser amados. No sabe o ha olvidado, que las cosas más pequeñas y simples son las de mayor valor a los ojos de ella. Ella apreciará mucho que él le dedique tiempo exclusivo, a que trabaje demasiado para obtener un mejor estatus de vida.
Algunos puntos de amor son: flores, dulces, miradas tiernas, caricias, piropos, escucharlas profundamente, algún apodo especial, recordar días especiales, escribirles tarjetas y cartas de amor, enviar fax, e-mail, llamar por teléfono, abrirle la puerta, darle la mano al bajar de la micro, ser cortés.
Para conversar

¿Cuál es el regalo que más te fascina? ¿Por qué? Como persona hombre, ¿qué regalos te maravillan de tu pareja y cuáles no? ¿Por qué?
15º. Nos comprometimos creyendo que con darlo todo,
los secretos e Incluso los pecados personales (que incumben Solo a Dios) estábamos asegurando el amor. El pasado ya no existe y es mejor construir una realidad nueva

ENFOQUE

Nadie puede decir “ya llegamos a la cumbre del amor siempre se necesita más amor porque tiende al infinito”.

Más misterio, más aventura, más “sorpresa”, más ruptura de los esquemas rígidos, mitos, creencias. Para que el amor no se muera, crezca sin límites. La ética del AMOR es eso alimentarse de más amor, eliminando siempre de los tentáculos del egoísmo asesino.

La RUTINA, la lata, el estancamiento mata la amistad, el amor, la fe. Generalmente la pareja se da cuenta, uno primero después el otro, que la relación esta fallando, la amistad de la pareja esta “haciendo agua”, el interés de esta juntos diminuye a ojos vista. Él lo demuestra llegando cada vez más tarde a casa, siempre con menos interés en llegar; el desgano se hace evidente y se enchufa en el noticiero; el mensaje a todos: “déjame hacer lo que yo quiera... necesito todo el espacio... tu me aburres y siento rechazo por ti.

Todos nosotros producimos mensajes verbales (30%) y no verbales (70%). Buenos y malos, que cada uno traduce a su pinta, y no siempre los traduce correctamente. Esta cultura actual se mueve más en la línea de lo “cerebral”. Hay silencios que son mensajes de amor, de perdón, de interrogación y otros que son de rechazos, desprecios, indiferencia, declaración de no existencias. Hay miradas y miradas, unas que expresan aceptación, cariño y otras que matan desprecian y que odian.

Mi problema no es que no haya comunicación... Si la hay siempre pero mala o buena. Los mensajes tú, son peligrosos porque en ellos aparecen con facilidad los juicios. Los mensajes “yo”, no corren tanto peligro, porque brotan del SER. La misión de la pareja que se decidió amar siempre: trabajar para comunicarse de SER a SER, (de corazón a corazón). Así está asegurada la excelente comunicación de sentimientos profundos. La gran pregunta de siempre ¿Cómo me esta llegando estas miradas, palabras, gestos?, te sugiero que la hagas antes de terminar el día. No basta decir mal o bien, porque lo dicen todo y no dicen nada. Es conveniente especificarlo, desentrañarlo. Al final de este pequeño trabajo hay una lista para aterrizar.

Cuando no están claras “como el agua “nuestras relaciones, no te puedes quedar días con eso adentro. Te sugiero expresarlo con claridad, para superar esta crisis. Buscaré los mensajes recibidos y trataré de interpretarlos. ! OJO ¡Con las indirectas. “Para que entienda” o el rechazo subliminal disfrazado de cansancio: “Me duele la cabeza”. Para ser claros en los mensajes es indispensable conocerme a fondo a mí mismo. “Soy la gran desconocida.”

Uno de los peligros de la polola es la “pretensión”, de que él me entienda sin explicaciones, como “yo quiero”. Pasarme películas, videos, no cuesta nada. Una persona tiene derecho pleno a estar cansada, molesta, irritada, pero que lo diga, y que diga él porqué, la causa; de otro modo la otra persona empieza a “suponer” que la causa de la molestia es él o ella misma e interpretar fácilmente todo como un rechazo, cuando el motivo puede ser otro ajeno a la pareja; la duda que se insinúa enseguida de un posible “desamor” provoca un clima de incertidumbre que pervierte la relación. Y si queremos salir de la duda es bueno que la persona en cuestión sé de cuenta que no es ella la mala sino la actitud la que me hiere. Una actitud se puede cambiar, la persona no. Es diferente decir”: No quiero hablar contigo en este momento” que “decir no quiero hablar más contigo” (viene del yo cerebral y es enterrarla en la indiferencia.). El “más”, el nunca, me dijeron, me contaron, supe, ¿supiste la última?, el siempre; son mortales, porque exageran y absolutizan lo que siempre es relativo, porque las circunstancias cambian y las personas también. Es caldo de CABEZA.

Nosotros como parejas que tenemos ansias infinitas de ser amadas.

La soledad, nos asecha siempre. Cuando estamos en comunión de personas. Nos sentimos realizadas. Y derrotamos la soledad, lo esencial de nuestras personitas es SER y sentirme persona sagrada. Es sentirme en comunión, en estar en y con la otra persona para evitar ser dominado por los tentáculos de mi yo cerebral, para comulgar ambos en la Roca (DIOS) de nuestro ser profundo.

La soledad en el amor es infidelidad a él y una traición al “compartir profundo”, y aparece esa frase tremenda: “mi casa es un infierno”. El amor que comprometí vivir con mi pareja es más fuerte que las peleas. La amo porqué Yo decidí jugarme por ella en los buenos y malos momentos No la amo por que tenga que amarla, porque el deber mata el verdadero amor que es libre como el mismo DIOS Amor. Recuerdo que un joven, con rabia me decía: “es mi pareja me pertenece”. No había entendido nada lo que realmente significa tal palabra.

“El amor es soberanamente libre, hace lo que hace sólo porque ama y amo porque me siento libre. El amor no se exige, ni se mendiga. Todos merecemos ser amados y amar sin límites. Soy libre si mis actos pensamientos y sentimientos me acerca al Dios Amor.

El amor es libre, que lo podamos “esperar”, “desear” es lógico pero nunca “pretender”, “exigir”.

COMPARTIENDO en una comunidad de futuros médicos, frente al requerimiento de los profesionales y los hijos, más los quehaceres propios de una familia, le pregunte: ¿cómo sé las van arreglar frente a estas necesidades? Recibí como respuestas, que una buena “nana” y si son escasas. Pasaron los años y me encontré en su casa de vacaciones lavando platos ¿Cómo se compagina tu pega con lavar los platos? Con tres niñitas? LO AMO me respondió. Y le confíe a su esposo la respuesta. Él la abrazó, la besó. Las niñitas sin saber nuestra conversación se les acercaron y los abrazaron. Desde ese día todo cambió. Ya no se queja de lavar, planchar etc. Las tareas de la casa, por pequeñas y humildes que sean, se pueden realizar por amor, como lo hizo JESÚS, que no se avergonzó de lavar los pies a sus apóstoles para que hiciéramos otro tanto nosotros.

“No dejes para mañana lo debas hacer hoy” Te lo he sugerido ya varias veces. El verdadero amor es para las 24 horas y en especial, tener 3 minutos para expresar todos los sentimientos que son las “anti toxinas” para perseverar en el arte de amar. Expresando todos los sentimientos. De lo contrario se acumula y a la primera dificultad reviento y te hiero.

Mis vacíos e insatisfacciones brotaron en mí porque no tomé en cuenta al Tercero invisible. Si no está ÉL, el amor se muere, porque el amor es el vínculo sagrado que recibí en nuestro sacramento y la máxima comunicación con las tres divinas personas.

La sicología del amor consiste es ponerse en la piel del otro, sentir lo que el otro siente, hacer propio el sufrimiento del otro, entrar en comunión con el otro. Yo soy tú en las alegrías y en las penas, porque te quiero como eres, te amo a ti ( no tus cualidades, no sólo cuando te portas como a mi me gusta, no sólo cuando me haces feliz) Te amo como eres, porque decidí amarte para hacerte feliz para tu bien y el mío.

Con otras palabras la Sicología de parejas consiste en: La habilidad para crear un estado de armonía, afinidad, confianza y cooperación profunda para crecer como familia. Entonces brota en plenitud el poder personal del “ser interior”, para llegar al “éxtasis en lo divino y humano.”
“Quien no avanza retrocede”.” Crecer o morir” no hay termino medio. El amor no admite las mentiras; o hay amor para siempre o TODO ES UNA MENTIRA.

“Juan se le declaro a Matilde y le manifestó con mil palabras que era verdadero, pero la niña lo miró profundamente y algo sabía de la historia donjuanesca de él. La niña le respondió: si me amas verdaderamente me respetarás hasta que llegue al altar. Pasaron los días y el fervor se fue apagando de parte de él. El verdadero amor no admite estancamiento, como el fuego: o devora todo el combustible o se apaga o crece. Los sufrimientos ofrecidos al otro, las insatisfacciones ofrecidas a mi pareja, bien comunicados y bien acogidos unen más, con detenimiento, a la pareja y consolidan la comunión entre ellos.”

Lo más grande que me ha tocado vivir con mi pareja es tener el coraje de pedir la gracia divina para poder perdonarte y perdonarme. Así hemos logrado ser fieles.

O mi amor es puro y desinteresado. O es un egoísmo disfrazado: TE AMO POR QUE ME GUSTAS, ME CONVIENES ERES UN BUEN PARTIDO. Mi egoísmo es la tranca más grande te tengo. Es un a maleza. .Las crisis son casi siempre choques de egoísmos. Generalmente yo soy muy hábil en descubrir los egoísmos de mi mujer... pero no me fijo, en el tremendo tronco que tengo. La gracia es amar a mi pareja también en las crisis, peleas y orar por ella. En esos momentos difíciles. Con el interés desinteresado por mi pareja es amor. ..En cambio mi amor interesado, es egoísmo disfrazado. “Te amo porque me gustas.” (Me conviene, tiene plata.).

Cuando mi novio empezó a tener desinterés por mí, se me vino el mundo abajo, me di cuenta de su egoísmo era más fuerte que su “ amor”.

Me fascinan las sorpresas que mi querida esposa habitualmente me tiene, todas las semanas. A ELLA LE SALTAN LOS OJOS CUANDO LE LLEVO ALGÚN RE-GALITO.

No son las grandes cosas que producen más amor, sino los pequeños gestos, las cosas obvias que son siempre deseadas y fortificantes. No te olvides que cada persona es un misterio (no es ausencia de luz ni de amor es todo lo contrario es abundancia de todo). En el fondo, el amor no tiene límites. Nada ofende más a una persona que sentirse manipulada como un objeto, como un “robot” que debe responder a ciertos estímulos fijos.

Después de un día llena de quehaceres y pequeñas dificultades con las dos pequeñas, al llegar su esposo, se le salió:” Esta casa es un infierno, estoy aburrida”. Estas palabras lo llenaron DE PENA. No supo traducir lo que ella realmente le estaba pidiendo. Se fue a su pieza y después de un tiempo se acerco a su mujer y le dijo: hay una buena película te invito. Ella se volvió radiante y en un dos por tres ya estaban rumbo al cine, era un estreno

Ella le dijo con otras palabras estoy cansada, quiero salir. Ella quería sentirse amada, tomada en cuenta gratuita y libremente, y no tanto para cumplir. Los mensajes deben ser descifrados y traducidos, para ello es indispensable preguntarse los ¿‘por qué’? Y los ¿‘para qué’? ¿Qué hay que escuchar entre líneas? y no quedarse en lo superficial. El amor pide siempre más, porque busca siempre más felicidad” creíste casarte con una “estrella” y después descubres que te casaste con una “CONSTELACIÓN” de estrellas y vas de descubrimiento en descubrimiento”.

Carlos es un ejecutivo importante de las “ONU”, y le contaba con lujo de detalles su paso por grandes ciudades. Y le traía, por supuesto, los regalitos que dejaban media satisfecha, ya que, sin querer, él le despertó los deseos de viajar. Sobre todo porque las otras esposas ya le habían contado sobre las hermosa vitrinas que se pueden recorrer. Ella deseaba intensamente los lugares donde su marido viajaba regularmente. Llego el día en que él pudo ofrecerle el viaje para que lo acompañara. Los recursos eran limitados y se pusieron de acuerdo en gastos y compras. Frente a cada tienda ella se detenía a contemplar las tiendas y él la urgía “vamos, vamos, aquí no se puede comprar nada. Yo conozco la tienda en la que podemos comprar. Ella soportó esta presión por tres días y al cuarto le confesó claramente su desilusión: “Tú me trajiste para que lo pasara bien y te lo agradezco mucho, pero lo estoy pasando muy mal. Me siento una niña chica: que debo mirar sólo lo que tú permites; me siento manejada, como un robot. Me duele mucho. Pero tú sabes que tenemos poca plata y no podemos comprar todo lo que te gusta. Así eran los” sermones “constantes.

Pero yo no quiero comprar. Lo sé pero yo frente a cada tienda miro y sueño. Veo ese vestido precioso y me imagino a la Susana luciéndolo... yo gozo con mi fantasía y tú no me permites hacerlo. Si sé cuales son las reglas del juego, pero déjame gozar como yo lo deseo...”. Al regreso ella comentaba: “él último día fue maravilloso. Él me entendió me dejo hacer con libertad y gozamos juntos mirando y soñando al fin nos entendimos Me di cuenta de la importancia de enviar mensajes claros expresando lo que YO realmente siento pero sin culpar al otro. Esta vez él me comenta lo difícil que le ha sido entenderlas, “Porque las damas no hablan siempre más claro...”

Compartamos en pareja

• • ¿Cómo entregarse sin renunciar a si mismo; valorizándonos como personas? Comparte un breve testimonio.
Conclusiones
• Para conocerme realmente a mí mismo es indispensable la otra persona “reveladora de mi propio SER”.
•“Sin la otra no soy yo”: “el otro es un reactivo necesario para ser persona capaz de entrar en relación. Mientras mejor me relaciono con ella más persona soy.”
• Construyendo personas sagradas para hacer lo mismo con otras personas.
Preguntas profundas

• ¿Cómo puedes matar la rutina antes que ésta te mate a ti?

• ¿Dónde está la verdadera felicidad? ¿Está dentro o fuera de ti? Explica.

• ¿Cuáles son los ripios en tu relación que matan el amor?

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DARÁS A LUZ TUS HIJOS CON AMOR SUFRIDO

Soy mujer y uno de los regalos de ello es la inmensa posibilidad de ser madre. Cada vez que lo pienso, no puedo dejar de sentirme humilde ante la grandeza de que mi pareja y yo podamos ayudar al Creador trayendo al mundo un nuevo hijo suyo, llevarlo dentro de mí, criarlo y verlo crecer.

Esta posibilidad también puede ser una carga, especialmente cuando comienza otro ciclo fértil, marcado por mi menstruación mensual. Físicamente, se producen varios fenómenos como dolores y baja de presión, aparte del sangramiento mismo. Mi pareja, como me conoce, ya sabe que también se modifica mi personalidad. Debido a los cambios hormonales que se producen en mí, mi ánimo se altera. Ando idiota, sensible y llorona; a veces, incluso puedo parecer ausente. Yo reconozco estos cambios, y trato de ser la misma de siempre, pero no siempre lo logro. Con el tiempo, sin embargo, él se ha dado cuenta de que lo único que necesito es que me haga cariño, que me mime un poquito. Él comprende que puedo enojarme por cosas que normalmente me harían reír. También sabe que si me dice “Ah, se nota que andai indispuesta” yo voy a saltar y gritarle que no soy un saco de hormonas... aunque lo parezca. Necesito sentir que él está conmigo en estos momentos, que me diga que me quiere. Compartimos el milagro de ser padres, con todo lo que eso significa. Él lo sabe y me abraza. Y yo se lo agradezco.
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PARA COMPARTIR

¿Hemos comprendido que la tarea de ser padres es de ambos por igual? ¿POR QUE?



16. NOS COMPROMETIMOS SUPONIENDO QUE EN EL AMOR HAY QUE SER “EFICIENTES” Y “DESEMPEÑARSE” COMO EN EL TRABAJO. DESCUBRIMOS QUE EN LA RELACIÓN DE NOVIOS VERDADEROS, EL VALOR MÁXIMO ES LA “GRATUIDAD” Y QUE CUANDO SE SABE PERDER SE GANA, PORQUE EL AMOR ES UNA RENDICIÓN QUE CONQUISTA

ENFOQUE

Somos ingenieros comerciales nuestros amigos aprobaban nuestro enlace, creíamos que todo iba salir de perillas... pero empezaron los problemas. La empecé a notar triste, con ojos llorosos. “Yo la amo, la quiero, a pesar que ella no me infla y me dice que esta defraudada de mí. Yo le di gusto en todo: Si le faltaba algo, yo corría; si deseaba viajar, yo la complacía; necesitaba una nana, yo se la buscaba; si se enfermaban los niños, yo me quedaba en la clínica para que ella descansara en la noche. Cerebralmente yo me felicitaba, porque a ella no le faltaba nada igualmente a nuestros hijitos. Ahora me di cuenta que no basta estudiar en la “U”. Ya que la universidad no lo enseñan todos, menos los colegios. Me doy cuenta que lo hecho todo al revés. Ella se fue a dormir con los niños, Me rechazaba. “NUNCA TOME EN CUENTA SUS SENTIMIENTOS PROFUNDOS”. Ella muchas veces al lado mío lloraba y lloraba, y yo estúpidamente le preguntaba ¿”pero que té pasa? ¿Por qué lloras? (Preguntas cerebrales. Y al no tener repuesta concluía” es un problema de mujeres”,” emociones sin explicaciones lógicas” y no me preocupaba más. A hora me doy cuenta que “ yo creía que tenía la razón”. Pero estaba equivocado, porque mi actitud era cerebral y no con amor Y eso que yo Ingeniero comercial especialista en comercio exterior. “y era el mejor en estos negocios y apliqué el mismo sistema a mi matrimonio. Ustedes pueden percibir mi gran error. Nunca más.

¿Se puede tomar la familia como una simple micro empresa? Para que resulte esta hermosa y fecunda aventura matrimonial es indispensable que se tomen muy en serio las reglas fundamentales, que deben ser conocidas y observadas, de lo contrario todo es una farsa. En las empresas se trabaja con pensamientos, ideas, debates, discusiones. En cambio aquí, en la familia, el gran motor es el SER profundo, el corazón de donde brotan los sentimientos, perfume del amor. La Intuición, la sabiduría, dones, la capacidad de pedir perdón, que no tiene nada que ver con la “Ingeniería”

En mi trabajo, profesión, negocios, Yo sé que debo “rendir”, “ser eficiente”, responder a requisitos medibles. Si no sirvo me despiden. La empresa no es una asistencia pública, no me van a tener consideración por que soy Yo, sino por ser “eficiente”. “Cumplo con lo que piden.”

El acento esta en tu eficiencia.

En la familia y en el matrimonio, en cambio, sin descuidar la eficiencia razonable, el acento está en la “gratitud”,... “PORQUE TE QUIERO”, porque te amo y el verdadero amor es “desinteresado”. Ninguna madre ama a su pequeño “porque tiene una gran esperanza que sea un gran ministro, un gran hombre y le dé un gran prestigio a ella en el futuro; lo quiere porque es carne de su carne, es su hijo de sus entrañas, lo ama gratuitamente. Lo ama y el amor lo explica todo.

Te quiero simplemente por eres tú. ¿Cómo “hacer” sentir la gratuidad en el amor?; pues con algún gesto gratuito; porque sí, porque yo quiero expresar mi amor sin ningún otro motivo que “te quiero a ti por ser tu”, “por ser lo que era para mi”. Es una acción de gracias por sentirme amado y valorizado por la otra, reconociendo que es bondad, del otro “maravilla incomprensible de la persona amada”, que me sorprende con este “regalo” inmerecidamente; pero hay algo más, a mi me pasa que siento una pulsión maravillosa de entregar ese amor espiritual fuerte, que es puro. “Cuando un niñito, un joven, una viejita, vienen corriendo y me abrazan, ,es puro amor.” Si se insinúa la pretensión “te toca”, “deberías”, “me lo esperaba”, “tienes que”, “es tu obligación como novia”, se pierde el encanto de la gratuidad.

Esta gratuidad aparece luminosa e inconfundible “en la declaración de amor” inicial. Ninguno de los dos “pretende”. Espera, confía, desea, pero sabe que no puede “exigir”, la respuesta. Es lanzarte con todo, en el paracaídas del amor verdadero.

“Dime que me amas”, es una orden. Me siento chantajeado.

Hoy, los lolos, se sienten libres de andar, tiran, pololean, se van a vivir juntos y después hacen los trámites para casarse.. Muchas están curadas de espanto por las mentiras que han descubierto.

Un día cuando llegué a casa, iba con mucho susto, esperando una buena y merecida retada. Con mi esposo teníamos una comunidad de gastos. Nos comprometimos a no hacer ningún gasto sin estar de acuerdo los dos... Pero yo, a sabiendas, me comprometí en gastos y giré cheques. Era un pequeño mueble lindo para el baño... Pero la retada no llegó, me miró y me dijo: Es lindo el mueble... de hecho lo necesitábamos. Pero me habría gustado haberlo conversado y te habría acompañado. ME SENTÍ AMADA, ALIVIÓ AL CORAZÓN, COMPRENSIÓN. Lo sentí cerca.

Es un típico gesto gratuito tanto más se lo cuente y grato, cuanto menos esperado y “merecido”. Nadie puede merecer el amor, sólo se puede “sentir gozo, alegría”, sólo quien sabe agradecer sabe amar, porque sabe reconocer la belleza de la gratuidad. El amor verdadero no se mendiga, lo merezco.

Compartir desde “el corazón”(de ser a ser), cuidar el amor. Saber perder, como en el caso relatado, y no ganar esa batalla de querer tener la razón. En cambio, le permitió ganar la verdadera “guerra”: “el amor incondicional de su esposa”, “el amor es una rendición que conquista”. “En el amor se gana perdiendo”, haciendo ganar al otro ganan siempre los dos.

Él, flemático toda su vida, manejaba a las personas, no perdía nunca, no pedía nunca perdón, no expresaba sentimientos, se reía de todos...Pero llegó el momento en que la falta de dinero “entró por la puerta y la felicidad se arrancó por la ventana”. Así le pasó a esta familia Martínez. Ya no tenían ni para comer, sin el teléfono etc. Y los hijos no podían ir regularmente a clases... El esposo ahora se llevaba haciendo gimnasia bancaria. Llegaba con la cara larga a la casa, no hablaba con nadie. Dormía en camas separadas. No compartía con su mujer estos malos momentos... Toda la vida había sido así, autosuficiente, no sabia perder... Ella no pudiendo más, le dijo que mejor se fuera. Él la miro profundamente y después de un largo silencio, pálido, se echo a sus pies muy conmovidos. Dijo: “por favor no lo repitas; No podría soportarlo “No sé que hacer, nunca me habían fallado mis técnicas... Martita estoy agotado. Perdóname por todo lo que té hecho sufrir”. Lloró intensamente. Ella lo sintió sincero y lo levanto y abrazó. Con estas palabras: Trabajemos juntos para que saquemos adelante nuestra familia “Ahora si te creo”...”. AMBOS HABÍAN COMULGADO EN EL DOLOR”, cada uno había hecho suyo el sufrimiento del otro, y se dieron cuenta que se amaban, que estaban dispuestos a sufrir.

Gratuitamente, no porque rindes y llenas de expectativas” sino porque eres tú”. Esto es lo significa amar en las “duras” y en las “maduras”. “Porque aquí se demuestra el amor desinteresado, más puro y más autentico. El amor no se hereda, se aprende. Se heredan las disposiciones, tendencias, pero no el arte de amar. Es una práctica de todos los días, es un auto educación, que es un proceso, que no es algo automático. En la fascinación, el atractivo es irresistible, es espontáneo, es la parte magnética del amor. Pero se cultiva paso a paso.. El amor no se mendiga se regala, se da, se merece amando. Quien lo ignora, o lo olvida va derecho al fracaso. No se puede violar la naturaleza del amor impunemente. El PADRE DIOS PERDONA SIEMPRE. Las personas humanas a veces, la NATURALEZA NUNCA. *”

Compartamos en pareja

• Da testimonio de lo gracioso de lo que es la Magia del amor.

Preguntas profundas

• ¿Cuánto por ciento tomas tú en cuenta los sentimientos de tu pareja? ¿Por qué?

• Explica esta afirmación: “En el amor se gana perdiendo o asumiendo”.

• ¿Cuándo le crees y cuando no a tu pareja? ¿Por qué?

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Dentro de mi corazón están mis secretos

Yo soy una persona mujer que necesita ser amada. ¿Por qué eludo su invitación con la consabida respuesta de que me duele la cabeza o que estoy cansada? Yo no necesito un manual para ser feliz, sólo necesito ser amada siempre con toda clase de demostraciones y detalles. Para mí las caricias llenas de afecto verdadero y gratuito son muy importantes, a veces más que los orgasmos.

El objetivo, tanto de mi vida como de la suya, es el AMOR trascendente. El placer es solo un medio, no un fin. Reconozco que a veces queda mal por mis excusas. He revisado mi vida y me doy cuenta de que mis recuerdos de niña inocente tienen la culpa de algunas de mis actitudes. Toda mi familia dormía en la misma pieza. Yo sentía todos los quejidos de mamá y pensaba que mi papá le estaba haciendo daño. No sabía que eso era normal y bueno.

El miedo quedó dentro de mí. Estoy en tratamiento y ya lo estoy superando, gracias a que mi esposo y yo aprendimos el lenguaje de los sentimientos. Me estoy liberando de mis temores y he comprendido que mi padres se amaban a pesar de tanta pobreza.

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Para compartir

¿Tengo traumas que me esclavizan y no me dejan disfrutar de nuestra relación?


17º. Nos comprometimos y después de las primeras peleas vimos que peleábamos por “estupideces”. Hemos descubierto después que casi nunca son estupideces sino “heridas” que nos hemos causado por incomprensiones, por cobardía (no le dije…), que manifestaban “desamor”

ENFOQUE

“Desgraciadamente yo he sido desordenado toda la vida. Mi madre también lo es. Después de dos años de casado, poco y nada he mejorado. No sé qué hacer para eliminar esta tendencia que nos está creando problemas.”
Mi mamá nació desordenada, mi padre súper ordenado. Yo salí a mi madre, y lo peor de todo es que el padre del desorden es el demonio. Al casarme empezaron el problema. Ella no sabía esta página de mi vida. Yo prometía y le volvía a prometer y no había caso... Ella tenía razón. Ahora estoy en manos de un buen terapeuta. Con su ayuda y, sobre todo, con la ayuda de mi amada esposa, lo lograré.

Yo estaba acostumbrado en mi casa a actuar de ese modo, pero en mi casa ni mi madre ni mi nana esperaba una atención especial de mí. En cambio, mi pareja lo esperaba “todo”, ser tomada en cuenta siempre, sentirse considerada como persona y amada, en todos los detalles, como ella me consideraba a mi existente en todos los detalles, comida, ropa, limpieza arreglos... y esperaba la reciprocidad...

Al entrar al baño en desorden, Yo su “esposa amada” traducía el mensaje: “tú no existes, tú no me importas, para eso estás tú, yo soy el jefe y para eso tú eres la dueña de casa... te toca” y leía puros mensajes de desamor: “yo te quiero, si, pero cuando te necesito, cuando quiero yo, ahora arréglate, yo tengo que hacer”...

“Habiendo hecho ver e insistido en que le dolía no ser tomada en cuenta en esos pequeños detalles, y al ver que los hechos se repetían, ella empezó a traducir: “yo no soy importante para él, no valgo todo el tiempo como pareja y compañera... me siento usada...” En la superficie había solamente unos objetos fuera de lugar, pero en la profundidad había una enorme falta de delicadeza, un menosprecio tácito a la persona, una ausencia de consideración que yo captaba claramente.

Mí dolor era válido y no podía ser “desvirtuado”, descalificado con explicaciones. Los sentimientos estaban heridos y para sacarlos había un solo camino: darle importancia, acogerlos, comprender lo que me pasaba a mí por dentro, unirse en el dolor.

YO como mujer después de tantos siglos de humillaciones no tolero más estos errores que me están matando psicológicamente. Son un desprecio, aunque no expresamente voluntario. Aquí están en juego mis sentimientos, que son sagrados. Si dejo de considerar mi amor a mi hombre, se seca. Toda nuestra vida de pareja se puede reducir a estas dos alternativas: “en este momento me siento feliz contigo” o en esta circunstancia “no me siento feliz al lado tuyo”.

Después de varias sesiones, en un súper taller de parejas... aprendimos a sanarnos de nuestra mala comunicación. Lo esencial fue conocer y expresar nuestros sentimientos y no uno solo, sino todos. De lo contrario me estoy estresando y manifiesto inmadurez.

La comunicación de nuestros sentimientos de luz y de sobra, alimenta el amor. Lo que yo llamo los 5 y 5 minutos, “recreos para el amor”, en que las parejas se dicen los sentimientos que brotaron de la buenos y malos momentos del día. Sin interrumpirse, con respeto, un hermoso beso y abrazo, “el AMOR ES MÁS FUERTE”. Aquí se expresan tales sentimientos y no tanto de las intenciones o de lo que creíamos, ni de lo que hicimos.

Si nos decidimos ser maduros, después de tantos intentos abrirnos; como en el “taller”, abrámonos de una vez. Hablemos de nosotros mismos, de lo que no pasó por dentro en ese momento difícil de la semana, pero no hablemos del otro. En esa “comunicación” debes desterrar en absoluto él “tú”. Tú dijiste, tú me dejaste. El “tú” en esas ocasiones es veneno”. Nos costo muchísimo, pero como ambos tomamos la decisión, al final resulto y estamos felices. Nos miramos un instante, nos ponemos de sobre aviso... Y nos lanzamos... RECORDAMOS EL RAYADO DE CANCHA PRIMERO.” Cuando me toca MI turno, la interlocutora hará lo mismo, exponiendo lo que siente y cómo le llegó todo lo que escuchó, tratando de expresar sus reacciones íntimas - pena, rabia - comprensión - susto - preocupación, ganas de - no importa, si da a conocer su intimidad o cómo reacciona en ese momento.

La solución del “impasse” es casi mágica. No nos llego a la armonía con facilidad. Ya que los dos estábamos heridos,, pero aparece una salida posible: Los dos hemos captado el sufrimiento, el malestar del otro, cada uno “sabe” que el otro “en ese momento” no es feliz y si no se puede mejorar enseguida la situación, aparece un principio de comprensión y de “respeto” al sufrimiento del otro. (Ya es un paso importante para no empeorar la situación, y no empeorarla ya es aliviarla). Respetándonos mutuamente en el dolor y en la imposibilidad momentánea de comprendernos es un acto de delicadeza, es amor.

Compartamos en pareja

• Da testimonio de lo nefasto y peligroso que es el guardar los sentimientos de sombra y las ventajas de sanarse expresando los sentires, sobre todo en esas peleas chicas. Te sugiero que no dejes pasar ningún día en que no compartas “los tres y tres minutos” por c/u, de todos los sentimientos del día, así evitaras amontonar resentimientos para la noche.

Preguntas profundas

• Realmente, ¿qué hay detrás de las peleas y leseras que suceden en las parejas? ¿Qué viene de atrás? ¿Es mejor seguir con estas peleas o comunicarse verdaderamente con tu pareja?

•• ¿Quién o qué es lo más importante en tu vida de pareja?

• ¿Tú le dices a ella lo que pasa dentro de ti en los buenos y malos momentos?
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__________________SOMOS TAN DISTÍNTOS

Si me amas de verdad, te ruego que tomes en cuenta lo que te voy a decir.

Necesito que me expreses más amor y ternura con piropos verdaderos. ¿Besos? Sí, muchos besos limpios, sin mala intención, sin tanto apuro: yo soy lenta. Para mí, lo más importante es que me ames todo el día y no apenas con el apuro por la penetración. Amor mío, soy una persona mujer, sólo necesito que me escuches con amor y respeto. Necesito que me saludes cuando llegues, ojalá con un beso apasionado. Me lleno de felicidad cuando me preguntas sobre los buenos y malos sucesos del día y yo puedo desahogarme contándote lo que sentí en cada momento. En el amor se crece todos los días o simplemente retrocedemos. No crecemos.

En las noches, eres otro; te transformas en un tigre que me devora. Esto me hace sentir triste, nerviosa, asustada, angustiada, dolida, insatisfecha y desilusionada, aunque a veces también me gusta. Mi sexualidad es muy distinta de la tuya. A mí me cuesta mucho relajarme, y cuando tú terminas, yo recién estoy empezando.

Recuerda por favor que mi vagina no lo es todo. Me da mucha pena que me valorices sólo por ella. Me encantan las caricias gratis. Me fascina que me regalonees sin que te lo tenga que pagar. No basta con tener orgasmos, es indispensable que ambos quedemos felices: física, síquica y espiritualmente. Para ello tenemos que manejar son mucha sabiduría los “sentimientos profundos” y orientarnos a lograr esa felicidad que el Señor nos quiere regalar con nuestra sexualidad, inventada por Él.

Si no siento tu amor verdadero, expresado con sentimientos salidos de tu corazón, me entran todas las dudas de si de verdad me amas. Cuando terminas y te quedas dormido inmediatamente sin compartir palabras del alma, no llegamos al éxtasis espiritual, donde se descubre al Dios Amor. En esos momentos, creo que simplemente me usas. Y ESTO ME DUELE EN EL ALMA.

Para conversar

• ¿Qué es lo más importante en nuestra relación íntima?

•¿Qué necesito de ti? ¿Qué necesitas de mí?



18º. NUESTRO AMOR ¿TIENE MÁSCARAS, TRAMPAS, MENTIRAS “PIADOSAS”, CHANTAJES? ¿CÓMO DESCUBRIRLAS Y ELIMINARLAS A TIEMPO? ¿EL AMOR VERDADERO LOS TIENE?

ENFOQUE

En mis años de navegación en el ciberespacio del amor he descubierto muchas trampas muy bien camufladas en mí. He aquí algunas:



PIERDETE UNA

1- Fingir en el amor, amar por “deber”. “Él me hizo un favor, mi papá tiene pega ahora....” Me he engañado a mi misma.
ESPONJA
2- La busque para mí, para lucirme, para que me admiraran, para que digan “... para tener hijos bonitos...” (Ella es rubia y de ojos verdes)
3-Para ser “yo el rey”,
Alienándola a ella y disfrutar de su futura herencia (ella es buena para los negocios es ingeniero comercial)

4 Violando,,,
su crecimiento, olvidándome que ella tiene un ritmo distinto de crecimiento. Lo que más me interesa es que sexualmente me satisfaga. “... Hace dos años que estudia inglés y no avanza...”

5 Ella no tiene vicios,
“... yo sí...” mis sentimientos no son auténticos, nunca le he dicho que “la amo”. Le he dicho que la quiero. Mi relación con ella es “ambigua”. Parece que nunca he amado a nadie... Mí mamá se murió cuando yo nací. No tengo una imagen buena de esposa, ni de madre. Hay una vaguedad en mis relaciones con la mujer.

6) Me comprometí para arrancar de mi casa que era un infierno, y además por despecho. Me casé con su mejor amigo, que tenia 5 años de pololeo conmigo. Han pasado 3 años y no son felices.

Una joven novia le dijo a su pareja, que no pensaba casarse con él. A lo que él respondió: “si no te casas conmigo, te acuso a tu papá, que ya no eres virgen.” Ella cayó en la trampa por chantaje se “casó”... Pasó el tiempo y la convivencia fue imposible. La madre IGLESIA frente a estas mentiras y chantajes lo declaró nulo (ambos eran inmaduros)

El papá de ella y los hermanos estaban cesantes, él les consiguió pega a todos. Conversando con ella, me di cuenta, que su amor estaba inmaduro y que se casaba por agradecimiento. Le hice ver que eso invalidaba el “SÍ” y no hubo caso, se casó igual. Pasaron los años y, con dos hijos, se separó.



Compartamos en pareja

Da testimonio de las máscaras que tienes o has tenido... y el para que de esas inmaduras actitudes.

Preguntas profundas

¿Cuál es la máscara que más me cuesta reconocer? ¿Cuáles son las máscaras que has descubierto en tu pareja?

¿Cuánto tiempo me puede durar mi matrimonio con ella?
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SI EXPRESAMOS BIEN NUESTROS SENTIMIENTOS, SEREMOS FELICES

La comunicación puede ser lo más importante en una relación, pero una mala discusión puede destruirla.

La lola es más vulnerable que el lolo a los comentarios y tonos de voz desconsiderados. Cuando el lolo discute, disminuye automáticamente su capacidad para comunicarse en tono afectuoso, respetuoso o tranquilizador; cree que la lola no entiende su punto de vista si la ve enojarse más. Lo que sucede es que ella se resiste al tono poco afectuoso y no al mensaje.

A su vez, el lolo es más vulnerable al tono de rechazo o desconfianza que le entrega la mujer. Ella manifiesta primero los sentimientos de sombra y luego puntualiza para aclararle las cosas. Esto hiere al lolo, quien contesta de manera negativa.

Para aprender a discutir, hay que recordar que el problema no es lo que decirnos, sino cómo y cuándo lo decirnos. Hacen falta dos para discutir, pero uno para ponerle fin. Sería mejor detenerse y salir a dar una vuelta (sin portazo) para reflexionar el modo en que te diriges a tu pareja, tomando en cuenta siempre que ambos se aman. Hasta en la discusión, el amor debe ser lo primero.
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Para conversar

Cuándo discutes, ¿qué es lo que más le molesta a ella y por qué?



Recreos, para conversar con mi pareja

“Mujeres: La Sexualidad Secreta”

“Mi amor, quiero contarte algo que a mí me pasa y que hace mucho tiempo he querido decirte pero no he sabido como, es sobre mi yo íntimo, mi ser mujer, mi sexualidad, me he dado cuenta que me cuesta hablar de mi placer como mujer, es un tema que prefiero mantener en las sombras, a pesar de lo importante que es para mí, sin embargo, no sé como enfrentarlo, mis aspectos emocionales no parecen contemplar mis necesidades en torno al sexo. Soy incapaz de mantener una conversación acerca de los aspectos básicos de mi sexualidad y quiero que me ayudes. Sé que debo comunicarme contigo y decirte lo que siento, porque te amo, porque eres importante para mí y porque sé que juntos podremos llegar a entendernos y a hacer más plena nuestra relación, por eso he tomado la decisión de expresarme sin temor ni vergüenza contigo.

Primero que nada, quiero pedirte perdón, perdóname, por aquellas generalizaciones que en muchas ocasiones hago y que me he dado cuenta te hacen daño y sólo matan nuestro amor, me comprometo a evitar decir cosas como: “nunca eres cariñoso”, “siempre te quedas dormido a la hora de hacer el amor”, “nunca me dices nada bonito cuando me haces el amor”, no quisiera que los “siempre” y los “nunca” sean parte de mi vocabulario al dirigirme hacia ti, puedo ver que te hiero y yo me vuelvo más silenciosa que antes.

Hoy, quiero decirte que necesito que me “hagas el amor” y por lo tanto es bueno que sepas que no quiero tantas caricias genitales y me encantaría que me entregaras más amor y ternura, que besaras más mi boca, pero también que beses mi cuerpo, cara, cuello y orejas, necesito más pasión, me encantan tus manos en mis caderas y en mis piernas y no sólo en mis pechos.

Te pido que me conquistes poco a poco, necesito tiempo, si no me has hablado en toda la semana, ni me has mirado, me molesta que de pronto te conviertas en un “lobo feroz”, me gusta esperar que los niños se duerman, verte esperar por mí y no con el control remoto en la mano, la verdad eso no me motiva, por el contrario, me agrada que me seduzcas, me desvistas lentamente, sin prisa, por favor no te apures en penetrarme, me haces sentir utilizada y pareciera que es casi una obligación que yo esté lista rápido y tengo la sensación que no disfrutas nada al estar conmigo. Disfruto cuando me esperas, conversamos y existe un juego sexual entre nosotros, lleno de caricias, amor y respeto, me permites relajarme, desinhibirme y entregarme plenamente a ti. Sólo quiero darte mi amor, ese es mi objetivo en cada relación sexual que tenemos, quiero amarte y sentirme amada.

Me encantaría que alguna vez pudiéramos tener un regaloneo eterno y no terminar siempre en la relación sexual, no quiero sentir la obligación de hacer el amor contigo si me pongo más regalona, quisiera que esos cariños fueran gratis y no me los cobraras en sexo y sobre todo quiero pedirte que lo que aquí te he manifestado con tanto amor lo tomes en cuenta, lo valores y entiendas, y de esta misma forma quisiera que tú también me digas que te pasa y como te sientes, es bueno que nos retroalimentemos y aprendamos a conocernos, de esa forma juntos tú y yo podremos cultivar día a día nuestro amor”.

“OJO”, NUESTRO AMOR TIENE SU ETICA TRASCENDENTE, ESTO QUIERE DECIR QUE NUESTRO PLACER RECIPROCO NO ES UNA META, UN FIN ES SIMPLEMENTE UN MEDIO MARAVILLOSO PARA AMARNOS SIEMPRE EN LAS TRE DIVINAS PERSONAS

Te amo,

APUNTES A REDACTAR

Por lo general la satisfacción sexual está más vinculada a factores externos emocionales que a un rendimiento perfecto del ciclo de respuestas sexuales establecidas por los expertos.

Placer

El buen sexo involucra todo el cuerpo y toda la sensibilidad de 2 seres humanos capaces de respetar la individualidad y variedad en el goce de cada persona. El orgasmo no es el fin último y sagrado para la sexualidad femenina pero es, sin dudad, indispensable e irremplazable a la hora de una vida sexual plena.

Fingir

El ser femenina implica estar muy alerta para detectar desde muy joven las claves capaces de atraer al hombre. No hay recetas aprendidas en esta tarea, es intuición pura; la misma que luego debe utilizar para imaginar cuando y como satisfacer el deseo que logró encender.

Ante la angustia de ser rechazada y no querida, no hay mujer que no descubra rápidamente el gran escape a esta situación tormentosa: ¡se puede fingir!. Dado que los genitales femeninos están ocultos, y que el placer o la frustración femenina no afectan en nada el proceso reproductivo ni tampoco el placer de su pareja, hasta el simulacro más grosero y desmedido resulta completamente inocuo. Utilizada tanto para simular la pasión como para encubrirla. Porque la ignorancia con que las mujeres enfrentan su sexualidad es tal que si bien la frigidez es el fantasma más temido, el exceso de pasión puede resultar igualmente riesgoso. Con esto, contribuyen, sin quererlo, a aumentar el misterio en torno a lo que realmente sienten y quieren. Colaboran así, inconscientemente, a su propia insatisfacción.

El boomerang de la igualdad

A las mayorías de las mujeres les gusta el sexo tanto como a los hombres. Simplemente tienen otra manera de concebirlo, vivirlo y gozarlo. Cuando su vida sexual es placentera, disfrutan del sexo con tanta devoción como los hombres. Lo complicado es determinar lo que entiendo por una sexualidad placentera. Es allí donde emergen las particularidades de cada cual y , lo más grave, ni los hombres ni las mujeres tienen conciencia de ellos. Por lo general ninguno de los 2 sabe cuán distintos son.

Simplicidad masculina,
Complejidad femenina

La primera diferencia entre hombres y mujeres es lo más obvio y, al mismo tiempo la más ignorada: la anatómica. Para una buena relación sexual las mujeres deben poner en marcha una cantidad sustancialmente mayor de variables que los hombres. Si su pene anda bien, el hombre puede respirar tranquilo; la mujer en cambio, tiene que coordinar _ docena de elementos que son indispensables y cuyas posibilidades de combinación son inmensas. A lo que se debe agregar que las mujeres tienen más unido el sexo al amor, ala emoción y a la relación de pareja. Esto implica también que no sólo los hombres y mujeres sean distintos entre sí, sino también que las mujeres entre ellas presenten una mayor diversidad que los hombres.

Otro efecto que salta a la vista a partir de la complejidad del sexo femenino es que las mujeres tienen más prerrequisitos para hacer el amor. Por eso, el ignorar las diferencias físicas y homologar la vagina con el pene es una simplificación aberrante que deja fuera de análisis _ partes de la sexualidad femenina.

El sexo no comienza ni termina en la cama

Basta escuchar las quejas de las mujeres para darse cuenta de la tremenda importancia que tienen para ellas todos los aspectos previos. Para la mayoría de los hombres la visión de un cuerpo desnudo y la caricia de sus genitales constituyen un potente estimulante que les produce una excitación casi inmediata. A la mujer, en cambio, esa rutina le resulta habitualmente ineficaz. No le basta con las caricias genitales directas. Por el contrario, muchas veces le sobran. Cuando los toqueteos son prematuros y demasiado bruscos, suelen interrumpir el clima erótico en que se estaban adentrando. La mayoría de las mujeres siente mucha rabia cuando el acercamiento masculino se manifiesta exclusivamente en la genitalidad.

Apéndice

Taller de autoayuda
Para parejas jóvenes
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1. Me comprometo a hablar de mí, desde mi propia intimidad, expresando lo que yo siento en este momento y no a hablar del otro o de los otros.

2. Evitaré todo tipo de juicio o enjuiciamiento. Ejemplo: “Tú estás equivocado, tú no me entiendes. Eso es una tontería”. No usaré el “tú”, que es veneno en el amor. Aunque sea positivo, es un peligro constante, porque con la misma facilidad que digo “tú eres genial” o “lo que dijiste es fantástico”, puedo pasar a decir “eres un idiota”, “lo que afirmas es absurdo”, etc. Casi todos nuestros juicios ponen en peligro la relación, porque así como pueden calificar bien, pueden calificar mal. Si hablamos desde adentro, de lo que sentimos de manera auténtica, este sentir no ofende, porque es lo más personal y original de cada persona.

3. Mis sentimientos son sagrados. No debo ni puedo juzgar, sólo te acojo. “Eso te pasa, eres tú y te acepto tal como eres”, sin calificar de bueno o malo, sino de real y verdadero. Así eres tú y te acepto y respeto como eres, como te manifiestas; pero tu sufrimiento puede despertar en mí otro sentimiento de agrado o desagrado, y yo lo puedo expresar y será tan auténtico como el que tú expresas. Será válido para mí como lo fue para ti. Al no juzgarnos, nos sentimos respetados y valorados en lo que somos, sin fingir ser lo que al otro le gusta.

4. Invento de preguntas válidas para que el taller funcione. Como por ejemplo: ¿qué sientes por dentro, ahora, aquí al escuchar lo que hemos escuchado? ¿Qué nos pasa por dentro?

5. Amo y respeto tu silencio. Ya no tengo miedo al silencio que se produce al hacer una pregunta. Hay silencio social que es signo de rechazo, pero hay silencios, en grupos como éstos, que son de reflexión, de interiorización de la pregunta, de búsqueda de reacciones internas, para poder expresarlas convenientemente. Darnos tiempo es respetar la dinámica interna.

6.-Los sentimientos son reacciones espontáneas, nacen solos, no se pueden forzar. Son fugaces, aparecen y desaparecen. Hay que aprender a captarlos, a retenerlos, en el momento en que aparecen. (Son las 4 de la mañana: a. “¡Qué bueno que llegaste! Te estaba preocupada”. Abren sus brazos se besan y ella le sirve un cafecito. b. “¿Estas son horas de llegar? Tienes el olor de la otra...”).

7. ETAPAS EN LA EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS. Para poder expresar mi sentimiento, yo necesito tres etapas:

a) identificarlo

b) darle su nombre

c) expresarlo



8. Ejemplos de sentimientos: Soy ingeniero y me costó mucho aprender el uso de esta llave mágica que abre cualquier corazón normal. La clave es simple: tengo que decir “Siento” + el sentimiento mismo. Por ejemplo, siento tristeza, siento alegría, siento temor al ver que nadie habla, siento malestar al constatar que lo que dije no tuvo respuesta, siento paz, siento serenidad, siento preocupación, siento molestia porque nadie tomó en cuenta lo que dije, siento ganas de salir luego y conversar de esto con mi pareja. Los sentimientos son to-dos válidos, dignos de ser acogidos y tomados en cuenta sin enjuiciamiento por ser de “luz o de sombra”, en su realidad interior, siempre respetables.

9. Evitaré la confusión. Es muy importante que no confundamos un sentimiento con lo que se quiere hacer aparecer como sentimiento, y es, en cambio, un juicio. Por ejemplo, “siento que tú estás muy enojada” (el sentimiento nunca lleva un “QUE”). Él “siento que” siempre es un máscara. Porque es un pensamiento y no un sentir.

La verdad es otra: “veo que estás enojada” (el enojo está fuera de mí, es en ti, yo no lo siento). Pero “siento susto, siento pena, siento ganas de ayudarte” está dentro de mí.

10. Distingo entre hablar “desde la cabeza” y “desde el corazón” (desde mi ESENCIA profunda). Cuando hablo sólo con la cabeza, hago discursos (me encanta, soy muy lógico pero no me sirve con mi mujer), resumo lo que se dijo, trato de convencer, saco razones y explicaciones. En esos momentos, digo cosas que están fuera de mí, que se ven y se pueden describir, que todos pueden analizar y comentar. Hablar desde el corazón es expresar lo íntimo y original de cada uno. Nadie puede reemplazar a nadie en resolver lo que siente. Cualquiera de los presentes puede resumir lo dicho y destacarlo, más o menos bien según su capacidad de expresión. Lo que yo siento en mi intimidad, sólo lo puedo expresar yo y eso es la riqueza de la comunicación interpersonal.

11. Conversación-v/s comunicación. Mi conversación consiste en expresar ideas, opiniones, realidades externas, acontecimientos, impresiones. Es interesante y entretiene. Mi comunicación consiste en expresar mis sentimientos, intimidades, las reacciones internas y personales mías. Es enriquecedora. La gracia está en “enriquecerme” y no sólo en entretenerme

12. Grupo de crecimiento. Son comunidades que están floreciendo en todas partes para defender el amor de parejas responsables. Se constituyen para crecer en capacidad de amarnos como parejas y como personas, para enriquecernos mutuamente. Una reunión “social” entretiene (a veces también aburre). Una comunidad de éstas, bien hecha, según este modelo, enriquece, alimenta el amor mutuo porque regala de sí, el uno al otro.

13. Compartir sentimientos y pensamientos. En el grupo todos debemos preocuparnos de todos. Es necesario, sin duda, que haya una “pareja base”, la persona que está naturalmente dotada para estimular, sobre todo con el ejemplo de “tirarse al agua”, de abrirnos, expresando sentimientos; pero el grupo funciona bien si todos se sienten interesados por cada persona, lo expresa dirigiendo preguntas oportunas, como por ejemplo: “te veo preocupado, silencioso, me interesa acoger lo que te pase...” o “vi que querías decir algo y te interrumpieron... me interesa... ¿Qué llevas en el co-razón?”

14. Libertad emocional. No debemos presionar. Los sentimientos no pueden ser “forzados”. La imagen del caracolito es luminosa: no se puede golpear la concha para que saque sus cachitos. Es contraproducente. Respeto la espontaneidad emocional. Invito sí, respetuosamente, pero dejo libertad, no presiono. En algunos casos, acepto el fracaso. No todo resulta satisfactorio.

15. Duración del compartir. La duración de nuestro compartir no puede pasar de cierto tiempo, regularmente no más de una hora. Trabajar con emociones cansa. Hay necesidad de relax. Cuando sucede, no hay que insistir en volver a profundizar con los sentimientos, sino dejar libre la espontaneidad de volver a la normalidad de expresar comentarios, opiniones y anécdotas liberadoras de presiones.

16. Evaluación liberadora. Es bueno, antes de terminar, recoger pequeñas conclusiones con esta pregunta (aquí surge la necesidad de LA PAREJA BASE que conduce de la reunión): ¿Con qué nos vamos de la reunión? ¿Con qué te vas tú (nombrando a cada uno por turno)? Es aconsejable escribir la conclusión de cada uno y la que servirá para empezar la siguiente reunión, poniendo más fácilmente “en onda” a cada uno al recordar la emoción con que se cerró la reunión anterior.

17. Oración. A nosotros nos resulta gratificante terminar agradeciendo todo lo que nos enriqueció participar en esta comunidad, por eso le damos gracias al autor del matrimonio. Le pedimos su constante auxilio.

18. Tema del taller. La reunión no lleva un tema prefabricado. El tema emerge solo de las intimidades de las personas. Cualquier inquietud o interés sirve, basta que sea sobre la base de lo que le pasa y siente cada uno, y no basándose en lo que piensa o sabe. Importantes son las personas, no oportunos o inoportunos, porque la persona es más que las ideas brillantes.

1-Apéndice

Pistas para mejorar tu autoayuda
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1. Todo este hermoso esfuerzo que estás realizando en la construcción del amor perdurable, tiene como objetivo descubrir MI Ser profundo centrado en la Roca del Ser divino, que vive realmente en MÍ

2. La PERLA de la que habla Él en el evangelio, es la intimidad con las tres Divinas Personas, lo invisible que acompaña a las parejas.
3. El lenguaje íntimo sagrado son los sentimientos que aparecen y se van. Tengo derecho a captarlos antes de que mueran. Para lograrlo estoy aprendiendo a darles su respectivo nombre. Por ejemplo, frente a este temporal que estamos vi-viendo, estoy sintiendo impotencia, pena, preocupación y mucha emoción, alegría por la solidaridad por la población. Estos se llaman
“sentimientos encontrados”. Estos mensajes son un importante aviso, brotan del Ser PROFUNDO de cada uno. Duele en el alma que mi pareja se ría, descalifique y juzgue mis sentimientos sagrados.

4. Varias veces expreso estos sentimientos sin palabras. Me vienen en forma de llanto, risas etc. Nadie tiene derecho a descalificarme por mis lágrimas, por mi dolor. La pareja que no respeta estos lazos de amor, está matando su hogar. Cuando una persona expresa sus sentimientos está madurando, no así aquellos que sólo expresan “juicios”.

5. Para sanar de las heridas que me tocaron en la vida, una de las terapias que yo me hago y trasmito a mi pareja es escuchar, con el respeto más grande, cuando me cuente sus penas. La miro a los ojos y la escucho, sin interrumpirla, y al final le pregunto (con tono, tacto, tino y ternura) ¿Qué sentimientos brotan es este preciso momento? Dímelos todos.

6. Los errores que yo he cometido con mi pareja son; a) emitir constantemente sólo juicios y pensamientos: b) ser un simple espectador.
7. Para lograr un clima de bondad, de alegría y de paz, es indispensable tener un ambiente favorable y un cuidado especial de centrar todo mi compartir desde el fondo de mi alma, de “corazón a corazón”. Esto quiere decir, en una profunda armonía interior, donde el dueño de casa es mi Ser Profundo y no mi yo cerebral (caldo de cabeza), que es sólo mi chofer, al servicio de mis valores, justicia, amor, fe, sentimientos.

ME COMPROMETO a tener en cuenta estas verdades.

Novio Novia

2-Apéndice

Sugerencias para conversar
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Aspectos importantes para hacer preguntas

1. Descubrir cada día los temas de fondo en que mi pareja manifestó una actitud de ella.

2. Ponerme en alerta frente a cosas que merezcan más atención para encauzar a tu pareja.

3. Analizar previamente cómo abordaré el tema con mi pareja, con bondad siempre, no atacando, ni juzgando, sin usar el tú.

4. Maravillarme con lo que el otro pueda sentir. Tener bien claro el tema.

5 Analizar un hecho significativo para mi pareja.

6. Descubrir cuántos aspectos o resonancias puede tener una misma actitud o peleas.

7. Organizar las preguntas de acuerdo a los diferentes aspectos que me interesa compartir en familia, siempre con el lenguaje del verdadero amor: tono, tino, tacto, ternura.

Respecto a las preguntas
Profundas en sí

1. De preferencia breves y de una línea, no sexistas.

2.Abiertas; no sólo para una respuesta de sí o no.

3. No relativas a algo muy simple, sino haciendo brotar en ambos la verdad profunda.

4. Divergentes; es decir, que tengan más de una respuesta.

5. Creativas: que encierren nuevas preguntas.

6. No dar toda la información. (Déjalo con el gustito).

7. Preguntas que abarquen todo su ser: su cerebro, su inteligencia, su sentir, su corporeidad.

El modo de preguntar

1. ¿Pido ayuda a mi pareja con más frecuencia últimamente?

2. ¿Siento a mi pareja más ingeniosa en comparación a como era hace cuatro meses?

3. ¿Descubro que las ideas de los niños me desafían a reflexionar sobre cosas en las que nunca había pensado antes?

4. ¿Aprendí algo de la conversación con mi pareja en lo que se refiere a faltar al compromiso o a una promesa?

5. Expresa ahora tus sentimientos y pensamientos en otras formas: el arte, la danza, el drama, el canto.

6. ¿Somos más considerados entre nosotros o con los demás?
7 ¿Somos tolerantes entre nosotros ante la diversidad de opiniones sobre algunos temas?

8. ¿Manifestamos respeto hacia la forma de sentir del otro?

-Apéndice
Sugerencias para pelear
Responsablemente

1. Si tengo que pelear, peleo, pero antes abrázame, porque el amor es más importante que todas las peleas y utilizo el lenguaje de mi SER Profundo (con tono, tino, tacto, ternura).

2. Seré justo. Me expresaré solamente con mensajes “YO”, (que quiere decir hablar en primera persona de lo que siento por el problema que nosotros tenemos). Eliminaré el TÚ (porque fácilmente te enjuicio y te hiero).

3. Pelearé sin sacar cosas del pasado, ni te heriré. Tomaré aire constantemente, reteniéndolo, para tranquilizarme.

4. Me mantendré en el tema (tendré claro cuál es el tema de la pelea).

5. No sacaré problemas de familia. Todo lo que tenga más de 24 horas, se murió.

6. No te insultaré, no diré garabatos. Te miraré a los ojos.

7. Terminaré la pelea, no me iré a dormir hasta que haya pasado (excepto cuando es por teléfono).

8. Tendré el coraje, el valor de compartir todos mis sentimientos que van brotando en la pelea. No te corregiré, no te contaré lo que me dijeron. Te escucharé hasta el final. No te juzgaré, no te condenaré.

9. No voy a llorar a medias; si me nace, lloraré a todo trapo.

10. No te sacaré los favores que te hice. No diré: “Eres igual que bruja de tu madre”

11. Me reconciliaré contigo y viviré un intenso momento de amor, paz y amistad. La reconciliación es más fuerte; me brotarán lágrimas de alegría.

_____________________


Lista de sentimientos
(Para completar)

Los sentimientos son esas corrientes que nos nacen del alma como manantiales. Algunos son increíblemente profundos y nos pueden hacer felices: son como lámparas que nos iluminan la vida; otros la oscurecen y pueden crear hondas heridas en nuestro corazón. Aun así, no son buenos ni malos. Simplemente brotan cuando nos conmueve una persona o una situación. A veces crecen y se mantienen por toda la vida; y otras veces se agotan rápidamente.

He aquí un listado de sentimientos para que podamos comunicar lo que está en nuestros corazones a nuestra pareja. Es fácil reconocerlos, porque se puede decir “Estoy...”. Hagan la prueba juntos.

Sentimientos de luz

Alegre Satisfecho Sereno

Relajado Contento Realizado

Tranquilo Aliviado Animoso

Pleno Calmado Confiado

Feliz Emocionado Arrepentido

Entusiasmado Dichoso Esperanzado

Reconciliado Gozoso Fascinado

Eufórico Maravillado Jubiloso

__________ __________ __________

__________ __________ __________

__________ __________ __________

Sentimientos de sombra

Triste Deprimido Enojado

Asustado Amargado Melancólico

Molesto Alarmado Afligido

Nostálgico Disgustado Horrorizado

Desanimado Desalentado Fastidiado

Intranquilo Agobiado Desconsolado

Exasperado Inquieto Dolido

Hastiado Enfadado Temeroso

Angustiado Vacío Nervioso

Celoso Abatido Aburrido

Indignado Envidioso Desilusionado

Desesperanzado Enrabiado Angustiado

Desesperado Frustrado Furioso

Traicionado Apenado Insatisfecho

Enfurecido Avergonzado Desolado

Frenético Desplazado Defraudado

Ofendido __________ __________

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6. Apéndice

¿CÓMO DARME CUENTA QUE ESTE-POLOLEO VA POR BUEN CAMINO?

Sufro tanto al escuchar y ver tantos jóvenes que soñaron con ser felices como pareja y después de la luna de miel, todo desaparece....

Por eso, quiero regalarte estas páginas hechas con amor especialmente para ti, para que sigas soñando, pero con los pies en la tierra.

A ti hermosa mujer que decides todo.... te invito a facilitar la comunicación con tu pareja... Tus hijos tienen derecho a tener papás que se comuniquen siempre de corazón a corazón, con el suave perfume de las rosas hechos sentimientos en flor.

Ser mujer, ser hombre, es ser “persona madura”, no objeto de nadie...

SIN FE NO HAY AMOR trascendente.

Mi compromiso ES-válido-es-indispensable cuando:

Estar en armonía personal, física, síquica y espiritual.

Entiendo por madurez física la capacidad de generar vida, la discreción de juicio para asumir los deberes y derechos, obligaciones esenciales en el matrimonio consagrado por Jesús (Canon 1095). Esto quiere decir tomarle el peso real al matrimonio de fe. Saber con qué chicha te estás curando., Si no estás dispuesto a tener una dosis razonable de renuncias, sufrimientos, no serás capaz de vislumbrar una parte vital del compromiso matrimonial, Sin un proyecto realista, como pareja en el amor, este se muere. Un ejemplo típico es el síndrome materno, es decir que el joven no suelta el cordón umbilical psicológico de la mamá.

• Tener la debida libertad ciento por ciento para efectuar este matrimonio que me propone mi pareja. Si viene una guagua en camino generalmente no hay verdadera libertad, salvo en algunos casos. Lo mismo ocurre con los pololeos largos (9 años) que se asumen, por si resulta.

• No hay verdadera libertad en aquel que padece de adicciones que debilitan al otro en sumo grado (abulia) o simplemente lo destruyen (canon 1095)

• Son incapaces de contraer válidamente un matrimonio de fe, aquellos que por razones síquicas o físicas no pueden asumir las obligaciones de la maternidad o paternidad. Tal es el caso que los esquizofrénicos, los de “carácter raros” y difíciles, los homosexuales lesbianas.

• Si ambos carecen de fe madura, si se está vinculada a otra persona, donde realmente hubo “vinculo matrimonial”
• Quien contrae matrimonio a partir de una serie de engaños.

• Aquellos que dicen antes de casarse “si no resulta, nos separamos”

CREO que lo más importante, por experiencia, es la vivencia y compromiso personal con DIOS AMOR,... eso posibilita la vivencia la vivencia de un matrimonio cristiano y la superación de todos los problemas.

Las mentiras más recurrentes en la pareja son:

1. Los club de Toby o de Lulú, que no se casan para evita reproches.

2. Cuando no se quiere visitar a la familia de la pareja porque le desagrada.

3. Cuando la mujer inventa los dolores de cabeza para no hacer el amor.

4. Cuando se fabrica una vida que no es la propia para impresionara la pareja.

5. Cuando quiere darse gustos que su pareja puede ridiculizar.

6. Cuando quiere disfrutar de su soledad.

7. Cuando se conoce a alguien que llama su atención.

8. Cuando hay OTRO que la corteja que le hace sentir importante.

9. Cuando se producen encuentros con ex parejas.

10. Cuando se visita a amigos que no son del agrado del otro.

11. Cuando no quiere salir por cansancio y teme ser reprochado.

12. Cuando no tiene plata para salir y esto le avergüenza.

13. Cuando evita y omite temas que sabe causarán confrontación.

14. Cuando existe un fracaso que no se quiere manifestar por no sentirse menospreciado o menoscabado por el otro.

15. Cuando se inventa una relación feliz sólo por miedo a la soledad.

Te sugiero meditar antes de comprometerte profundizar los cánones 1095 al 1103 del código de derecho canónico. TQM JFF.

Cánones (Leyes de la Madre Iglesia)

“Del-consentimiento matrimonial”

1095 SON INCAPACES DE CONTRAER MATRIMONIO:

1. Quienes carecen de suficiente uso de razón;

2. Quienes tienen un grave defecto de discreción de juicio acerca de los derechos y deberes esenciales del matrimonio que mutuamente se han de dar y aceptar;

3. Quienes no pueden asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por causas de naturaleza psíquica.

1096

1. Para que pueda haber consentimiento matrimonial, es necesario que los contrayentes no ignoren al menos que el matrimonio es un consorcio permanente ente un varón y una mujer, ordenado a la procreación de la prole mediante una cierta cooperación sexual.

2. Esta ignorancia no se presume después de la pubertad.

1097

1. El error acerca de la persona hace inválido el matrimonio.

2. El error acerca de una cualidad de la persona, aunque sea causa del contrato, no dirime el matrimonio, a no ser que pretenda esta cualidad directa y principalmente.

1098
Quien contrae el matrimonio engañado por dolo provocado para obtener su consentimiento, acerca de una cualidad del otro contrayente, que por su naturaleza puede perturbar gravemente el consorcio de vida conyugal, contrae inválidamente.

1099
El error acerca de la unidad de la indisolubilidad o de la dignidad sacramental del matrimonio con tal que no determine a la voluntad no vicia el consentimiento matrimonial.

1100
La certeza o la opinión acerca de la nulidad del matrimonio no excluyen necesariamente el consentimiento matrimonial.

1101
1. El consentimiento interno de la voluntad se presume que está conforme con las palabras o signos empleados al celebra el matrimonio.
2. Pero si uno de los contrayentes, o ambos, excluye con un acto positivo de la voluntad el matrimonio mismo o un elemento esencial del matrimonio o una propiedad esencial, contrae inválidamente.

1102
1. No puede contraerse válidamente matrimonio bajo condición de futuro.
2. El matrimonio contraído bajo condición de pasado o de presente es válido o no, según que se verifique o no aquello que es objeto de la condición.
3. Sin embargo, la condición que trata el No 2 no puede ponerse lícitamente sin licencia escrita del Ordinario del lugar.

1103

Es inválido el matrimonio contraído por violencia o por miedo grave proveniente de una causa externa, incluso el no inferido con miras al matrimonio para librarse del cual alguien se vea obligado a casarse.

Una de las razones más importantes de las disoluciones matrimoniales es el desconocimiento de estos cánones. Léelos y respétalos. Toma tú la decisión.

Índice

5-Presentación
7-Prólogo
9-Introducción
11-Modo de utilizar esta “autoayuda”
15- Nos pusimos de novios suponiendo
Que ésa era nuestra meta
Ella y yo, ¿somos de planetas distintos?
23-“Andamos”-sin-conocernos profundamente .Yo soy como las olas
25-Yo pololeo no sólo con mi pareja sino con toda la historia de esa persona Yo soy como los volantines... (varones)
29. “Nos fascinábamos” suponiendo que nos estábamos amando, pero ahora-descubrimos-que-recién-estamos-aprendiendo-a-amar
35-Ellos lo saben todo y andan trasmitiendo.
Nos comprometimos confundiendo la fascinación con el amor
Él “se esconde” en el computador, la tele, el estadio, en la pichanga.
44- Ellas hablan, hablan, y hablan. ..Nos comprometimos pensando que como fue tan fácil pololear,
45-Sería muy fácil amar
No soy esclava de nadie, soy persona como tú
52-El secreto es respetar y amar
Los sentimientos de mi pareja
62- Nosotras no hablamos al pie de la letra Como novios suponíamos que
“amándonos” nos bastábamos a nosotros mismos
65- Yo soy como el sol, me escondo
Para volver con más brillo... Nos comprometimos creyendo que, porque nos amábamos, sentíamos las mismas cosas.
Descubrimos no es así, sobre todo en el área de las relaciones sexuales Sobre el éxtasis
Para compartir
Nosotras somos como la montaña rusa Nos comprometimos suponiendo que para amar bastaba “darnos gustos” y en cambio descubrimos que muchas veces nos favorecimos “los malos gustos”
Que eclipsaron nuestra relación
Ambos somos diferentes y necesitamos un trato especial



(MEJORARLO)
Para todos los creyentes en los valores y en Él.
Pensando en voz alta.
Si expresamos bien nuestros sentimientos seremos felices.
Nos pusimos de novios suponiendo que estábamos hechos el uno para el
Aunque éramos tan distintos que parecía que veníamos de planetas diferentes
Nosotros (varones), no sabemos generalmente pelear con amor,
Ellas a veces se callan o fingen.
Nos decidimos a ponernos de novios para siempre suponiendo que ten una muy buena comunicación, en cambio descubrimos que solo alcanzábamo una buena conversación de cerebro a cerebro y no de corazón a corazón


Los regalos me fascinan...
Nos comprometimos creyendo que con darlo todo, los secretos e incluso
los pecados personales (que incumben a Dios) estábamos asegurando el amor. el pasado

Ya no existe y es mejor construir
Una realidad nueva
Conclusiones
Darás con amor sufrido a luz a tus hijos
Nos comprometimos suponiendo que en el amor hay que ser “eficientes” y “desempeñarse como en el trabajo. Descubrimos que en la relación de novios verdaderos, el valor máximo es la “gratuidad” y que cuando se sabe perder se gana, porque el amor es una rendición que conquista antes y después
Nos comprometimos y después de las primeras peleas vimos que peleábamos por “estupideces”. Hemos descubierto después que casi nunca son estupideces sino “herida que nos hemos causado por incomprensión por cobardía (no le dije…), que manifestaban “desamor”
Somos tan distintos,
Nuestro amor ¿tiene máscaras, trampas, mentiras “piadosas”, chantajes? ¿Cómo descubrirlas y eliminarlas a tiempo?
¿el amor verdadero los tiene?
Apéndices

Sugerencias para conversar

Aspectos importantes para hacer preguntas

Respecto a las preguntas profundas en sí

El modo de preguntar

Sugerencias para pelear responsablemente

Lista de sentimientos

Sentimientos de luz

Sentimientos de sombra

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Enviado
Con cariño para c/u de UDES.
J. FORBES F. sdb

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